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Louis bajó mis braguitas, y subió mis muslos a sus hombros. Qué vergüenza. Hundió su cara en muslos y noté como mi punto débil era tocado por su lengua. Por dios…
Agarré la almohada apretándola y mordiéndome el labio.
Louis seguía con su trabajo y gemí cuando metió dos dedos.
-¡Louis!- gemí con fuerza y apreté sus hombros.
Su lengua iba en círculos, y de vez en cuando mordía la piel de mis muslos.
-¡Ah! Louis…- grité mientras mi vientre se tensaba y cada vez respiraba más rápido- no…no puedo…- cerré los ojos y tiré de su pelo para que me besara. Y así lo hizo.
Siguió su trabajo con sus dedos. Arqueé la espalda y gemí en su boca, mientras él mordía mi labio.
-Mmm…- tirité mientras rodeaba su cuello. Me besó nuevamente, pero esta vez para calmarme. Suavemente.
Sacó sus dedos y los lamió. Abrí la boca ligeramente y eché la cabeza hacia atrás, apoyándome en la almohada.
-¿Estuvo bien, mi amor?- me preguntó mientras repitió la acción de subirme la ropa interior y colocarme los pantalones. La camiseta ya me la pude poner yo, pero no tenía muchas fuerzas en los brazos.
-Más que bien- lo besé.
-Te quiero- me acarició la mejilla mientras se estiraba a mi lado.
-Y yo- sonreí bobamente.
Llegué a la Universidad y Mariah me dijo, que cualquier cosa la llamara. Que no aguantara gilipolleces.
-¿Todo bien?- me preguntó Jessica. Samantha estaba a su lado, mirándome con una sonrisa.
-Estoy mejor, gracias- sonreí débilmente.
-Le hemos pedido a la profesora que quite a esos tres imbéciles de nuestro grupo- me explicó Samantha.
-Gracias- las miré- de verdad.
Entré en la Universidad. Con miedo. Miedo de que me pasara otra cosa. Por estar con Louis.
¿Porque Louis tenía tan mala fama? ¿En tantas peleas había estado? ¿Tantas había ganado? No sabía nada. Suponía que era peligroso cuando se enfadaba, pero yo no me lo imaginaba así. Y me prometió no ir a la pelea de esta semana. Y no quiero que vaya a ninguna otra.
Tome aire profundamente y entré en clase. Ciertas jodidas personas me miraban, pero no era lo típico que se dan vuelta y te quedan mirando. No. Yo pasaba desapercibida.
Entró el profesor de derecho. Hoy no estaba dispuesta a esforzarme, solo quería que se acabara de una puta vez las clases. No tenía ganas de nada.
-¿Quieres venir a comer con nosotras?- me preguntó Jessica.
-No, tranquilas- busqué a Harry con la mirada. Estaba rellenando su vaso, con agua- comeré con Harry- a Samantha le brillaron los ojos.
-¿Podemos ir contigo?- preguntó entusiasmada.
-No- abrió los ojos y apretó los labios- Samantha, está con mi prima. No te acerques- advertí enfadada. Rodeó los ojos y se fue dejando a Jessica sola.
-Tranquila- me dijo Jessica- haré que se olvide de Styles- rió- solo quiere estar con él por que... ya sabes- tosió- está muy...
-Entiendo- dije incómoda.
-Em... nos vemos (TN)- me abrazó ligeramente y le respondí el gesto.
Que a Samantha ni se le ocurra hacer nada con Harry. A él le gusta Mariah, y Mariah está coladita por él. No aguantaré ninguna estupidez más de parte de la gente. No quiero que Mariah sufra por una chica como ella. Me duele afrontarlo, pero si Samantha se lo propone... tendría a Harry en la palma de su mano.