~Capítulo 114~

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Al fin llego el viernes! No podía soportar más a todos, a mi alrededor. Estos días la he pasado de casa de Ucker a casa de Dulce intentando convencer a cada quién de que si sienten algo el uno por el otro. Parece que ya los convencí y están dispuestos a hablar a solas. Me he sorprendido a mi misma consiguiendo que Dulce admita que quiere hacerse su novia. Y aunque Ucker estaba reticente ha acabado ilusionándose con la idea. Ahora todo queda en sus manos. Espero que no la rieguen en el último momento! Ya lo hice yo todo, solo tienen que confirmárselo el uno al otro. Como no sean capaces ni de hacer eso me rindo con ellos. Además, mi familia han decidido, uno por uno, amargarme cada día de la semana. Cada vez que estoy tranquila en los brazos de mi guapisimo novio, me llaman porque algo se a roto o no encuentran yo que se qué ¿Se creen que tengo poderes? Pero la culpa la tengo yo por arreglárselo. Si me hiciese la ton'ta que no sabe cómo hacerlo, no me llamarían! El único que no me ha dado comederos de cabeza es mi Ponchito precioso.

Porque hasta Miguel y Zori me han estado buscando. Zori me ha confesado que le gusta Miguel. Sí! Al fin las cosas van como yo quiero que vayan! Ok! Soy una controladora! Pero todos ya saben y aun así me quieren. Tengo que unir a esos dos y me doy como plazo un mes. Si lo consigo antes de una semana me recompenso con un día de compras. Uy sí! Como lo necesito! Un día solo para consumir y quemar la tarjeta de crédito.

Por la mañana quedé con Zori para ir a recogerla a la salida del gimnasio e ir a almorzar juntos. Aproveché que Miguel estaba allí para invitarle a que nos acompañará. Que cercano veo mi día de compras! Los tres nos fuimos a comer y sobre todo beber. Como dio la casualidad de que ninguno trabajaba hoy el almuerzo se pisó con la cena. Solo que sin lo de comer! Tansolo bebimos y mucho! Pero almorzamos pesado así que tampoco nos sentó mal. Ya habíamos pasado todo el día juntos y se suponía que ibamos a salir por la noche con los demás, así que Miguel amablemente, me llevó a la cafetería de Ucker s, para que me encontrase con Poncho. Dios que contentos estamos los tres!

Al llegar hasta la barra Ucker y Poncho comenzaron a reirse. Supongo que por los colores y las caras de felicidad que traemos. Me abalancé sobre Poncho y lo besé. Salude a Ucker con un pequeño gesto con la mano y una coqueta sonrisa. Por alguna razón que desconozco cuando bebo me vuelvo coqueta. Todo lo que digo o hago parece una insinuación, aunque no lo pretenda.

Ucker- Habeis estado de fiesta ¿eh?

Miguel- Sí Ucker! (sentándose) Me tienen destrozado!

Any- Oh vamos! (apoyando mi cabeza sobre su hombro) ¿Te vas a quejar de lo bien que nos hemos portado contigo?

Zori- Sí! Debes agradecer que te hemos perdonado que no te quieras desnudar!

Any- Eres malo! (fingiendo que lloro) Con la ilusión que me hacía! Ya hasta preparé la canción de tu "bailecito"

Miguel- Pos hazlo tú!

Any- Yo no perdí! (sonriendo)

Miguel- Tú nunca pierdes. E hicisteis trampas! Ayudaste a Zori para que yo perdiese.

Any- ¿Cómo crees? Yo nunca haría tal cosa! (riéndome)

Zori- Si fuimos súper descaradas! Yo no sé como no nos cachaste!

Miguel- Lo sabía! Fulleras!

Any- Zori lo tuyo es más grave que lo mio! Yo soy fullera pero tú eres fullera y chivata! (riéndome)

Zori- Es que (sin aguantar la risa) los borrachos no sabemos mentir.

Any- Ah! Pos yo sí!

Miguel- Eso es porque aun no bebiste lo suficiente!

Poncho- Estais muy mal! (mirándonos) Muñeca ¿cuanto habies bebido?

Any- Once chelas! (abrazándolo)

~Su Muñeca~ AyADonde viven las historias. Descúbrelo ahora