-Narra Louis-
-Harry, mira que eres inoportuno joder… - le dije mientras salía a la terraza y me apoyaba en la barandilla.
-Tengo notícias, y te llamo cuando me de la gana – dijo reprochando como un crío. Suspiré.
-Cuétame… - dije pesadamente.
-Es sobre la pelea, es este martes donde siempre ha sido, en aquellos sitios donde están las fábricas abandonadas – pausó – yo quiero ir… ¿tu… irás? – me preguntó.
-No lo sé… - me masajeé las sienes – estaría bien ir y darle una paliza a esos gilipollas de Frank y sus amiguitos, pero (TN)… - me giré y la vi, mirando la televisión entretenida y tapandose con la manta – no lo sé hermano…
-Bueno… haz lo que quieras, yo iré a ver como estan las cosas por esos sitios, así que bueno, ya me dirás algo – se despidió.
-Está bien bro… - dije pensativo – adiós – colgué.
Maldije en voz baja y miré pensativo hacia las vistas de la ciudad de Londres que tenía desde mi pequeña terraza.
Tenía muchas ganas de asisitir a una pelea, sabía que no me pasaría nada y me sentiriía bien si machacaba a Jack y a sus amigos. Ellos habían hecho que (TN) sufriera un ataque de ansiedad y tambien se habían peleado con Harry, dos de las personas que mas quiero, y eso no lo permítiria.
Entré al salón, ya que a fuera hacía bastante frío y me senté al lado de (TN) abrazandola por los hombros.
-¿Qué quería Harry? – intenté buscar una excusa rápida.
-Nada… quería saber como nos iba – sonreí – le dije que perfectamente – (TN) se mordió el labio y sus mejillas tomaron un cierto color carmseí. Me acerqué a ella y pegué mis labios contra los suyos, lenta y cariñosamente.
Estuvimos casi toda la mañana así, ni ella ni yo teníamos planes. Solamente queríamos estar juntos.
-¿Piensas estar todo el día asi? – giró la cabeza y me miró a los ojos escondiendo una sonrisa.
-Si con “así” te refieres a estar a tu lado y abrazandote, pues… sí – le saqué la lengua. (TN) soltó una carcajada y se incorporó en el sofá.
-Y mañana… - se acercó a mí y se volvió a sentar en mis piernas. La cogí de la cintura y la acomodé, así podía… sentirla.
-Mañana ¿Qué, mi amor? – sonreí bobamente.
-Es tu cumpleaños, tonto – mierda. No me había acordado – y te tengo un regalito – sonrió traviesa – espero que te guste.
-No hace falta que me regales nada, mi vida – le acaricié los muslos.
-Si hace falta – se cruzó de brazos – tu me das muchas cosas, y encima que es tu cumpleaños… te voy a regalar algo, quieras o no – reí ante su carácter infantil.
-Está bien… - rodeé los ojos y le acaricié la mejilla. Era mi princesa, como cuidar de alguien a quien amas mucho, a quien tienes miedo de que le pase o le hagan algo. Miedo a perderla…
-Seguro que te gusta, son… bastantes cosas – sonrió.
-Oooh… -abrí los ojos y acaricié mi nariz con la suya.
(TN) se acercó con los labios entre abiertos y a mi la boca se me hizo agua. Eliminé la poca distancia que nos separaba y la besé con fuerza. (TN) cogió la manta y se la colocó encima de los hombros, tapandonos a los dos.
El beso subió de tono poco a poco, (TN) era jodidamente sexy y preciosa. Metí mi mano en sus pantalones y después en su ropa interior, noté como su piel se erizaba y aumentaba la velocidad del beso.
Gimió suavemente cuando acaricié su punto débil, y yo sonreí. Metí dos dedos y (TN) arqueó la espalda cerrando los ojos con fuerza. Mierda, le había dolido.
-Pe-perdona mi amor… - me sentía como una mierda, le había hecho daño otra vez. ¡Imbécil!
-Tranquilo – le temblo la voz. Cerré los ojos y apoyé mi frente en su pecho, maldiciendome en silencio.
-No era mi intencion, tenía que haber tenido mas cuidado… - le entrelacé las manos y la miré, preocupado.
-No pasa nada – besó mi nariz – es que eso… - miró a mi entrepierna – hace daño – rió y yo sonreí.
No podía expresar cuanto la amaba, lo que había llegado a significar para mí en tan solo un mes. Pero hay un plus… ella fue el primer amor, mi primera mejor amiga, lo fue todo, y lo más bonito es que yo he sido su primera vez, y ella mi primera vez haciendole el amor a alguien, y me encanta saber que ha sido a ella.
No la quiero perder nunca, tengo mucho miedo. Siempre la cago y no quiero que se canse, no quiero que esté harta de mis errores y me deje.