-Buenos días mamá.- le dije y me puse de puntitas para poder darle un beso en la mejilla.
-Hola cariño, Louis te está esperando fuera de la puerta.- me entregó mi paquete de galletas para el colegio y me señaló la puerta.
-¿En serio?- pregunté mientras abría mi pequeña mochila rosa y metía el paquete de galletas dentro.
-Sí.- hizo una pausa y me miró a los ojos.- (TN), ayer en la fiesta, ¿tuvisteis vuestro primer beso de enamorados?- dijo con un tono dulce.
-¡Ay mamá!- reí y me ruboricé.
-Soy tu mamá, tengo que saberlo, cielo.- me acarició la mejilla y me abrió la puerta para que me fuera ya a la escuela.
-Adiós mami.- le tiré un beso mientras bajaba las escaleras del porche.
-Adiós cielo.- me sonrió, giró sobre sus talones y seguidamente cerró la puerta.
Bajé las escaleras del porche, y vi a Louis con el uniforme de la escuela, su mochila de los Power Rangers, y su pelo despeinado. Mi corazón empezó a latir rápido, cuando vi que se acercaba y depositaba un pequeño beso en mi mejilla.
-Hola enana.- me saludó.
-Hola Boo Bear.- sonreí.- ¿Porqué has venido a buscarme, hoy?- le pregunté mientras empezábamos a caminar, rumbo a la escuela.
-Tenía ganas de irme contigo a la escuela.- sabía que iba a decir algo más, por eso no dije nada.- juntos, ya sabes… Cómo los mayores, y esas tonterías que hacen cuando quieren a una persona.- pasó su mano por su pelo revuelto y sonrió.
-Que tierno, Boo.- le dije mientras lo miraba a los ojos.
No tardamos mucho en llegar a la escuela, y volver a escuchar los gritos de los niños jugando, y algunos llorando por que no querían entrar a clases. Louis iba al piso de arriba, ya que iba 5 cursos más adelantado que yo, y yo iba en el primer piso.
-Bueno, nos vemos en el recreo… ¿si?- me dijo mientras reajustaba los tirantes de la mochila.
-Está bien.- sonreí y caminé hacia mi clase.
Las dos horas antes del recreo se me hicieron muy largas, siempre deseaba ver a Boo Bear por que todos los recreos nos los pasábamos jugando y compartiendo el desayuno. Por fin, sonó el timbre. Cogí rápidamente el paquete de galletas y salí disparada por la puerta hacia el patio. Caminé hasta el árbol que siempre nos juntábamos Louis y yo, y me senté en la hierba ansiosa por verlo.
-Ey enana, ¿Qué has traído hoy para desayunar?- era Boo Bear, que se sentaba lentamente a mi lado, pero venía acompañado de su mejor amigo, David.
-Traje unas galletas, ¿quieres?- le pregunté mientras le ofrecía el paquete recién abierto.
-¡Claro! Yo traje dos zumos de manzana, toma uno.- me lo entregó en la mano, mientras rozó un poco la palma de esta.
Los 30 minutos que teníamos de descanso estuvimos comiendo, bebiendo el zumo de manzana y riendo con su amigo David.
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