Capítulo 68

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-Narra Louis-


-¿Qué le has dicho? – preguntó (TN) cuando llegamos Mike y yo a su lado.

-Nada, hemos tenido una pequeña charla – la miré y le sonreí. Vi el alivio en sus ojos.

Vi a Harry como cogía un poco de nieve y hacia una bola con ella. Me agaché para imitar pero sentí algo muy frío, en la nuca.

-¡Harry te voy a matar! – escuché su risa como retumbaba por toda el bosque – empecé a correr detrás de él y le tiré nieve en todo el pelo.

Mariah empezó a reír a más no poder, mientras (TN) estaba igual. Mike tiró una bola de nieve a Harry, la cual le dio en la pierna. 

-¿Quieres guerra eh? – levantó una ceja, Harry.

(TN) hizo una bolita pequeñita y se la tiró a Mariah, la cual se asustó y después le tiró otra a (TN).

-Enana – llamé a (TN).

-¿Qué quieres feo? – sonrió.

-Mira que bola tan bonita tengo – la observé mientras giraba la bola de nieve en mi mano.

-Creo que mi bola es mas bonita – (TN) se mordió el labio para no reír. Se veía preciosa llevando ese gorrito marrón. 
Me quedé atontado mirándola, y sentí la nieve en mi cara. Dolía. Empecé a toser y a sacarme la nieve de la cara.

-¡Louis! – se alarmó (TN) – perdona… no era mi intención – me quitó los restos de nieve que tenía en las mejillas. Le sonreí y ella negó riendo - ¿estás bien? – me preguntó preocupada.

-Tranquila, mi amor. No pasa nada – la besé suavemente. 
Había sido muy gracioso. Por que, me había dado cuenta de que el resto del mundo no me importaba, no me daba cuenta de lo que pasaba alrededor cuando (TN) estaba conmigo.

-Chicos, creo que es momento de irnos. Está comenzando a oscurecer, y puede ser peligroso – dijo Mariah. (TN) cogió a Mike en brazos y entramos en el coche.

Todos nos refregábamos las manos para entrar en calor, hasta que puse la calefacción en el coche. El paraíso.

-No hagáis mucho ruido, por favor. Mike se ha quedado dormido – avisó (TN). Todos asentimos y nos quedamos callados. 

(TN) quería muchísimo a Mike. Se notaba. Lo tuvo abrazando todo el trayecto, mientras le acariciaba el pelo cariñosamente.

-Nos vemos otro día, hermano – me despedí de Harry– adiós (TN) – se despidió Harry dirigiéndose a (TN). Mariah se bajó del coche dándome un abrazo.

-¿Dónde vas? – le preguntó (TN).

-Esta noche me quedaré en su casa – se ruborizó. 

-Ah entiendo… - levantó una ceja y ella rió.



-¿Quieres pasar, mi amor? – preguntó (TN) mientras abría la puerta.

-Bueno – sonreí. 

No había nadie. Seguramente el padre de (TN) tenía reunión con los otros entrenadores. Mañana tenía partido. Y Lucy, suponía que estaba trabajando.

-Espera en el salón, voy a acostar a Mike – subió las escaleras y lo llevó a su habitación.

Después de unos minutos, (TN) bajó y se sentó pesadamente en el sofá. Junto a mí. Apoyó su cabeza contra la mía y suspiro.

-Me lo he pasado genial esta tarde – sonrió mientras cerraba los ojos – eres el mejor, en serio. Haces muchas cosas por mí, y yo no hago ni la mitad – rió silenciosamente.

-Haces mucho por mí – fruncí el ceño – aguantarme, solo con eso haces demasiado – sonreí. Le acaricié la mejilla y ella abrió los ojos. Esbozó una sonrisa y pestañeó lento. Observandome.

-¿Qué miras tanto? – pregunté divertido. Hablabamos en susurros, ya que si hacíamos ruido despertaríamos a Mike. 

Eran las 9 de la noche y a fuera estaba nevando. (TN) y yo estabamos en el salón, solamente alumbrados por una pequeña lucecita en el salón.

-¿Qué, que estoy mirando? – sonrió – a mi novio. Lo guapo que es – se acercó y me besó lentamente. La cogí de las mejillas y la besé con más fuerza.

-Te quiero, mi reina – le dije mientras la cogía y la dipositaba encima de mí. Ella se colocó a horcajadas y me sonrió ruborizada.

