-9 años después-
Tras 9 años, sigo viviendo con mi padre, y su mujer. Ahora somos 4 en esta familia. Mi papá y su mujer tuvieron un hijo, mi hermano. Se llama Mike, y tiene 9 años, es el niño más travieso y adorable que he visto nunca.
Estoy estudiando en la Universidad de Waterloo, y me va bastante bien, estoy estudiando la carrera de derecho. Quiero ser una buena abogada.
No hace mucho mi papá me comentó algo que ahora entrenaba a la selección juvenil, pero a los de última categoría. Cuando me habla de fútbol, no puedo reprimir el recuerdo de Louis, mi mejor amigo de la infancia… ¿Qué será de su vida?
-Hija, hoy tienes que ayudarme en el partido de esta noche, también puede venir Mike.- dijo y escuché los gritos de alegría de mi hermano.
-¿En serio tengo que ir a ver a adolescentes rudos, sudorosos mientras corren detrás de una absurda pelota?- dije con fastidio.
-Sí.- me miró papá serio.- Hazlo por tu hermano, que él nunca ha visto a su padre haciendo el papel de entrenador.- sonrió al mirar a Mike.
-Está bien…- subí a mi habitación, que ya no era de princesa, si no una habitación normal, de una adolescente. No tenía un gran armario repleto de vestidos, tacones y maquillaje. Mi vestuario de basaba en tejanos, camisetas, chalecos, converses o vans. Era una chica muy simple. Tenía a dos muy buenas y únicas mejores amigas, no me hacían falta más teniendo a ellas dos como amigas.
-¡(TN)!- escuché la voz de Grace.
-Dime.- le grité mientras me estiraba en la cama.
-Arréglate, vamos a ir a comer afuera.- me gritó des de el pasillo.
-Está bien.- y cerré la puerta. Yo nunca había fraternizado con Lucy cómo para llamarla “mamá”. Mamá, sólo había una, y ella no la remplazaría nunca.
Me cambié la camiseta básica que llevaba por una con el hombro caído. Me cepillé el pelo dejándolo caer suelto por mis hombros. Una raya en el párpado cómo maquillaje, mis tejanos y mis vans. Ya estaba lista. Salí de la habitación y bajé al salón.
-Vamos.- dijo papá cogiendo las llaves del coche y abriendo la puerta para que todos saliéramos.
De camino al restaurante, Mike no paraba de hablar sobre su nuevo videojuego, y a mí me tenía la cabeza muy hinchada con ese tema.
-Mike, ¿no puedes hablar de otro tema?- le dije molesta mientras desenrollaba mis auriculares y me los ponía en las orejas. Él me miro haciéndose el ofendido y después miró a Grace.
-(TN), déjalo que hable de su videojuego, por una vez no está haciendo nada malo.- me miró por el espejo del retrovisor y yo puse los ojos en blanco. Llegamos al restaurante, ya éramos clientes conocidos, así que no tuvimos que esperar para tener mesa.
-Buenos días señor Frederick.- dijo el metre que siempre nos atendía.
-Hola Patrick, ¿Qué tenemos hoy en la carta?- papá siempre entablaba conversación con cualquier persona, era demasiado sociable para mi gusto.
-Guiso de setas o pizza.- dijo y le guiñó un ojo a Mike.
-Ellos dos, pizza.- dijo papá refiriéndose a Mike y a mí.
-Ella y yo, el guiso. Y con una copa de vino por favor.- dijo y le sonrió ampliamente. Papá cogió la mano de Grace y le besó los nudillos. Grace no era del todo de mi agrado, pero si hacía feliz a papá, la aguantaría por él.
-(TN).- llamó la atención mi padre.
-Dime.- lo miré sacándome los auriculares de mis orejas.
-A lo mejor te interesa algún chico del equipo, ya sabes.- me guiñó un ojo.- hay muchos que tienen buen físico.- Mike rió y yo rodeé los ojos.
-No todo está en el exterior, papá.- rectifiqué.
-Lo sé.- rió.- La mayoría de los chicos de el equipo que entreno yo, son de Doncaster.- ¿Doncaster? Dónde vivía antes…
-Tu antiguo hogar, cielo.- hizo una pausa.- a lo mejor hay algún ex amigo tuyo en el equipo.- Mierda. A lo mejor, estaba Louis en aquél equipo.
-Puede ser, hoy lo averiguaré.- me quedé pensando toda la comida en Louis. ¿Y si estaba en el equipo de papá, y todo este tiempo él lo había estado entrenando? ¿Y si nos veíamos esta noche, cómo reaccionaría?_____________________________
¡gracias por leer!