Deseos Compartidos

Capítulo 61

-Como juez que busca lo justo y lo equitativo, también quiero escuchar la parte de la historia del Señor Black... Al cual convoco en este momento al estrado – El juez no despegaba los ojos de Jacob, este no se cohibía ante nadie, ni ante ninguna circunstancia, Jacob se sentó justo donde yo estaba – Lo escucho Señor Black – El silencio se volvió a hacer.

-Solo puedo decir que amo a esa mujer que está allí sentada, no dudo que alguna vez... - Apreté mis labios para no gritar – Me comporte rudo, pero fue por circunstancias difíciles – Jasper soltó una pequeña risa imperceptible – Siempre la he amado, jamás te ha faltado nada y lo sabes – Dijo mirándome.

-Está hablando conmigo joven Black – Llamo la atención el juez – Prosiga y diríjase a mí - Dijo en tono contundente Marco.

-Nunca le he hecho daño, esa cicatriz... No entiendo por qué está allí – Escuche un gruñido a mis espaldas, lo podría reconocer donde sea, Edward – Sé que puedo sonar culpable, quizá la descuide como marido, pero no fue intencional – Me miro – No fue intencional – Un calosfrió me recorrió entera, me acerque a Jasper y apreté su brazo fuertemente – La amo, siempre la he amado, quizá mis acciones la han hecho sentir ofendida y herida...

-Mentira – Dije en un susurro, Jasper apretó mi mano.

-Nunca le he sido infiel, sin embargo ella no ha cumplido con sus funciones de esposa, en ningún sentido... Ni sentimental ni carnalmente hablando – Dijo mirándome con perversión en la cara, sentí furia y asco.

-Mmmm... - Aquel sonido salió de su garganta.

-Siempre le he sido fiel... En todos los sentidos a pesar de sus desplantes.

-Eres un maldito – Susurre tan suficientemente fuerte como para que todos me escucharan – La noche de bodas me violaste... - Dije en un susurro tan lleno de rencor y dolor que no pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos – Me golpeaste y me dejaste inconsciente, primero muerta antes de si quiera imaginarme en tu asquerosa cama – Proseguí con el mismo dolor, sus ojos me penetraron tan duramente que me dolió el cuerpo, sin embargo no baje la mirada, no lo hice, no lo haría nunca más, ante nada, ni nadie.

-¿Cómo puedes decir eso? – Dijo Jacob poniéndose de pie.

-Eres un hipócrita – Dije poniéndome de pie también, sentí como Jasper a mi lado también lo hizo - ¿Qué sentido tiene ser un doble cara? – Pregunte convirtiendo mis manos en puños – Todos aquí saben la clase de poco hombre que eres – Dije atragantándome.

-¿Cómo te atreves... - Lo interrumpí.

-¡Me atrevo por que puedo! – Grite golpeando la mesa con mis manos – Porque estoy harta de ser la mártir, la victima... Por qué me canse de las humillaciones, de tenerte miedo, cuando no eres nadie – Susurre – Eres mucho menos que yo, que a pesar de no tener nada, ni nadie... Tengo mejores sentimientos y soy más humana – Lo mire directo a los ojos – Pero, ¿Sabes? – Sonreí y limpie una lagrima solitaria que bajaba por mis mejillas – Te perdono, pero no quiero saber nada de ti – De pronto lo vi caminar hasta nosotros, Jasper me empujo de tras de él.

-¡Tú eres mía! – Grito fuertemente, Jasper lo empujo tan fuertemente que cayó al suelo - ¡MÍA! Mi mujer, ¡Duela al que le duela! – Dijo mirando a un lado de mí, me gire para ver, Edward estaba respirando con dificultad, con sus manos hechas un puño y con Alice y Esme colgadas de sus brazos.

-Suficiente – Dijo Marco tan fríamente, me hizo recordar donde estábamos – Siéntese – Dijo mirando a Jacob, este no le dedico ni siquiera ni una mirada de soslayo, estaba mirándome directamente a mí – Abogado defensor – No dijo más para cuando el abogado ya estaba tomando a Jacob del brazo y susurrándole algo al oído – Tomen asiento por favor – Dijo dedicándome una sonrisa cálida, nos sentamos sin preámbulos, hubo un pequeño silencio – Edward Cullen – Dijo mirando al público – Eres el siguiente hombre en la familia, tengo entendido que menor, pero no por mucho, te llamo a declarar... - Susurro mirándolo intensamente, ¿Llamarlo?, ¿Con que objeto?, mire a Edward, este tenía mal rostro, pero en cuanto nuestros ojos se encontraron, cambio, me dedico una pequeña sonrisa y prosiguió a seguir la petición del juez, tensión eso sentía, Edward se sentó en aquella silla, aun no sabía cómo nombrarla, pero no creo que sea nada bueno – Solicito que el resto del público a excepción de los abogados y sus clientes salga, estoy interesado en descubrir algo... - Dijo en un susurro, hubo un silencio largo, nadie se movió – Es para hoy señores y señoras – Dijo haciendo que todos se movieran rápidamente, Edward me miraba de soslayo, Jasper me mantenía alerta, cuando quedamos solos el juez soltó un largo suspiro – Estoy interesado en saber, ¿Qué relación hay entre ustedes? – Dijo mirándonos a todos, un escalofrió recorrió mi piel – Puedo ver que no se llevan nada bien – Susurro mirando a Edward, este solo soltó un suspiro - ¿Tiene algo que ver la demanda por la reclamación de los bienes Black, anteriormente conocidos como las propiedades Cullen? – Jacob se puso de pie de golpe.

-¿Cómo? – Dijo en un murmullo dirigido a Edward.

-¿No lo sabía? – Dijo Marco en señal de burla – Hace un par de días, el señor Hale aquí presente, presento una demanda en su contra a favor del Señor Cullen su primo, para impugnar el testamento de su señor padre – Dijo acomodándose en la silla – Bueno... Ese no es el punto, creo que he hablado de mas – Dijo distraído - ¿Cuál es su relación? – Pregunto mirando a Edward.

-No es para nada buena, mi primo y yo, ya no pudimos convivir a partir de sus 16 años, las cosas se volvieron muy tétricas para nosotros dos y conforme crecimos fue mucho peor – Respondió Edward Marco solo  ascendió.

-¿Qué relación hay entre Bella y usted? – Dijo mirándome a mí y volviendo la mirada a Edward, aquella pregunta lo tomo tan de sorpresa que dio un respingo – La verdad, Señor Cullen – Dijo de forma insistente, hubo un largo silencio, sus ojos se centraron en mí y me dedico una sonrisa.

-Ella y yo tenemos una relación desde hace poco tiempo – Dijo Edward tan tranquilo que no pude evitar entrar en un estado tranquilo como él, Jasper soltó un suspiro.

-¿Tienes una relación con tu prima política? – Pregunto Marco de forma tranquila, mire a Jacob, este estaba mirando a Edward como si quisiera matarlo con la mirada.

-Si – Dijo sin preámbulos, sin retrasos, sin titubear.

-¿Qué puedes decirme tu? – Dijo mirándome, sonreí, me devolvió la sonrisa - ¿Estas feliz? – Ascendí, soltó un suspiro – Vaya allí – Dijo señalándome, Edward camino hacia mí y se colocó a mi lado – Casarse no se planea en un día – Susurro – Los divorcios tampoco, en mi vida he casado a jóvenes enamorados y he divorciado a otras parejas, cuando entre aquí tenía una idea... Ahora tengo otra – Susurro mirándome y pasando su mirada por todos los presentes – Los divorcios no se hacen en un día, pero agradezco ser quien soy... - Dijo riendo – Señora Bella Black... Quiero informarle que a partir de este día usted es una mujer nuevamente soltera, me encargare de disolver este matrimonio lo más pronto posible, lo prometo – Se puso de pie – Los bienes Black, a partir de ahora quedan embargados, por el delito de violencia doméstica y por la impugnación del testamento de Billy Black... Abandone la hacienda esta misma noche Señor Black – Se puso de pie –Mucha suerte – Dijo antes de marcharse.