~Capítulo 109~

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Poncho y yo pasamos la tarde en su casa. Como nos entretuvimos hablando con su mamá, decidimos cenar allí. Toda una cena familiar. Y sorprendentemente, no me sentía incómoda, algo nerviosa sí, pero no incómoda. Es normal, temía meter la pata. Pero es fantástico verlos hablar y convivir. Una familia de verdad! Y no una comunidad como es mi casa. Nos contaron como se lo pasaron en la playa, nos reímos todo lo que pudimos de Óscar y comimos muy rico. Una noche bastante buena sino fuese porque mi mente es incapaz de disfrutar de nada en estos momentos. Nada calmará mi malestar hasta que hable con Dulce. Estoy que me subo por las paredes. Necesito hablarle ya! No aguanto ni un minuto más! Me siento como en el corredor de la muerte, esperando para mi ejecución.

Tras la deliciosa cena y el exquisito postre, nos fuimos a su habitación. Supuestamente a escuchar algo de música, aunque ni intentó disimular poniendo un disco. En realidad, tampoco era necesario mentir porque los padres no preguntaron ni les pareció extraño que nos fuesemos. Pero quedaba como raro irse sin decir nada. Y no era plan de decir "nos vamos al cuarto a comernos a besos". Que evidentemente era nuestra intención. Esta claro que son distintos mis padres y los suyos. Los mios nunca preguntan ni me critican ninguna decisión pero nunca se me ocurriría irme a la habitación de al lado con mi novio. Probablemente porque las burlas serían insoportables en los siguientes días. No puedo tener ninguna debilidad y estar enamorada sin duda lo es. Todo lo que me enseñaron de ser independiente y crear un hogar por mi misma, es incopatible con tener novio antes de saber lo que es mantenerme sin ayuda de papá y mamá. Aunque desde pequeña me pague la ropa que me compro o sea más responsable de mi casa que mi madre, no seré autosuficiente hasta que no salga de allí. Y es lo que más deseo. Pero ahora que tengo a Poncho a mi lado, la idea de irme lejos no es tan atractiva.

Tendida sobre él, pensando en la posibilidad de poder alejarme, nos besabamos. Relajados, sin prisas, no existía nada más. Recorría con sus manos mi espalda y caderas, mientras que yo enredaba mis dedos en su pelo. Paz! Eso es lo que me hace sentir. No es vacio como otras veces he sentido. No es que todo me de igual porrque me es indiferente su existencia. Los problemas siguen ahí pero es muy difícil pensar que algo puede ir mal cuando sus labios hacen contacto con los míos. Definitivamente nada puede estropear lo que tenemos. Puede estar acabándose el mundo y si me besa, creeré en Dios. Hasta que Dulce quiera hablar conmigo deja de importar. Aunque no pueda olvidar lo mal que lo tiene que estar pasando la pobre. Entrar y vernos besandonos ha tenido que ser duro para ella.Y ¿por qué entraría allí? ¿Será que alguien le dijo que estabamos allá? Dios! No he caido hasta ahora! Iba sola! ¿Donde estaba Chris? Poncho no me ha dicho nada de él ¿Cómo estará?

Me separé con un gesto brusco y Poncho me sujeto de las caderas, apretándome rápidamente contra él, impidiendo que me alejase un milimetro más.

Poncho- ¿Qué pasa? (asustado)l

Anh- Ucker!

Poncho- ¿Qué? (extrañado)

Any- Se nos olvido! Con todo lo de Dulce ni preguntamos donde está!

Poncho- No manches! (tapándose la cara con una mano) ¿Crees que sepa lo que le pasó a Dul?

Any- Ay! No sé! Mi niño bello y prechiocho (hablando como bebe) ¿vamos a ver cómo está tu amigo?

Poncho- ¿Tenemos que levantarnos de la cama?

Any- Shi!

Poncho- Entonces no! (apretándome contra él)

Any- No seas malito! Vamos a verlo! Para contarle o para saber qué pasó.

Poncho- ¿Por qué crees que pasó algo? (extrañado)

Any- Dulce estaba sola, Ucker se desapareció y no sabemos nada de él. Pasó algo!

Poncho- Sí, tienes razón! Vamos!

~Su Muñeca~ AyADonde viven las historias. Descúbrelo ahora