~Su Muñeca~ AyA

Capítulo 36

Ha sido una noche agotadora. Y no solo por haber trabajado. Es que este hombre me quita todas mis fuerzas! Estoy adomilada aun. No sé cuando me quede dormida pero si que fue en sus brazos. Por cierto hablando de ellos, no los siento sobre mi. No está! ¿Donde demonios se ha metido este hombre ahora? Me ha dejado aquí sola. Me imagino que no estará lejos porque esta es su casa, pero ¿donde está?. Mejor me levanto y lo busco. O ¿quedaré muy ansiosa?. No! Lo espero a que venga. Pero ¿por qué se fue? Si él es el primero que se enfada si me separo de él cuando estamos abrazados, y ahora coge y se va y me deja solita. Voy a ver donde está y se va a enterar de quién soy yo! ¿No que quería dormir conmigo, estar abrazaditos y yo que se cuantas tonterias más? Y coge y se va. Ah no Ponchito! A mi no me dejas tirada! Te encuentra y verás!

Salí del dormitorio echa una fiera. Me dirigí hacía el salón porque desde el pasillo se veía luz. Solollevaba puesta mi ropa interior. Me encontre con la habitación alumbrada por cientos de velas pequeñitas. Había retirado todos los muebles del centro del comedor y en su lugar había una manta y una cubitera con hielo. Creo que es una botella de champán y a su lado hay dos copas. Está todo tan lindo! No paro de mirar a todos lados,memorizando cada detalle. Y ¿él?. Aquí no está! Uy! En esa mesita hay una cajita. Parece un regalo. ¿Se acordó de mi cumpleaños y me ha echo este regalo? Bueno, él no está, así que puedo cotillear un poco. ¿Qué será?. Parece de una joyería. Espero que no! No me gustan esas cosas! Solo los pendientes pequiñitos y no me gustan las gargantillas.¿No se habrá gastado mucho?

Estaba concentrada en darle vueltas al pequeño estuche y no me dí cuenta de que Poncho salía de la cocina, con algo entre sus manos. Me vió y se comenzó a reir. Al escucharlo deje la cajita y me aleje de la mesa, casí de un salto.

— Vaya! Que curiosa es mi muñeca! (riendose)

— ¿Yo? (con cara de niña buena). Nada curiosa.

— Ya! (acercandose). ¿Te gusta la decoración? (abrazandome por la cintura con la mano escayolada ya que con la otra sostenía un vol)

— Esta todo precioso (abrazandole)

— Muñeca (pegando su cara a la mia)

— Dime.

— Feliz cumpleaños! (me besa)

— Contigo todos los días son felices.

— Sentemonos (me suelta y se sienta en la manta)

— ¿Qué llevas ahí? (sentandome)

— Fresas con chocolate (sonriendome)

— Uhm! Que rica! (mordiendome el labio)

— ¿Las fresas con nata? ¿te gustan?

— Que rica tu sonrisa! (acercandome a él) La quiero solo para mí.

— Ah! ¿Si? (riendose)

— Si (besandolo). Me haces vibrar! (lo abrazo y caemos al piso, quedando yo sobre él)

— ¿No quieres una copa? (señalando la botella de champán)

— No! Después! (me senté sobre la parte baja de su vientre)

— Any! (tragando saliva). Ya ha sido bastante duro entrar a la habitación y verte en ropa interior y no lanzarme encima de tí. Además, tu no paras de jugar y yo estoy intentando controlarme para tener una velada romántica. Pero si ahora también, te sientes sobre mi con ese conjuntito (se muerde el labio) y esa carita de niña mala (se incorpora y me coge por las caderas pegndome más a él). Así no me controlo!

— Ok! Disfrutemos de la velada que me preparaste (levantandome)

— Uf! (se tira al piso y se frota la cara con las manos). Me matas!