-Y yo, mi rei – rió. La volví a besar, pero ahora, acariciandole esas preciosas caderas que me tenían loco.

Se movió encima de mí y noté como el calor se iba apoderando de mi cuerpo. 

-Ah… (TN) – Le susurré evitando gemir – joder, eres la mujer mas sexy que he visto – sus ojos brillaron y volvió a repetir la acción. Cerré los ojos y entreabrí la boca – por dios… 

Dejó mi boca en paz, y bajó lentamente dejando suaves besos en mi mejilla hasta mi cuello… Mala idea.

-Joder… - la apreté contra mi, ahuecando su culo en mis manos. 

-Louis estoy muy… - no terminó la frase, por que restregué mi erección contra ella.

-Y yo, mi amor – le besé cortamente en los labios – vamos a liberar un poco lo que llevamos dentro ¿vale? – asintió ansiosa.

-Ven, vamos a mi habitación – le miré frunciendo el ceño – está lejos de la de Mike, tranquilo – sonrió.

Me empujó posesivamente y caí sobre su cama. Se sentó encima de mí y me sacó la chaqueta y la camiseta. Se mordió el labio mientras me acariciaba la erección.

-Pareces una diosa desde mi perspectiva – le dije atontado. Ella soltó una carcajada.

-No digas tonterías.

-No son tonterías, eres perfecta – se tapó la cara, ruborizada. Cambié de posición en un segundo, y ahora era yo el que estaba arriba.




-(TN) si no quieres… ¡Ah, joder! – gemí fuertemente. (TN) había pensado en hacerme sexo oral, pero yo no estaba seguro de que ella quisiera. No tenía prisa en que me hiciera nada, no quería obligarla. Pero ella insistió, y no tuvo problemas así que… - ¡joder! – gemí y me mordí el dedo para no hacer ruido. 

Por dios. Lo hacía bien. Muy bien, a pesar de nunca haberlo hecho antes. Era demasiado el ver a (TN), con esos labios tan jodidamente sexys chuparme toda la..

-(TN), joder… no aguanto… - gemí. Mi respiración se estaba acelerando y la cogí de las mejillas. No me quería correr en su boca. Aún no. 

Me miró a los ojos sin entender nada, pero con su mano, sigió haciendo el trabajo. Me besó rapidamente y ya no aguanté más. La cogí de las caderas y la apreté contra mí, mientras me corría.

-Parecías tan vulnerable cuando estabas llegando… – rió traviesa. La miré y negué sonriendo.

-No tenías por que, yo no te dije que me lo hicieras – le dije.

-Pero yo quería – se sentó a mi lado en la cama mientras yo me subía los boxers y los pantalones. Mierda… tenía que cambiarme la ropa – quería probarlo, y que mejor que con mi novio – me besó la nariz. 

-Creo que… - (TN) se incorporó en la cama y nos quedamos callados un segundo – mis padres han llegado.
Me levanté a la velocidad de la luz y me acomodé toda la ropa. 

-¿No tengo ninguna mancha en el pantalón, verdad? – le pregunté preocupado.
-No, no. Estás perfecto – sonrió. La cogí de la cintura y la apreté contra mí mientras le comía esa boquita.

Salimos de su habitación y llegamos al salón. Encendimos las luces y nos dirigimos a la cocina, como si nada hubiera pasado.

-¿Hay alguien en casa? – era la voz de Lucy.

-Hola Lucy – (TN) salió de la cocina y yo detrás suyo. Nos miró y sonrió. 

-¿Dónde esta Mike? – preguntó.

-Arriba, en su habitación. Se quedó dormido en el coche – sonrió con ternura.

-Ah de acuerdo – dejó el bolso en la mesita del salón y seguidamente entró Jack. 

-¡Louis! – me extendió la mano y nos dimos un fuerte apretón - ¿quieres quedarte a cenar? – no sabía que contestar pero noté un pequeño codazo de parte de (TN). Deducía que tenía que decir que “sí”.

-Cla-claro – sonrió. 

-Genial. Ahora pediremos comida italiana, ¿te gusta? – Asentí. Lucy imaginaba que iba a ver como estaba Mike, y Jack se fue al jardin. A pesar del frío que hacía.

-¿Quieres que me quede? – miré a (TN) a los ojos.

-Claro, tonto – sonrió y me besó fugazmente.

Boo Bear... ¿para siempre? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora