-Narra Louis-
Giré la cabeza para mirar a (TN), pero se había dormido. Miré a Grace y le sonreí.
-Estará cansada – dijo Grace excusando a su hija.
-Hemos salido muy temprano de su casa, es normal que esté cansada – la abracé mas contra mí y (TN) se acomodó durmiendo profundamente.
-¿Has visto a Jack últimamente? ¿Cómo está? – Grace dio un sorbo a su taza de café, hirviendo.
-Lo he visto esta maña – pausé – él es mi entrenador, así que lo veo muy seguido.
-¡Es verdad! A veces hablo con tu madre, aún nos seguimos llevando bien. Ella me contó que jugabas en el equipo de Doncaster, ¿no es así? – Asentí – y (TN), ¿sigue estudiando? – preguntó.
-Sí, sigue en la carrera de derecho – le acaricié la mano – la cuido mucho, no te tienes que preocupar, Grace – le sonreí.
-Se que eres bueno para ella, además, eres mayor… eso es bueno – me dio su aprobación. Le sonreí cálidamente - ¿Cuándo lo hicisteis oficial? (TN) no me contó nada… - bebió otra vez de su taza, frunciendo el ceño. A lo mejor, recordando alguna conversación con (TN), donde le hubiera dicho que estábamos juntos.
-No es oficial aún, nunca se lo he pedido – me miró extrañada – lo quería hacer hoy.
-¿Hoy? ¿Cuándo? – sentía una sensación rara cuando hablaba con Grace. Sentía lo mismo que cuando hablaba con mi madre. Confianza. No tenía vergüenza o me ponía nervioso… A lo mejor era por que la conocía des de que era un mocoso.
-Esta noche – pausé – quiero llevarla a cenar a un sitio que llevo toda la semana pensando, y ahí, hablar con ella sobre lo nuestro – Grace sonrió y sentí como me ruborizaba por completo.
Se hacía de noche, y Grace me había ayudado a hacer la reserva en aquel restaurante. Era una sorpresa.
-(TN), cielo – la despertó, Grace.
-¿Mhhm? – se restregó los ojos. Yo esta abrochándome la chaqueta y preparándome para irnos.
Grace y yo habíamos conversado durante dos horas. Hablamos de diferentes temas; me explicó que echaba de menos a (TN), y ella sabía que (TN) también. Que trabajaba de enfermera, y que poco tiempo podía estar en casa. Más tiempo pasaba en el hospital que en su casa. Y yo, le expliqué de que trabajaba y como estaba mamá y Sophie. Era una mujer muy culta, simpática y divertida. Ya sé a quien había salido (TN)…
-Mi amor, Louis te está esperando para iros… – le acarició el pelo su madre.
(TN) se incorporó en el sofá y bostezó.
-Mierda… - susurró – lo siento mamá, me he dormido – la miró apenada.
-No pasa nada cariño – le sonrió – he podido conocer más a Louis. Ya no es aquél niño de 13 años… ya es todo un hombre – escuché ese comentario y sonreí para mi adentros. (TN) se destapó y abrazó a su madre.
- Nos vemos para la cena de Navidad, mamá – Grace besó la frente de (TN).
-Adiós Louis – la abracé – eres muy buen chico – me sonrió y yo copié su acción.
(TN) y yo nos subimos al coche. Era de noche y hacía frío. Navidad y año nuevo se acercaba.
(TN) miraba por la ventana mientras yo conducía. Puse la calefacción del coche, y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Tenía frío. Miré a (TN) de reojo y ella estaba seria, pensativa…
-Ey – le acaricié la mano. Ella se giró instantáneamente y me mostró una sonrisa débil. Cogí su mano y besé sus nudillos – la verás para Navidad – le sonreí e intenté animarla.
-Lo sé – me contestó – gracias, de verdad – me miró – gracias por hacer esto – me puse nervioso. Me lo estaba agradeciendo de corazón. Era verdadero. Pude ver el amor en sus ojos.
-Por mi princesa lo que haga falta – le guiñé un ojo.
-Louis no tenías por que… - dijo (TN) sonrojada. Se acomodó en la silla, y puso su pelo hacia un lado.
-Sí tenía por que… - le sonreí.
El camarero trajo el postre. Pedí una fondue de chocolate. Sabía que a (TN) le encantaba.
-Oh… - abrió los ojos y se lamió los labios. Pinchó un trozo de fresa, y la metió dentro. La dejo ahí por un par de segundos y la sacó cubierta completamente por una gran capa de chocolate. Se la metió a la boca y emitió un ligero gemido – deliciosa.
Miraba a (TN) divertido. Parecía una niña pequeña, cuando disfrutaba. Se veía tan inocente y preciosa. Creo… que tenía que decírselo ya.
-(TN)… - le cogí la mano y ella tragó – mi amor… - me miró fijamente. Atenta. Expectante.
-Di-dime – tartamudeó. Entrelacé su delicada mano con la mía.
-Quiero hacer esto, real – empecé – quiero que te pregunten si tienes novio, respondas sí – (TN) empezó a sonreír – no sé como lo has hecho, pero me tienes enamorado. Puedo ser yo mismo contigo, y aún así me quieres. Aún así me aguantas… - besé su mano y (TN) sonrió ampliamente – quiero tener una relación seria contigo… ¿estas dispuesta?
(TN) hizo un puchero y sus ojos se humedecieron. No sabía ahora mismo que pensar. No sabía que estaba pensado (TN). Estaba nervioso. Se levantó y se sentó en mi regazo.
-Te quiero – me besó – te quiero mucho – lo volvió a hacer. Me miró aún con los ojos cristalizados.
-¿Eso es un si? – dije con un hilo de voz. Ella rió, asintiendo.
Llevé a (TN) a su casa. Nos bajamos del coche y me besó. Cogiéndome posesivamente de la nuca y apretándome contra ella. Wow.
-¿Y eso a que ha venido? – le pregunté sonriendo. Impresionado.
-¿No puedo besar a mi novio? – preguntó coqueta.
-Está claro, enana – ahora, la besé yo. Saboreando su boca, dejando sus labios rojos e hinchados. Nos separamos y le di una palmada en ese culito que tenía – te quiero.
-Y yo – me dedicó una sonrisa y entró a casa.
Me senté en el coche y cerré los ojos, suspirando.
-Es mía – susurré mientras encendía el motor del coche – ahora si que es completamente mía – sonreí y me dirigí hacia mi apartamento.