-Narra (TN)-
Estaba muerta de sueño. Me pasé toda la noche estudiando y solamente pude dormir dos miserables horas.
Me senté en el autobús al lado de Mariah y apoyé mi cabeza en su hombro.
-¿Qué te ha tocado estudiar esta noche? – preguntó.
-Filosofía… - bostecé.
-Yo…- le pegué el bostezo – Ciencias – rodeó los ojos.
-¿Sabes que?
-Dime.
-El sábado Louis me pidió ser su novia – no pude ocultar cierto tono de emoción.
-¿Me lo estás diciendo en serio? – Abrió los ojos y sonrió – hacíais bonita pareja sin ser novios, igualmente – me abrazó.
-Gracias – me sonrojé – Me bajo aquí. Esta tarde te puedes quedar en mi casa, si quieres – ella asintió.
Caminé, absorta en mi mundo. En Louis. Hasta que sentí un fuerte golpe.
-¡Joder! – me quejé cuando ya estaba en el suelo.
-¡Hostia (TN)! Perdona… - me ayudó a levantarme Harry.
-Ah, eres tú – pensaba que era algún gilipollas de la Universidad – no te preocupes, estoy bien – esbocé una sonrisa.
-¿Ahora que te toca? – me preguntó.
-Hacer el examen final de Filosofía. ¿Y a ti? – le pregunté.
-Química…
-Suerte.
-Igualmente – seguimos caminando un poco más, hasta que el tuvo que subir al segundo piso – ah por cierto, felicidades por estar con Louis – me sonrojé en seguida.
-Gracias… - Harry rió y subió las escaleras corriendo.
Acabé el examen de Filosofía. Tenía las manos sudando y me dolía la cabeza. Pero sentía que me había salido bien. Me levanté. Toda el aula estaba en completo silencio, y eso me ponía más nerviosa aún.
-Espero que le haya ido bien el examen, señorita Frederick – habló el profesor de Filosofía.
-Seguro que sí – le contesté seria.
Cogí mi mochila y me dirigí al comedor. Aún estaba tensa. Me senté y suspiré. “Vamos (TN), tranquila, seguro que te ha salido bien” intenté auto convencerme de que seguro que lo aprobaría.
-¿Cómo te ha ido el examen? – salté en mi sitio y me giré con mala cara. Jessica y Samantha.
-Bien… o eso creo – puse la mochila en la mesa y me apoyé en esta – ¿a vosotras? – intenté parecer interesada, pero realmente, me importaba una mierda.
-No muy bien la verdad… - no me sorprendía. Creo que solo venían a la Universidad para ligar. No para otra cosa…
-Bueno… - alargué – ojalá aprobemos todas – intenté sonreír.
-Hola (TN) – era Harry.
-Hola Edward – sonreí.
Jessica y Samantha tenían que limpiarse que se les estaba cayendo. Sobretodo a Jessica.
-Hola – sonrió Harry.
Jessica se acercó lentamente hacia Harry y éste la miraba sin expresión.
-¿Qué tal los exámenes? – sonrió.
-Puede que apruebe, pero no estoy seguro – encogió los hombros - ¿y tú? – le preguntó.
Miré a Samantha, fulminándola con la mirada. Y creo, que me entendió.
-Jessica, tenemos que ir a comer, yo tengo hambre – me miró guiñándome un ojo.
-¿Quieres venir, Harry? – le preguntó coqueta. La rabia que tenía en esos momentos era incontrolable. No quería que Jessica se acercara a Harry. Harry era de Mariah, no de esa zorra.
-No gracias, como con (TN) – me miró y esbozó una sonrisa. Yo lo seguía mirando mal.
-Ah bueno, pues otro día – se levantó y le sonrió – adiós (TN), adiós Harry – sonrió.
Vi como Samantha y la zorra de Jessica se iban. No me lo podía creer, que aún pidiéndole, rogándole, que no se acercara a Harry, no me hacía caso, y yo le importaba una mierda. Solo se preocupaba de lo que ella quería. Y ella quería a Harry.
-Por dios… - suspiré enfadada mientras sacaba una pequeña botella de coca-cola. Necesitaba azúcar, estaba muy cansada.
-¿Qué te pasa? – preguntó Harry.
-La zorra de Jessica ¿acaso no te das cuenta? – abrí los ojos.
-¿Darme cuenta de que? – este chico era tonto.
-De que quiere algo contigo – dije desesperada – joder Styles, y tú siguiéndole el rollo… - pausé – ¿le darás falsas esperanzas? ¿Qué pasa con Mariah? ¿Eh? – lo miraba seriamente y él me aguantaba la mirada perfectamente.
-Yo no doy falsas esperanzas a nadie – se colocó bien el pelo, que le caía por los lados - ¿hablar con una chica es darle falsas esperanzas? – Me preguntó serio – y yo con Mariah estoy perfectamente, para tu interés – dijo molesto. Jugué con mis manos agachando la mirada, y lo miré torciendo la boca.
-Perdona Harry… es que estoy muy estresada, y cansada – me disculpé – y no quería… - me interrumpió.
-No te tienes que meter en mi vida, ni entre Mariah ni yo, no te interesa – abrí los ojos como platos y en ese mismo instante me sentí mal. Era mi prima, mi mejor amiga…
-Vale, no te preocupes, no me meteré mas – me levanté – solo me preocupo por la gente a la que amo, y Mariah es una de ellas – me puse la mochila en el hombro y salí caminando decidida del comedor.
Atravesé los pasillos y di un portazo al llegar a las afueras de la Universidad. Tenía un nudo en la garganta y estaba furiosa. ¿De que iba, Harry? ¿Qué mosca le había picado?
Me senté por los jardines de los alrededores, y respiré hondo. Necesitaba relajarme. Di otro trago a mi coca-cola y me relajé, sentada en la hierba. Estaba sola, y eso me gustaba.