Capítulo 13

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-Louis la cagó diciendo eso, ¿verdad?- preguntó Mike mientras volvíamos a los banquillos.

-Bastante.- dije secamente.

-Lo siento…- agachó la cabeza.

-¿Por qué? Si tú no has tenido la culpa.- lo mire perpleja.

-Te- te dije que te ayudaría, y mira, ahora estás triste…- cómo quería a este enano.

-No te preocupes pequeño, las personas cambian, los sentimientos no son mutuos…- cuando crezcas ya lo entenderás.- sonreí débilmente para que no se preocupara. Me miró y él me dejó ver su perfecta dentadura pequeña.
Me senté en el banquillo y saqué mi móvil. Un mensaje de Mariah. Ella, era mi prima, ya os dije que no soy cómo todas las adolescentes, aparte de que nunca me he enamorado y prefiero estar en casa antes que salir… Mi mejor amiga, se resumía en mi prima. Estamos muy unidas, desde que su padre murió, tengo miedo de perderla. 

“Hoy es viernes, ¿sabes lo que significa eso?”
“Me quedo en tu casa a dormir, ¿verdad?”
“Oh si nena”

Aquél último mensaje me hizo reír y que Mike me mirara raro. Yo, siempre me había sentido sola, en el colegio, tenía amigas, pero no me llenaban, sentía un gran vacío desde que me fui de Doncaster. Desde que dejé a mi madre… Desde que dejé a Louis. Pero aquél vacío, lo lleno un poco este pequeño niño que tengo a mi lado. Su risa y sus tonterías hacen que no me sienta tan sola a veces.

-¡Gol!- gritó Mike saltando en el césped. Miré desorientada al campo y vi cómo Harry se tiraba encima de Louis. Él había marcado.

-Y con este último gol, damos como finalizado el partido de esta noche, señoras y señores.- se escuchó aquella voz estridente en los altavoces del estadio.

Habían quedado empatados, pero creo que tendrían oportunidad de seguir en el torneo. Todos vinieron corriendo hacia papá, lo abrazaron y volvieron a entrar al vestuario. Sonreí tontamente al ver a Louis reír… Me acuerdo que cuando éramos pequeños, yo estaba enamorada de él. 

-¿Entrarás al vestuario?- preguntó Mike mientras caminábamos por el pasillo.

-No, ve tú, yo esperaré aquí.- di una sonrisa falsa y me senté en el pasillo. Mike soltó mi agarré y corrió hacia la puerta del vestuario. Me deslicé por la pared y me senté en el frío suelo. Saqué mi móvil y envié un mensaje de texto a mi mamá.

“¿Te acuerdas de Louis Tomlinson? Juega en el equipo de papá…”
“Va a pasar algo (TN), acuérdate de mis palabras…”
“Deseo que pase algo, pero lo dudo mucho.”
“Se fuerte mi niña, te quiero.”
“Y yo.”

Bloqueé el móvil y lo metí en mi pantalón. Me dolía tanto no poder estar con mi madre, no poder verla siempre que quisiera, no poder abrazarla y contarle mis problemas… Sin darme cuenta tenía los ojos húmedos y decidí poner mis brazos alrededor de mis piernas y hundir la cabeza ahí.

-¿(TN)?- abrí los ojos y levanté la cabeza. Era Louis.

-Hola.- me tembló demasiado la voz, y vi su reacción en su cara.

-¿Qué te pasa?- se acercó a mí y se paró en frente mío. 

Levanté la cabeza para poder mirarlo. Ya no llevaba el pantalón y la camiseta del equipo, ahora llevaba unos pantalones y una camisa. 

-¿A mí? Nada.

-¿Crees que soy imbécil?- sentí el tono de molestia en su voz. Me extendió la mano y yo la miré sin saber que hacer.- Venga, vamos a hablar al campo de fútbol.- cogí su mano que me ayudó a levantarme, y rápidamente la solté y mantuve distancia.

-Es muy raro todo esto, de volvernos a ver tras 9 años…- dije para romper el silencio.

-Demasiado.- suspiró.- ¿Tu vida ha cambiado tanto como la mía?- preguntó.

-No sé hasta qué punto ha llegado a cambiar la tuya, pero alucinarías con la mía…- miré al suelo.

-¿Me lo cuentas?- preguntó mientras abría la puerta y salíamos al campo. Estaba completamente vacío, todos los espectadores se habían ido y el silencio era exquisito.

-Tal vez cuando te tenga más confianza.- dije sin pensarlo.

-¿Más confianza?- rió irónicamente.- Pero si nos conocemos desde que éramos enanos.

-Y han pasado 9 años Louis…

-Está bien, haz lo que quieras.- dijo molesto. 

-Ah, y ¿ahora te enfadas por esta tontería?- le pregunté irritada.

-Me molesta que no quieras contármelo.- se justificó.

-Por dios Louis, tienes… cuanto, ¿20 años?- pregunté.

-21.- contestó secamente.

-21 años, ¿y te enfadas por esta tontería?- no lo dejé hablar.- es el primer día que nos vemos tras 9 años, que quieres, ¿qué te tenga toda la confianza del mundo?- lo miré a los ojos y él resopló.- he cambiado, y tú, ya veo que también.- esperé que contestara algo, mi paciencia se agotaba.

-Pensaba que seguirías confiando en mí como lo hacías cuando tenías 8 años…- agachó la cabeza y se volvió a remover el pelo.

-(TN), papá dice que ya nos vamos.- giré mi cabeza y vi a Mike en la puerta para entrar a los vestuarios.

-Ahora voy, espérame.- le dije y le sonreí.- Adiós Louis, tal vez podamos volver a hablar otro día.- dije con tono arrogante.

-Tal vez.- me contestó él de la misma forma.

¿Cómo se podía haber vuelto tan arrogante? Por Dios, había cambiado demasiado, ¿en que se había convertido? No lo sé, pero en una persona de la que no sería ni amiga.

-¿Interrumpí algo con Tomlinson?- preguntó Mike mientras caminábamos por aquél pasillo que ya empezaba a odiar.

-Sí, que le diera una bofetada ahí mismo.- escuché la risa de Mike y eso me hizo sonreír.

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¡Gracias por leer!

Boo Bear... ¿para siempre? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora