Deseos Compartidos

Capítulo 16

La comida transcurrió bastante divertida, no hubo un momento de silencio jamás, el matrimonio Denali, tenía muchas anécdotas que contar, la familia Cullen parecía tener una relación amplia con la familia Denali, había intercambio de anécdotas entre Esme y Carmen. Yo me limitaba a admirar aquel cuadro digno de recordar, tanta paz, tranquilidad, esa amabilidad que no recordaba jamás haber sido víctima, mire mi comida y comencé a picotearla con el tenedor.

-Y dime Bella, ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres? – Pregunto Tanya, voltee a verla – Debes tener mucho tiempo libre.

-Me gusta montar – Me limite a decir.

-Tiene una bonita Yegua, Gitana se llama... - Eleazar pareció interesarse en cuanto "Yegua" fue agregado a la conversación.

-¿Así?, ¿Qué raza es? – Pregunto mirándome directamente.

-Es Albina... - Me limite a decir mirando a Eleazar.

-Una yegua preciosa y dócil – Ascendí.

-Es una preciosidad – Sonreí.

-¿Podemos verla? ¡Si! – Terqueo Kate.

-¡Si! – Dijo Tanya animada.

-No niñas, no debemos importunar a Bella – Dijo Carmen.

-No está bien – Dije mirando a Jacob, este no tenía ninguna expresión en su rostro – A Gitana le encanta las visitas... - Dijo mirando a la pequeña Kate.

-Siempre y cuando lleven azucarillos – Dijo Alice riendo, todos rieron.

-Vamos, vamos, vamos, vamos... - Dijo Kate saltando de ansiedad.

-¿No irán solas? – Pregunto Jacob poniéndose de pie – Ya es tarde... - Dijo mirando por las ventanas.

-Si tanto te incomoda primo yo las acompaño – Dijo Edward, este miraba a Jacob directamente con una sonrisa que fue capaz de crisparme los nervios, ¿Cómo?, ¿Había escuchado bien?, ¿Primos?, mire a Esme y seguramente la confusión de miraba en mi rostro, esta se colocó un dedo en los labios delicadamente y de forma cautelosa. Jacob sonrió también provocándome un calosfrió.

-Perfecto – Dijo sentándose de nuevo, Edward se puso de pie y se colocó mi lado.

-¿Prima? – Dijo mirándome, yo sonreí nerviosa, me puse de pie – Señoritas por favor, démonos prisa – Tanya, Kate y Alice se pusieron de pie.

-Iri... Vamos – Dijo Kate tomándola del brazo.

-Yo paso – Dijo tomando limonada.

Las chicas asaltaron la taza de azucarillos y salieron danzando hacia las caballerizas. Yo aún me encontraba uniendo todos los cabos que se encontraban sueltos, Edward parecía haberse quedado sin ningún sentido del humor y aun a mi pesar la pregunta salió sin pensarlo.

-¿Primos?.... Tu... Ustedes.... ¿Primos? – Edward me miro.

-Si... Primos – Dijo en un suspiro, aquello solo me genero más confusión, mire hacia las chicas, estas parecían divertirse.

-Podría... No sé, ¿Explicármelo? – Él sonrió.

-Mi madre es hermana del padre de Jacob... - Me quede aun en el limbo, el rio – No es tan difícil... - Negué con la cabeza.

-Es que... - Lo mire con atención – Es que son... Tan distintos... Él es el infierno y tú el cielo por así decirlo, no concibo lo que me estás diciendo – El soltó a reír de nuevo y me miro con atención – Es... Es enserio – Ahora comprendía muchas cosas, el hecho del por qué Jacob le tenía tanta paciencia a Alice, o porque Esme disponía libremente de esta casa o porque Edward dirigía la mayoría de las cosas en la finca, eran familia, eran familia, pero de extremos muy distantes.

-No se confunda demasiado... - Dijo mirando hacia el frente, mire a Alice y lo mire a él y sonreí.

-No me trates de usted... - Dije mirándolo, el me devolvió la mirada.

-Creo que se está equivocando, solo somos una familia cuando hay visitas, usted es usted y yo solo soy un subordinado más - Negué con la cabeza.

-Creo que Alice y tu madre son lo único que tengo y a ti tengo que agradecerte tu ayuda indirecta, solo compláceme en eso, ¿Tan complicado es eso? – El miro hacia el frente - ¿Entonces? – Pregunte insistente, el rodo los ojos.

-Como quiera – Dijo caminando más aprisa, me quede estancada en mi lugar y sonreí, vino a mi mente aquel loco sueño, parecía tan real la sensación de su piel en mis dedos, su mirada dedicada solo para mí, solté un suspiro - ¿Viene? – Llamo fuertemente, ascendí y continúe mi camino.

Las Denali parecían encantadas con la bella Gitana, la acariciaban con delicadeza y Gitana era totalmente feliz, era eso lo que le encantaba, las caricias y los mimos, yo me limite a mirarlas juguetear, Edward estaba rígido a mi lado, se limitaba a mirar callado, sin gesticular, parecía ser un fantasma.

-¿Por qué no me lo dijeron antes? – Pregunte de pronto, me miro.

-No había necesidad – Comento con tono casual.

-¿No había?, prácticamente son mis primos políticos y.... – Me interrumpió tajantemente.

-Quiero que esto le quede muy claro, yo no soy su primo político, no somos nada, entre usted y yo... No existe ningún laso – Me quede mirándolo confundida, ascendí.

-Ok – Dije suspirando – Discúlpeme señor – Camine hacia las chicas, forme una sonrisa en mis labios que lastimosamente volvía a ser falsa.