Capítulo 55

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Me senté en una mesa vacía y empecé a repasar mis apuntes mientras daba mordiscos a un pequeño sándwich.

-¿Estudiando a la hora de comer?- levanté mi mirada y me encontré con Harry y otro muchacho. Su cara no la había visto nunca por aquí.

-Si quiero tener mi carrera, supongo que tendré que esforzarme un poco- otro mordisco.

-Ya veo que Louis se ha pillado a una empollona- solté una carcajada mientras Harry y el otro chico también.

-¿Ella está con Louis?- le preguntó el moreno.

-Sí…- me miró y yo lo estaba mirando expectante. ¿Cómo sabía ese chico que yo estaba con Louis?- oh, él es Liam- fijé mi mirada en ese chico y él me sonrió.

-No estudio aquí, solo he venido a ver a Harry un rato- se presentó.

-Yo estoy en la carrera de derecho- sonreí.

-Carrera difícil e interesante- levantó una ceja.

-Espero poder sacármela, estoy estudiando demasiado y es muy difícil- me quejé.

-Ojalá puedas. Sirve mucho tener una carrera de derecho- dejamos a Harry al margen mientras Liam y yo hablábamos. Por fin conocía a alguien con quien poder mantener una conversación estándar.

-Lo sé, quiero ser una abogada de prestigio o alto nivel- suspiré- algún día espero serlo- esbocé una sonrisa.

-Sigo aquí- dijo Harry.

-Contigo solo hablo de tonterías- lo miré con ternura.

-No es verdad- sacó su móvil y cruzó las piernas mientras se estiraba cómodamente en la silla- contigo no puedo hablar cosas de chicos- se defendió.

-Ni yo contigo cosas intelectuales- me tembló el labio inferior a punto de reír.

-Has herido mis sentimientos, (TN)- rió Harry tocándose el pecho y abriendo la boca. 

-Vete con Mariah a ver si ella te los repara- sus ojos se iluminaron.

-Si tu supieras lo que me hace Mariah…- cambié mi expresión de risa a mas seria.

-No seas cerdo Harry- reí.


Marqué el número de Louis cuando ya estaba en casa. Pesadamente me tiré en la cama y cerré los ojos. Estaba realmente cansada. Ahora solo me dedicaba a estudiar. Estaba en la recta final, y pronto me sacaría la carrera. Por fin.

-Hola bonita- me contestó.

-Hola feo.

-Eso es discutible- dijo pícaro.

-Sí claro- reí- bueno… em… ¿a que hora es el partido?- le pregunté.

-A las ocho- me contestó- ¿si quieres te recojo ahora y estamos un rato juntos…?- mi corazón latió fuerte y me puse nerviosa.

-Vale…- dije tímida.

-Dentro de un rato estoy ahí, adiós preciosa- se despidió.

-Adiós Boo Bear- colgué.

Caminé hacia el despacho de papá. Ahí estaba, repasando por enésima vez la pizarra seleccionando donde pondría los jugadores en el partido de hoy.

-Hola papá- me estiré pesadamente en el pequeño sofá que tenía en frente de su mesa.

-Hola cielo- se giró y me sonrió- ¿estás mejor por lo de ayer?- se acercó y me miró con ternura.

-Sí…- no me gustó recordar lo que me ocurrió ayer- no sé que me pasó, creo que me alteré demasiado por… ya sabes, estrés de Universidad- si le decía lo que pasaba por estar con Louis, no dejaría ni que lo viera. Lo mejor sería que no lo preocupara.

-Me imagino…- se masajeó las sienes. Estaba cansado- pero ya verás que cuando tengas la carrera todo el esfuerza tendrá su recompensa.
Asentí, distraída.

-Hoy asistiré al partido- sonreí. Me miró sorprendido abriendo los ojos y levantando una ceja.

-¿Des de cuando tanto interés por el futbol?- preguntó.

-Ya lo sabes…- me sonrojé.

-Louis, ¿verdad?

-Sí.

-Algún día podría venir a cenar a casa- se sentó en la silla de su escritorio, ahora sí, quedando frente a frente.

-No somos nada oficial, papá…- dije nerviosa.

-¿Y que mas da? Louis es buen chico, es uno de los mejores del equipo- dijo orgulloso- me gustaría que viniera a cenar…-pausó- díselo cuando puedas.


-Hola- sonrió de lado. Le devolví el gesto mientras entraba al coche y le di un corto beso en los labios. 

-Hola- dije tontamente. 

Encendió el motor del coche y empezó a conducir. Se veía jodidamente sexy conduciendo y lamiéndose los labios de vez en cuando. Cogió mi mano y la puso en la palanca de cambios, después, colocó la suya encima de la mía. Lo miré divertida.

-Me gusta sentirte- me mordí el labio. Mi corazón se derritió instantáneamente, ¿cómo podía decir esas cosas? ¿a caso se había leído un libro de cómo conquistar a una mujer?


Louis estaba en la cocina preparándose una ensalada. Yo le había propuesto cocinarle algo mejor que eso, pero me dijo que no podía comer demasiado antes de un partido.
Vi su espalda bien formada, mientras cortaba las verduras. Me mordí el labio inferior y noté algo en mi estómago. ¿Des de cuando me ponía cachonda con solo verlo de espaldas? Me acerqué sigilosamente y lo abracé por detrás, tocando su ancha cintura. Di un pequeño beso en su cuello y pude ver como Louis movió el cuello hacia atrás. Sintiendo.

-¿Qué haces?- metí mis manos por dentro de su camiseta, acariciando su suave piel. Louis tartamudeó mi nombre- ¿Dime?- dije traviesa.

-Para…-me advirtió.

-Si no estoy haciendo nada- reí para mis adentros y volví a besarle el cuello.

-En serio, me estas calentando demasiado- respiró con fuerza mientras apretaba la pequeña tabla de madera donde cortó la verdura.

No le hice caso y mordí su oreja. Me coloqué delante suyo y lo besé mientras notaba su erección.

-Por dios…- dijo frustrado. Me cogió de los hombros y me miró fijamente- (TN), para por favor.

-Joder, ¿Qué te pasa, Louis?- le pregunté molesta.

-Si sigues haciendo eso me pondrás cachondo, y la única forma de que se me pase es echando un polvo, y tu eres virgen ¿vale?- lo miré seria. Miré a otro lado que no fueran sus preciosos ojos y susurré un “está bien”.

Boo Bear... ¿para siempre? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora