~Su Muñeca~ AyA

Capítulo 43

He asistido a clases. Una sombra más entre tantos fantasmas. Camino por los pasillos como si de un laberinto se tratase. Todos son obstaculos que pasar. Caras conocidas y vidas ajenas. Siluetas que decoran el paisaje. ¿Todo me es indiferente? Puede que no, pero me interesa relativamente poco. Niñas que charlan de lo más top del momento, chavos que babean por la primera falda que pasa y adultos que consideran que la inexperiencia es una señal de falta de inteligencia. Todo a mi alrededor es superficial. Nadie valora lo verdaderamente importante. ¿Qué lo es? No hay nada que deba quitarme el sueño. No hay cosa que me arrepienta de perder. Podría estar el resto de mi vida encerrada. ¿Qué me perdería? ¿Casarme y tener hijos? Encontrar a un hombre con el que encontrarme bien, no es suficiente. Amarlo, nunca!

Eso no volverá a pasar.¿Para qué iba a darle la vida a nadie si ni valoro la mia? ¿Qué sentido tiene seguir adelante? Trabajar, hipotecarte, esfoerzarte. Con lo fácil que es estarse quieto y esperar que todo pase! Ironicamente el vacio que siento me da una gran tranquilidad. Nada me sorprende o puede ser porque nada me interesa. Si le quitas todo el valor a las cosas dejan de afectarte. Si asumes que nunca serás feliz y te limitas a ver pasar el tiempo, todo se vuelve menos material.

No he soportado todas las clases. O más bien me las he pasado de largo. He comenzado a caminar sin rumbo. Puede que este sea mi escondite. ¿Por qué tiene que ser un lugar? A partir de ahora podré ser yo misma sin censuras, pensar lo que quiera, solo cuando camine sola por la ciudad. El resto del tiempo me tocará pensar en los demás y actuar para y por ellos. Le prometi a Dul que saldría esta noche y eso haré. Las consecuencias, supongo que las sé pero a diferencia de lo que habria echo antes ahora no analizo cada posibilidad. No me importa lo que pase. Que más da! Solo camina, un paso detrás de otro! Eso es lo único que debo recordar,seguir adelante. Puede que algún día llegue el momento en el que ni eso desee hacer. Por ahora mi familia me importa tanto como para no plantearme la opción de hacerles daño cometiendo una estu'pidez. Puede que mi vida no tenga valor para mi pero si para ellos. Espero no dejar de tenerlo presente.

La soledad de mi casa y los recuerdos en ella no me permiten almorzar allí hoy. Así que he ido al restaurante a hacer mi papel de adolescente despreocupada delante de todos. Puede que no se lo esten creyendo pero no preguntan nada y fingen al igual que yo, que todo va bien. Solo hay uno que no para de mirarme muy serio. ¿Por qué no me sigue la comedia como los demás?. Se esta acercando. No me apetece tener una conversación seria. Si es que es capaz de adivinar que me pasa.

— Hola guapa (se sienta junto a mi). Ya he terminado de trabajar ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta y charlar un rato?

— Tengo cosas que hacer (cambiando de tema). Y ¿como es que trabajas un viernes? Pensaba que solo trabajabas sábados y domingos.

— Tu padre me pidió que viniese hoy también (mira mi plato) ¿Has terminado ya de comer?

— Si (extrañada) ¿Por qué?

No pronuncio palabra, solo me cogio por el brazo y me saco de allí. Practicamente arrastras me llevó hasta su moto. Ni me pregunto. Hizo un gesto de que me montase, aunque casí me obligó a que lo hiciese. Tras un rato haciendo de paquete llegamos a un descampado. Y por fin paró. Se ha bajo de la moto y solo me mira.

— Cuando quieras! (muy serio)

— ¿Qué? (fria)

— Cuando quieras puedes dejar de fingir que todo esta bien y derrumbarte.

— Derrick si lo que quieres es enterarte del chisme solo tenias que preguntar. No hacia falta medio secuestrarme.

— Ya sé que Poncho y tú lo dejasteis hace varias semanas. Me imaginé que por eso no has trabajado. Lo que no entiendo es ¿por qué esta actitud?. Haces lo mismo y hablas igual que antes, pero con una frialdad que da miedo (mire hacia otro lado). Sé que lo amabas. Puedo entender que llores por él. Pero de verdad que no encuentro logica a esa indiferencia.