Capítulo 29

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Llegué a mi casa y para variar no había nadie. Ni se dieron cuenta que no aparecí en todo el día. Habrán pensado que almorcé aquí sola y que después salí con Cristian. Y si no lo piensan, tras hablar conmigo, lo pensarán! Que sueño! Mejor me echo un rato en el sofa. No puedo más con mi cuerpo. No he dormido más de dos horas. Además, este hombre me agota! Le ponemos tantas ganas que ni fuerzas me quedan! Mejor duermo un poco!

Poncho debio adivinar que quería descansar y se empeñó en que no lo hiciese, porque cada cinco minutos me mandaba un mensaje. Pensamientos, reflexiones, algunos muy dulces y otros, la mayoria, muy descarados. Al fin recibí uno en el que me decía que se iba a cenar con Chris que antes de acostarse me llamaba. Si! Podré dormir un ratito. Me tiré sobre el sofa. Tranquilidad! Nadie que me moleste! Por favor, que no llegue nadie! Que esto dure un poquito más! Y ahora ¿por qué no me puedo quedar dormida?. Que bien dormí en sus brazos! Se sentía tan bien, allí los dos juntitos y solitos. Y lo de violarlo tampoco estuvo nada mal. Dios! Me muero de risa! Que lo violé y tengo que cumplirle, solo a él se le ocurre.

Es tan cambiante, parece ser muy frio y distante, pero es muy tierno y mimoso. Aunque cuando se pone fogoso no es ningun niño cursi. Es tan sexy! Tan guapo! Dios, esta tan bueno! Ya bajale que así lo único que vas a conseguir es ser tú la que lo llame para que venga pero ya! Para violarlo en condiciones! Que mal estoy! ¿En qué estas pensando? Que fuerte, ahora no sólo pienso en sexo sino que además me planteo llevar la iniciativa. Definitivamente este hombre puede conmigo! Suena mi teléfono. ¿Donde lo puse?. No lo encuentro. ¿Cómo puedo estar tan desesperada por hablar con él si ni hace un minuto le contesté a su último mensaje?. Lo encontré! Ok! Relajate! No seas ansiosa. Coge el maldito teléfono antes de que deje de sonar!!! Relax! Relax! Ya lo puedo coger.

— ¿Si? Digame!

— Hola guapa ¿cómo estas?

— Bien gracias (muy féliz)

— Ya lo noto! (sorprendido). Pense que después de lo de anoche a lo mejor estabas molesta conmigo.

— ¿Lo de anoche? (extrañada)

— Ya sé que no te gustó! Pero no fue tan malo como para que hasta olvides que te bese.

— Perdón Derrick! Es que han pasado tantas cosas desde entonces que parece que pasó hace semanas.

— Ah! (riendose). Pues cuenta!

— No, como crees! No te voy acontar a ti

— ¿Por qué? (bromeando)

— Me besaste! (riendome)

— Y qué. Soy yo! Derrick! Beso a todas! (estallamos a reir)

— Estas bien loco! (intentando controlar la risa)

— Oh vamos! Cuenta! Sabes que otra cosa no pero sincero si que soy. Cuenta el chisme que yo opine.

— Ok!

Le conte lo que sentía por Poncho, lo que él sentía por mí y nuestra preocupación por Dulce. El pobre no supo que decirme, sólo me advirtió que cuanto más tardademos en decirselo peor sería. Yo intente convencerme de que no haría falta que le dijesemos, que ella acabaría olvidándose de Poncho. Pero Derrick me hizo darme cuenta de que para Dulce, él no era MI Poncho, ni siquiera era Poncho. Para ella, él era "su" Poncho. Considerabaque existía una relación o algo, que no era sólo un sentimiento de ella hacía él. Colgué y seguí pensando en esto.

Es cierto que nuestros amigos siempre hablan de "ellos" y no sólo del sentimiento no correspondido. Pero es lógico! Él sólo sale con nosotras dos, si no estamos ni se para a saludar a las demás. Para todo el mundo que nos odiamos. Deducción: siente algo por Dulce. Es normal que ella se haga ilusiones porque nosotros mismos lo provocamos. Como Dulce y yo siempre vamos juntas y él me busca a mi, ella interpreta que la busca a ella. Y siempre hablan ellos dos solos, y yo apenas le dirijo la palabra cuando está ella presente. ¿Cómo no va a pensar que siente algo por ella?

~Su Muñeca~ AyADonde viven las historias. Descúbrelo ahora