-Narra Louis-
Me estaba preparando algo para comer. Había llegado de trabajar y estaba con el pelo un poco mojado aún.
Me preparé unas fajitas y me senté en sillón comodamente, mientras veía un poco las noticias. Bufé cuando escuché como mi móvil vibraba y lo cogí. Una sonrisa boba se apoderó de mi boca.
-Hola mi amor – contesté.
-Hola cielo – noté su tono tímido.
-¿Cómo estás, enana? – sonreí para mis adentros. Me gustaba llamarla enana, y sabía que a ella también.
-Acabo de llegar de la Universidad, y ha no hace falta que vaya más – noté un cierto tono de felicidad - ¡estoy de vacaciones! – dijo emocionada.
-¡Que bien! – Me alegré por ella – pues serás toda mía – Dije con un tono más grave.
-Toda tuya… - repitió. Reí silenciosamente – bueno… em… ¿esta tarde quieres venir a las montañas que hay cerca de mi casa? Voy con Mike – pausó – Mariha y Haryy también se han apuntado.
-Suena bien – le dije – os llevo en mi coche, ya se que montañas dices – sería mucho mas facil si conducía yo. Llegariamos mas rapido y mucho mas seguro.
-Gracias mi amor. Nos vemos esta tarde – dijo suavizando su tono de voz. Me encantaba, por que siempre le daba vergüenza llamarme “mi amor” o “cariño”.
-Estoy deseando verte – escuché su risa y colgamos.
Acabé de comer tranquiamente y me estire en el sofá, mientras cada vez escuchaba el sonido de la televisión más lejos… y más suave…
<<Toc – toc – toc >>
Abrí los ojos en seguida. Mierda. Me había quedado dormido. Me apresuré a abrir la puerta… era Harry.
-Tío, ¿Qué haces aún sin vestirte? Ya son las 6… - entró a mi casa y se sacó el gorro.
-Joder, me he quedado dormido – me refregué los puños contra mis ojos, para despertar más.
-Pues venga, mueve el culo, y vistete rápido – me dirigí a mi habitaición y Harry se sentó en la punta de mi cama – (TN) y Mariah nos están esperando. Y… el pequeño Mike – sonrió.
Saqué del armario un jersey muy grueso y una chaqueta. Después un gorro y unas botas.
-¿Esto? – señalé lo que había tirado encima de la cama y Harry asintió.
Me vestí velozmente y salimos apresurados de mi apartamento.
-Eres un desastre Louis – negó Harry riendo.
-Styles, cállate – me molesté – venía del trabajo y estaba agotado ¿vale? – Harry me miró serio y se calló. Se giró y miró hacia la ventana mientras sacaba su móvil y jugaba distraídamente.
Llegamos y aparqué el coche.
-Harry… no te pongas así – me miró serio – sabes… sabes que estoy cansado, siempre estoy reventado cuando salgo del trabajo… - agachó la mirada – y también te quería agradecer por defender a (TN) el otro día – me miró y sabía, que escondía una sonrisa – no sabes lo orgulloso que me siento de mi hermano – sonrió – y no me imagino que pudiera haber pasado si no llegas a estar ahí, y (TN) llega a estar sola… - un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me puse tenso.
-Me cae genial, y se cuanto la quieres. Así que dudo que le pase algo, si yo estoy en la Universidad… ¿vale, hermano? – sonrió. Nos chocamos los puños y le sonreí. Le quería. Mucho. Era un hermano, al igual que Niall.
Nos bajamos del coche y vimos a (TN), Mariah y Mike, sentados en el porche, esperándonos. (TN) me dedicó una bonita sonrisa, al igual que Mariah a Harry.
-Hola mi amor – con una mano la cogí de la cintura y apreté suavemente mis labios contra los suyos.
-Hola cielo – sonrió. Miré a Mike y este rodeó los ojos apartándome la mirada. ¿Qué ha sido eso?
Harry, también la dio un beso en los labios a Mariah, y ella se ruborizó a más no poder. Hacían muy buena pareja, pero yo sabía que aún no eran nada serio.
