~Capítulo 84~

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En los brazos de Poncho el tiempo y el espacio son irrelevantes pero para mi desgracía eso solo me pasa a mi. Ucker  nos avisó de que los chicos habían parado en el mismo lugar donde nos encontramos para emprender el viaje y no me quedó de otra que bajar a la realidad. Ya llegamos a casa. Que pocas ganas tenía de que pasase. Aunque tampoco quería quedarme allá. ¿Hay algún sitio donde no tenga un catastrófico recuerdo? Probablemente no. A Poncho le ha hecho tan poca gracia como a mi lo de tener que separarnos.Yes! Me encanta ver su carita de protesta por tener que soltarme y saltar hasta el asiento del copiloto. Se ve tan lindo haciendo pucheros. Lo más gracioso es que le sale natural no lo hace de juego. Dios como me hace reir. Anda como niño regañado, cruzado de brazos y con el ceño fruncido, mirando por la ventanilla. Es como para no querer comértelo a besos. Mi niñito grande. Solo mio! Pero tengo que buscar la manera de que no me afecte tanto sus payasadas. No puedo ser tan dependiente de un tipo. Por muy guapo, sexy, dulce, cariñoso, musculoso,... ¿qué estaba dicendo? Ah si! Por muy bueno que este no puedo dejar de ser yo y convertirme en su trapo. No soy el perrito de nadie. Se acabó lo de dejarme llevar por mis sentimientos con él. Mi cabeza debe tomar las decisiones a partir de ahora o seguiré sufriendo. No pienso buscarlo ni darle la más mínima explicación. Que me demuestre eso que tanto dice que me ama.

Llegamos ante los demás y nos bajamos del coche. Me acerqué a Dulce, quién me contó que Zoraida la había llamado y le había comentado que iría mañana a la facultad. Así que decidimos que mejor iba con ella que le piyaba de camino y dejaba a Dul descansar. Solo tengo que mirar una lista tampoco necesito el apoyo de mi mejor amiga. Además Zori me cae genial. Tiene puntos locos como yo. Y estoy segura que ella me apoyará en lo que quiero hacer. Dulce me habría dado un sermón sobre respetar nuestro cuerpo, ser naturales y no marcarnos para siempre. Ag! Puritana! Zoraida ya tiene uno así que seguro me puede aconsejar.

Ucker se llevó a Dulce para hablar apartados. Creo que le está pidiendo ir a cenar o al cine, o algo así, para esta noche. Y por la cara de ella, yo diría que ha aceptado. Que lindos! Eddy y Angie se han marchado juntos caminando. Ya ni disimulan. Pareja oficial. Al fin una. Mai no para de mirar a Miguel de reojo. No sé que habrá pasado en el coche pero parece que a Mai ya se le pasó el enfado y vuelve al amor en silencio. Mirarlo y suspirar, que divertido! Poncho seguía haciendo berrinche, cruzado de brazos sin mirar a nadie.

Esperando que todos terminasen rápido de hablar para irnos ¿juntos? Puede que lo crea, pero no podría estar más equivocado. Ni loca me voy ahora con él. Los dos solos, que peligro! No, no! Que sé como acabará eso. Lejitos de mí mi rey, lejitos!

Miguel se me acercó me pasó el brazo por encima y solo esperó apoyando su cabeza sobre la mía. Es estupi'do estar aquí sin hacer nada. Está claro que las parejitas oficiales o no, ya están haciendo sus planes. ¿Para qué esperar? Pero nada, allí estabamos los cuatro mirándonos, esperando. No sabemos el qué pero ya surgirá algo. Un valiente que acabe con la perdida de tiempo que es estar aquí de pie sin hacer nada. El de siempe!

Miguel- Princesa ¿te llevo a casa?

Any- ¿Princesa? (riéndome) No gracias gentil caballero me temo que no deseo ir a mi castillo aun (bromeando)

Miguel- ¿Y qué desea hacer su majestad? (haciendo una reverencia)

Any- Dormir (en voz baja)

Miguel- Pues te llevo a casa (en un suave tono de preocupación)

Any- No puedo! Mi tio está allá.

Miguel- ¿Ha ocupado tu cama? (extrañado)

Any- El hermano de mi mamá, Pedro ¿lo recuerdas? Te peleaste con él cuando mi hermana y tú eran medio amigos.

~Su Muñeca~ AyADonde viven las historias. Descúbrelo ahora