Capítulo 14

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Me subí al coche y miré por la ventanilla. Observé como Louis salía del recinto, como metía de mala gana su bolsa de deporte en el maletero y como cerraba de un portazo la puerta de su coche. Era un audi, de un negro brillante.

-(TN).- me habló papá.

-Dime.- aún seguía mirando por la ventana y vi como el coche de Louis arrancaba y salía por la otra salida a la carretera.

-Hoy es viernes, ¿te vas a ir a la casa de tu prima a dormir?- preguntó mientras conducía.

-Sí.- dije secamente.

-Louis no está en sus mejores momentos, está pasando por cosas…- dijo papá. Abrí los ojos como platos. En serio, ¿Cómo sabía que yo estaba así por Louis?

-¿Y a mí que me importa Louis?- le dije de mala gana.

-Pensaba que te gustaría saberlo, ya que hoy era la primera vez que hablabais durante…- lo interrumpí.

-Está bien papá, no me interesa nada de él.- le dije y desconecté del mundo poniendo mis auriculares en las orejas.- No debí contarte nada.- susurré y cerré los ojos antes de poder escuchar alguna queja por parte de mi padre.

Noté como alguien me movía suavemente el hombro.

-(TN)…- noté una voz dulce e infantil.-…despierta (TN).- era Mike.

-Estoy despierta, mocoso. ¿Qué pasa?- pregunté de mala gana mientras abría los ojos.

-Hemos llegado a la casa de Mariah.- me avisó. Me senté bien en el asiento del coche, miré afuera y estaba totalmente oscuro. Miré a papá que estaba con el móvil en la mano seguramente hablando con su novia.

-Ah, okey.- me desabroché el cinturón y abrí la puerta.- gracias por traerme, papá.- le dije mientras cerraba la puerta y caminé hacia la casa. Escuché como el motor del coche se alejaba, y en eso, la puerta se abrió dejándome ver a Mariah.

-¡(TN)!- me abrazó y yo hize lo mismo.

-Tengo novedades.- dije entusiasmada.

-Ven, vamos a mi habitación.- me cogió de la mano y yo solo pude saludar a mi tía tirandole un beso con la mano que tenía libre. Subimos las escaleras corriendo, y al llegar a su habitación me tiré en la cama. Mariah se sentó en la alfombra y me miró expectante.

-Ya puedes empezar a hablar por esa boquita.- se quitó los zapatos y se puso unos calcetines gruesos de andar por casa.

-¿Te acuerdas que te hablé de un tal Louis?- le pregunté intentado que hiciera memória.

-¡Ah sí! ¿Tu mejor amiga de la infancia, verdad?

-Exacto. Pues hoy acompañé a papá y da la pu*ta casualidad de que juega en el equipo que entrena papá.

-Veo que no ha sido un reencuentro muy bonito.- reí por su comentario.
-Para nada.- bufé exasperada.- creo que se ha convertido en un imbécil, creo que ya no es el mismo que hace 9 años…- dije con pena.

-Tranquila (TN), habéis empezado con mal pie, a lo mejor os llevais bien y todo, al fin y al cabo, erais amigos de pequeños…- intentó animarme.

-Gracias por consolarme, pero lo dudo…- Mariah se levantó de la alfombra y me arazó. La apreté contra mí. Ella siempre estaba cuando la necesitaba.

-A veces me siento muy sola, Mariah…

-Lo sé, yo tambien.- suspiró.- sobretodo por lo de papá…- solté su agarre y la miré a los ojos.

-Y yo por lo de mi madre… Solo nos tenemos la una a la otra.- sonreí con ternura y se sentó a mi lado en la cama. Sentimos unos golpes en la puerta a lo cual Mariah dijo “pasa”.

-Chicas, ¿quereis algo para cenar?- era Barbara, mi tía.

-Rollitos de pollo con queso.- dijimos Mariah y yo a la vez, cosa que nos hico reír.

-Ahora os los traigo.- cerró la puerta y el ordenador de mi prima emitió un sonido que nos hizo sobresaltar a las dos.

-¿Facebook?- pregunté con tono obvio.

-Seguramente.- rió.

-Es un mensaje de un tal… Harry.- dijo extrañada.

-Por dios, que no sea el amigo de Louis…- susurré.

-“Hola Mariah, voy a tu instituto no se si sabes quien soy ”- leyó en voz alta.

-Ve a su perfil.- le ordené. Con el ratón, se puso encima de su nombre y en un segundo estuvimos en su perfil. Le dio a su foto y… efectivamente, era el amigo de Louis.

-Mierda, es el amigo de Louis.- me tapé la cara con mis manos.

-¿Un amigo de Louis va a mi instituto, y no me he enterado?

-Se ve que sí.

-¿Le respondo el mensaje?- me preguntó sin saber muy bien lo que hacer.

-¡Claro!- cogí una silla y me senté a su lado.

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¡Gracias por leer!

Boo Bear... ¿para siempre? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora