Capítulo 15

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-Venga (TN), despierta.- escuché a lo lejos la voz de Mariah.

-Ummm.- protesté.- ¿Qué pasa?- me quejé.

-Tu padre ha venido a buscarte –me avisó.

-¿En serio? ¿Tan temprano?- me destapé y me refregué los ojos.

-(TN), son las 12:00…- abrí los ojos como platos y me levanté de un salto.

-Wow, baja a decirle que en 10 minutos estaré arreglada.- me quité el pijama y lo guardé en un cajón de su armario.

Tenía un pijama en su casa, porque ya eran tantas las veces que me quedaba en su casa, que me daba pereza tener que ir siempre con mi bolsa para cambiarme. Me puse los pantalones de ayer y le cogí una camiseta a Mariah, una de mis favoritas, negra con un “fuck you” plateado en la parte delantera. Salí de la habitación y entré al baño para lavarme la cara y peinarme un poco. Bajé las escaleras corriendo y saludé a mi tía.

-Hola cielo, ¿Cómo dormiste?- me preguntó mientras me daba un vaso de zumo.

-Genial, ya sabes, duermo mucho.- de un sorbo bebí el zumo de naranja y al salir le di un beso en la mejilla.

-Hasta la próxima, cariño.- se despidió.

-Adiós tía.

Mi prima estaba hablando con Mike, y mi papá sentado en el coche con el móvil hablando con su novia, para variar… 

-Hola enano- saludé a Mike.

-Hola pesada- rodeó los ojos y yo sonreí.

-Mariah, acuérdate en lo que quedamos para esta noche- le guiñé un ojo y hice el gesto que Styles siempre hace cuando se acomoda los rizos.

-A las 11, ¿es una buena hora?- me preguntó.

-Supongo… Te pasaré a recoger y nos vamos caminando al centro, ¿te parece?- le propuse.

-Me parece perfecto- me abrazó y subí al coche.

-Hola papá- saludé mientras me ponía el cinturón de seguridad.

-Hola cielo- y eso fue todo. Creo que no tenía un buen día.

-¿Ocurre algo?

-Pregúntale a Mike y su nota en el examen de Biología…- miró a Mike por el retrovisor y yo copié su acción.

-Sólo fue un 4…- jugó con sus dedos, nervioso y me miró con cara de pena.

-Papá no seas tan exigente, es la única asignatura que se le da mal- intenté que sintiera compasión pero intento fallido.

-¿Quién es el papá aquí?- preguntó irritado.

-Tú…

-Entonces punto y final a la conversación- miré a Mike por el retrovisor y me dio mucha pena, jugaba con su figurita de pokémon.

Todo el trayecto fue en un silencio incómodo, hasta llegar a casa. Cuando llegamos, salí disparada del coche y entré, sólo quería seguir durmiendo hasta que llegara la noche.
“Let’s start in style, let’s dance for a while. Heaven can wait we’re only watching the skies. Hoping for the best, but expecting the worst… are you gonna drop the bomb or not?”

La alarma de mi móvil. Genial, ya no me acuerdo ni a qué hora la puse. Levanté el brazo pesadamente y toqué la pantalla para poder ver la hora. Las 20:00. Mierda, había dormido casi todo el día… Salí de la habitación y me dirigí al salón.

-Aleluya te despiertas, dormilona.- me giré y era Lucy la que me había hablado. Ella estaba sentada en el sofá con el portátil.

-¿Por qué no me despertaron?- pregunté molesta.

-Lo intenté, pero dijiste que “5 minutitos más”- me imitó. Y yo reí.- Está la comida en la nevera, sírvete tu misma.
Me dirigí a la cocina y abrí la nevera, había pasta, para comer, bueno ahora para cenar. Dudé si hacer lo que estaba pensando o no, y lo acabé haciendo. Cogí un tenedor y me senté al lado de Lucy, en el sofá.

-Em… Lucy me preguntaba una cosa…- dije enrollando la pasta y metiéndome una cucharada en la boca.

-Dime, cielo.- No sé por qué a veces me caía mal, ella era cariñosa, pero también muy toca cojones cuando se lo proponía.

-Hoy he quedado con Mariah y unos amigos… bueno para salir en la noche.- se giró y me miró fijamente, después sonrió y siguió con la mirada en el portátil. 

-Primera vez que me pides permiso para salir por la noche- se asombró.

-Ya lo sé- seguí comiendo.

-Claro que te doy permiso, ya tienes 17 años, además eres muy responsable- por un momento me sentí alagada.

-A las 3 en casa, ¿entendido?- las 3 me parecía un exceso, tenía el presentimiento de que llegaría antes a casa.

-Gracias- me eché a la boca la última cucharada de pasta y me levanté del sofá, contenta.

Subí a la habitación y decidí darme una ducha, empezaría a arreglarme para esta noche.

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¡Graicas por leer!

Boo Bear... ¿para siempre? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora