Cogí mi mochila y empecé a caminar por el pasillo. Por fin ya era fin de semana.
-¿Diga?- contesté mi móvil.
-Hola enana- sonreí como tonta al volver a escuchar su voz.
-¿Qué tal estás? ¿Hoy te veré?- pregunté intrigada.
-Te pasaré a recoger a las 6 más o menos, ¿te parece bien?
-Me parece perfecto- suspiré- Louis…
-Dime.
-¿Mi padre es muy pesado contigo?- le pregunté- lo digo porque siempre estás hablando con él y eso…- dije nerviosa.
-Hace su labor como padre- rió- me he encontrado con padres peores, el de mi ex novia era el peor él era…- paro de hablar un momento y yo dejé de sonreír. Ya daba por hecho y sabía que Louis había tenido, novias o… amigas con derecho, pero noté algo dentro de mí, no quería compartir a Louis, ni volver a saber que otras chicas lo habían besado o habían tenido su amor.
-Bueno nos vemos, adiós Louis- me aparté el móvil de la oreja y pude escuchar un “(TN) espera…” pero corté. No quería darle más vueltas al asunto.
-Cielo ¿quieres algo para comer?- me preguntó Lucy antes de volver al trabajo.
-No hace falta ya me preparo yo algo, tranquila- le sonreí.
-Está bien, adiós y asegúrate de ir a buscar a Mike al colegio- cerró la puerta y se fue. Mierda, me había olvidado de Mike. Bueno, Louis llegaba a las 6 y Mike salía a las 5, así que tenía tiempo de ir a buscarlo al colegio, que por cierto, no estaba muy lejos.
Me hice huevo revuelto con tostadas. Algo fácil y ligero. Me fui a la habitación y pensé que podría coger para meterlo en mi bolso. Ropa cómoda, eso para empezar. Y después cualquier tontería que se me pasara por la cabeza.
Miré el reloj despreocupada y ya eran las 4:30. Salí de casa y corriendo cogí el autobús. El viaje siempre se me hacia corto, aparte de que ya el trayecto era corto de por sí. Me bajé y escuché la campana del colegio. Sonreí ligeramente al acordarme de cuando yo iba al colegio, ya que ahora iba a la Universidad… joder, si que había pasado el tiempo.
-¡(TN)!- corrió Mike a mis brazos y me agaché para abrazarlo- no me dijiste que vendrías a buscarme- levantó una ceja.
-Era una sorpresa, ya que pasaré el fin de semana fuera- lo cogí de la mano y empecé a caminar hacia la parada de autobuses.
-¿Por qué te vas?- me miró con pena. No podía con esa carita de pena que a veces ponía.
-Estaré con Louis- intenté sonreír.
-Oh…-miró al suelo.
-Pero ya sabes que tu siempre serás mi chico preferido- lo cogí en brazos y le di un toque con mi dedo índice en su pequeña nariz respingona. Él rió y yo copié su acción.
-Toma, un bocata de jamón y queso, con mucho queso, como te gusta a ti- le entregué un bocata mientras él se sentaba en el sofá.
-Gracias- empezó a devorarlo.
-Yo me voy ahora, solo estarás media hora más solo, hasta que llegué Lucy- él asintió- así que no tires la casa por la ventana, confío en ti- el volvió a asentir ausente por mirar a la televisión. Negué con la cabeza riendo y noté vibrar mi móvil.
“Ya estoy aquí, sal cuando quieras.”
Di un beso en la frente a Mike, cogí mi bolso y salí por la puerta, cerrando con llave para que nada le pudiera pasar a mi pequeño.
Entré en el coche y dejé mi bolso en mis pies.
-Hola- le dije con media sonrisa.
-Oye (TN), no quiero que te moleste lo que dije de mi ex novia- se giró en su asiento para mirarme detenidamente.
-No quiero darle vueltas a ese tema, no me importa si hablas de tu ex- dije indiferente, pero por dentro moría por saber quién era su ex.
-Si claro- dijo irónico- y me cuelgas así como así- me replicó.
-Venía un profesor y si me pillaban con el móvil me lo quitaban- puse una excusa. Él bufó y puso en marcha el coche.
-Está bien, no quiero empezar a discutir por una tontería- dejé el tema y mire por la ventana.
No hablamos en todo el camino. Él era muy orgulloso y yo también, así que no nos dirigimos la palabra.
Aparcó el coche, y se bajó. Copié su acción y me lo encontré enfrente de mí.
-No te he dado ningún beso cuando has entrado al coche- sonrió y yo no pude fingir enfado con él. Me es imposible. Simplemente no puedo.
-No me tienes que dar un beso siempre que me veas, no es necesario- (TN) hasta donde llegas por tu orgullo…
-Para mí sí que es necesario darte un beso- me cogió de la cintura con las dos manos y yo apreté mi bolso con fuerza, me ponía muy nerviosa estar cerca de él- me gusta besarte, ya deberías saberlo- se acercó a mí y pegó nuestras frentes- ¿a ti?
-¿A mí qué?- le pregunté después de salir de mi trance tras haber observado sus ojos con mucha detención.
-Si te gusta besarme. Solo dime un “no” y no te besaré- aún tenía sus manos en mi cintura y notaba como su pecho subía y bajaba. No le respondí. No me salían las palabras. Así que opte por la opción fácil. Me acerqué y deposité un beso en sus labios. Cuando se lo di, mi pensamiento fue diferente. No era con deseo. Bueno, a ver, no era con hambre, pero quise que notara que yo sentía algo por él, y que cada día aumentaba aquél sentimiento.