-¿Vamos ya hacia la montaña? – pregunté entusiasmado.
-Claro – dijo Mariah.
Nos subimos todo al coche, y cabíamos perfectamente. Puse un poco de música y todos manteníamos conversaciones, con todos. Harry iba a mi lado como copiloto, mientras que las chicas y Mike se situaban detrás.
El viaje duró 30 minutos. Las pequeñas montañas quedaban un poco alejadas de donde vivía (TN), pero era el único sitio donde era accesible ir, y que hubiera nieve.
Llegamos y nos bajamos del coche, hacía un frío que te helaba hasta la columna. Todos nos pusimos los guantes rápidamente, y empezamos a caminar por los bosques que había en la montaña. Nos paramos en un gran prado, que ahora estaba cubierto por nieve, y podías ver parte de la ciudad cubierta por esta, también. Las vistas eran preciosas.
-Wow…- dijo Mariah acercándose a mirar la ciudad nevada. Harry la acompañó. Yo me quede parado mientras veía que Mike y (TN) hablaban. Agudicé el oído y pude escuchar la conversación.
-Otra vez Louis… ¡pensaba que íbamos a ir solos tú y yo! – le dijo Mike, molesto.
-Si él no nos hubiera llevado en coche, no podríamos haber venido – le explicó (TN).
-Pues nos lleva papá, pero siempre estas con él, ya no me haces caso – Mike se cruzó de brazos.
-No digas tonterías, claro que te hago caso – noté el tono de enfado en (TN).
-Mentira. Ahora siempre estás con él y no haces otra cosa que no sea pensar en Louis, ¡estoy harto! – se acercó a (TN) y la empujó. (TN) se tambaleó y lo cogió de las muñecas.
-¡Para! – le elevó el tono de voz. Pero Mike no le hacía caso, seguía queriéndola empujar. Hasta que (TN) cayó sentada en la nieve.
Me alarmé. Caminé rápidamente hacia Mike y él me miró asustado. Lo cogí y me lo puse en el hombro, dejando su cabeza colgando y yo teniendo a la vista sus pequeñas piernas.
-¿(TN) estás bien? – dijo Mariah riendo, mientras la ayudaba a levantarse.
-Voy a hablar con este enano… - dije molesto y (TN) asintió.
Mike pegaba patadas y me daba en la espalda, pero no me hacía el menor daño. Él tenía nueve años y yo veintiuno. Cuerpos distintos, y aguantes distintos…
Me adentré un poco en el bosque, y lo dejé en el suelo. Me apoyé en el tronco y se quedó parado en frente mío.
-¿Qué haces empujando a (TN)? ¿Qué te pasa, Mike? – le pregunté enfadado. Por muy pequeño que fuera, no tenía derecho a empujar a su hermana y tratarla así.
-No te importa – dijo mientras miraba el suelo.
-Claro que me importa – le dije molesto.
-¡Siempre está contigo! ¡Ya no me hace caso! Prefiere estar contigo que conmigo… - sus ojos se cristalizaron y pateó una piedra que había en el suelo. El corazón se me encogió y sentí pena.
Me coloqué en cuclillas y lo miré. Él me miró frunciendo el ceño.
-Tu hermana te quiere mucho, si vieras como sonríe cuando me habla de ti… - sonreí y Mike dejó de fruncir el ceño – está conmigo por que soy su novio – intenté explicarle – tu hermana es guapísima, ¿verdad? – asintió – pues… no querrás que se quede toda la vida sola… - negó con la cabeza – pues para eso estoy yo, yo me di cuenta de lo preciosa que es – Mike sonrió – y también quiero llevarme bien contigo, por que tiene un hermano que le gusta el fútbol y podrá irme a ver a los partidos… ¿no es así? – Mike asintió mientras sonreía.
-Solo… solo me enfadé, lo siento… - Mike era adorable. Y estaba celoso. Lo sabía. Pero intenté despreocuparlo, yo solo me quería llevar bien con él.