Capítulo 51

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-Narra (TN)-

-(TN), Mariah ya está esperando en la puerta- me aviso Lucy. 
Louis hace unos minutos que se acababa de ir. Espero que nadie se haya dado cuenta.

Abrí la puerta colocándome mi mochila solamente en un hombro, y vi la cara de Mariah intentando aguantarse la risa.

-¿Qué pasa?- le pregunté.

-Dímelo tú- abrí los ojos.

-¿Qué te diga el que?- jugué con mis dedos nerviosamente.

-Louis se acaba de despedir de mi- cerré los ojos para aguantar la risa- ¿Qué hacia en tu casa?- me preguntó mientras empezamos a caminar cada una hacia Universidad.

-Es un amor de chico- le conté.

-Detalles, por favor- exigió sonriendo. Negué con la cabeza.

-Ayer me dijo que estaba enamorado de mi- Mariah giró lentamente la cabeza, como la niña del exorcista.

-¿No jodas?- preguntó boquiabierta.

-Sí…-me ruboricé al instante.

-¿Y tú que le dijiste?- me miraba con mas atención que nunca.

-Obviamente que yo también- sonrió aceptando con la cabeza.

-Hacéis muy bonita pareja- comentó.

-Aún no somos nada- dije con el ceño fruncido.

-Dale tiempo- me guiñó un ojo- está loquito por ti, ¿no ves?- me mordí el labio inferior. Nos callamos por unos segundos, pero rápidamente saqué conversación mientras nos subíamos al autobús.

-¿Qué tal… Harry?- pude notar como Mariah se tensaba.

-Me invitó a cenar…- levanté una ceja a la espera de más información- ¡Que quieres que te explique!- me dijo nerviosa. Le gustaba. No había más.

-Te gusta…- le di un pequeño codazo.

-Lo hicimos- abrí los ojos a punto de desorbitarse.

-¿Qué?- dije atónita.

-Ya lo has escuchado, no hace falta que te lo repita- pensaba que iba a explotar de lo roja que estaba. Yo ya sabía que Mariah ya no era virgen. Ella no era como yo, que nunca había tenido novio o experiencias sexuales, y por eso siempre recurría a ella en ese sentido. 

-Wow…- ya había llegado mi parada. 
-Adiós fea- me agito la mano. Copié su acción y caminé hacia la Universidad.

-Grupos de cinco, ¡vamos!- exigió la profesora de filosofía.

Miré rápidamente a Samantha y a Jessica. Me sonrieron. Así que cogí mi silla y caminé hacia el fondo de la gran sala. Donde ellas se situaban. 

-Hola- dije animada. Me sonrieron.

-¿Quie mas puede venir en nuestro grupo?- preguntó Jessica.

-Nosotros- nunca había hablado con esos chicos. Pero si, sabía que uno era “amigo” de Harry. Y no, no era el que me llamó zorra.

-Está bien- dijo Jessica coqueta mientras Samantha los observaba detenidamente. ¿Es que no se cansaban de coquetear?

-Van a hacer un análisis sobre este dosier que les entregaré a continuación- informó- lo quiero para la semana que viene- siguió explicando- así que tendréis que hacer trabajo fuera de las horas aquí- genial…

Ya teníamos nuestro dosier y todos sacamos nuestras libretas para empezar a trabajar. 

-(TN)…- busqué con la mirada quien me había llamado. Uno de los tres chicos, que no sabía mi nombre, me estaba observando, y suponía que era él.

-¿Y tú eres…?- pregunté-

-Frank- asentí ligeramente.

-Dime- todo el grupo estaba pendiente de nuestra conversación. 

-¿Qué tal con Louis?- abrí los ojos. Samantha y Jessica lo miraban con asco. Bueno, al menos me defendían en estos momentos.

-¿Qué? ¿Tú que sabes de Louis?- pregunté molesta.

-Vamos, casi todo el mundo sabe que estás con Louis- dijo obvio.

-No estoy con Louis- puntualicé.

-Bueno, yo también diría eso si supiera lo que dicen de él- miró a sus amigos- y en todas las peleas que ha estado- sentía que mi sangre hervía por las venas. 

-¿Qué pretendes diciéndome esto? – pregunté irritada- sé quien es Louis, ¿de acuerdo?- me miró haciendo una sonrisa de medio lado.

-No te habrá pegado ¿verdad?- el chico de su derecha le dio un codazo, mientras el de su izquierda le faltaba el aire para reírse. Abrí la boca, juntamente con los ojos. La palma de mi mano me quemaba por abofetearlo. Y así lo hice. 
Toda el aula, se giró. Estaba levantada y con todas mis fuerzas le pegué. Esto ya era inaguantable. No aguantaría nada, estaba en mi grado de irritación máximo.

-Deja de hablar estupideces- le grité. Me miró sorprendido, poniéndose su mano y sobando ligeramente su mejilla. 

-Tenía razón… es una zorra- comentó el de su derecha.

-¡Cállate cerdo!- gritó Samantha.

Me costaba respirar. No controlaba mi respiración y cada vez sentía que me ahogaba más. Mis ojos llenos de lágrimas a punto de derramar, y toda el aula mirándome. Sentí pánico. 
La profesora caminó decidida hacía mí y me cogió del brazo sacándome del aula, y cerrando la puerta de un portazo.

-¿Qué haces (TN)?- me preguntó gritando. Dios mío, me estaba ahogando. Quería irme. Quería sentir a Louis. Y sí, quería pegarle más a ese capullo.

-Me quiero… ir…- dije intentando respirar. Mis manos temblaban y empezaban a sudar. 

-¿Estas bien?- me preguntó. ¡Me estaba ahogando!- mierda…-susurró y me llevó a secretaría. 

Mientras, yo no podía sacar mi mirada del suelo y sentía que en cualquier momento me pondría a llorar.

-Cielo, dime un número de teléfono para que te vayas a casa- tardé unos segundos en recordar el número de Louis. Se lo dicté y se colocó el teléfono en la oreja- ¿a quien estamos llamando?

-A mi primo, es el único que esta aquí en estos momentos- incluso al borde de un ataque de ansiedad podía mentir bien.

-Hola, mire- empezó a hablar. Mi corazón fue a mil por hora- le llamamos de la Universidad de (TN) (TuApellido), por favor ¿podría venirla a recoger?- pidió amablemente- está a punto de sufrir un ataque de ansiedad, y es mejor que se vaya a casa.

Boo Bear... ¿para siempre? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora