Capítulo 67

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Todos habían vuelto, pero parecían estar en el limbo, se miraban entre ellos y por más preguntas que hiciéramos no tenían una sola respuesta completa.

-¿Y van a decirnos que tienen? – Pregunto Rosalie, fulminando con la mirada a Emmett, este miro a Edward.

-¿De... De que estas hablando? – Pregunto Edward posando su mirada en mí y desviándola rápidamente. Hubo un largo silencio.

-Audiencia... Hoy – Dijo Alice cruzando sus brazos.

-Todo salió bien, pueden tomar posición de la hacienda mañana mismo si así lo disponen – Dijo Jasper soltando un suspiro y rascando su cabeza – Y Bella... - Este miro a Edward – Hay... Aquí una orden para que tomes posición de los bienes de Grace Black, te nombro heredera de una herencia bastante considerable... - Lo mire como si no comprendiera lo que había dicho y de hecho, no lo comprendía.

-¿Cómo? – Pregunte mirándolos a los tres - ¿De qué hablas? – Pregunte sin entender nada, Jasper se aclaró la garganta.

-De eso... - Comenzó, para ser interrumpido por Edward.

-Ven conmigo – Dijo apresurado, tomo mi mano y me llevo con él, esta era la dirección de su habitación.

-Ed... - Me interrumpió.

-Necesito hablar contigo solas, sin interrupciones... - Dijo abriendo la puerta de su habitación invitándome a entrar, lo mire confundida – Por favor – Pidió insistente, entre confundida.

-¿De qué quieres hablar conmigo?, ¿De qué estaba hablando Jasper? – Hubo un silencio largo, dubitativo por su parte, desesperante por la mía – Edward... - Llame, este dio un ligero respingo.

-Estábamos escuchando la orden del juez, cuando termino, prosiguió con la orden de un testamento, del cual nadie tenía idea ni siquiera el mismo Jacob, dentro del caudal hereditario hay tres cartas, una para mi madre, otra para Rene Swan y para... - Guardo silencio de pronto.

-¿Para quién más? – Pregunte confundida – No comprendo nada... - Dije sentándome en la cama confundida y estresada.

-Para Isabella Marie Swan... - Mire atenta a su rostro, a su boca, a sus palabras.

-¿Isabella Marie Swan? – Pregunte pronunciando aquel nombre con confusión, de su chaqueta tomo un sobre, dio un par de pasos hacia mí y extendió aquel sobre, abrí mis ojos lo más que podía, ¿Estaba bromeando conmigo?

-Conocida mejormente como Bella Black... - Sentí como el aire que habitaba en mi cuerpo desaparecía como cual golpe propiciada con un puño en mi estómago.

-De... C... - No podía completar ninguna frase, Edward mantenía aquel sobre extendido hacia mí, mi mano temblorosa viajo hacia el sobre y lo tome, lo abrí y comencé a leer, sin embargo las palabras no entraban a mi cabeza.

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Querida Isabella... O Bella

Sé que a este punto de tu vida, debes estar muy decepcionada de mí, muchas cosas desagradables han pasado, o espero que no, que esto haya llegado a ti de otra manera... Pero de verdad que lo dudo.

Iré directo al meollo de esta carta, quiero pedirte perdón incansablemente, tú no eres una huérfana solitaria en el mundo, tienes una madre y un padre, los cuales te han buscado hasta por debajo de las piedras, nunca te abandonaron, fuiste secuestrada cuando naciste por mi esposo y abandonada erróneamente en ese hospicio por que salió mal, cuatro años más tarde Billy me da la hermosa noticia de que puedo adoptar a una pequeña o pequeño, me enamore de todos ellos, pero especialmente de ti, eras una pequeña niña radiante, sin embargo dos años más tardes me entero que fuiste planeada desde un principio, que tu adopción estaba totalmente planeada, tenía un propósito, quedar como un héroe ante la familia Swan... Si Swan eres hija de Charlie y Rene Swan, estoy tan triste, tan enojada conmigo misma, tan furiosa, soy lo que más e odiado toda mi vida.

Me duele confesártelo por este medio, pero... No tengo otra opción, te amo mi querida niña y espero mi cielo me puedas perdonar, no agregare más.

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Me quede mirando aquella carta por no sé cuánto tiempo, solo me sentí mareada y tenía una necesidad enorme de llorar, mi pecho ardía, mis ojos ardían. Sollozos descontrolados comenzaron a salir de mi garganta, no podía gesticular, no podía moverme, no podía concentrarme.

-Mi vida... - Susurro Edward, no pude levantar mi vista hacia él, solo cerré mis ojos fuertemente y arrugue aquella carta entre mis dedos, lo sentí abrazarme, apretarme fuertemente contra su pecho, grite fuertemente, sonó como un berrido doloroso y eso es lo que sentía, dolor, peor que un golpe.

-Ya mi vida... Ya – Susurro apretándome más contra él.

Me sentía consternada con mucha información en mi cabeza, sentía que explotaría, Rene y Charlie eran mis padres... Había sido secuestrada como una sucia pieza de un plan macabro, no podía dejar de llorar, no podía dejar de sollozar, no podía dejar de querer gritar. No sé cuánto tiempo paso hasta que me sentí agotada, no tenía fuerzas ni para mantenerme de pie.

-Me siento mal... -Susurre provocando que él se alejara de mí, en cuanto me soltó caí en la cama.

-¿Bella? – Lo escuche llamarme, pero era algo lejano, vago, apenas audible, mis ojos lo miraban, pero mi cerebro parecía apenas procesarlo – Responde Bella... - Mi vista se nublo - ¡Bella! – Lo escuche gritar en algún lugar de mi consciencia.

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