Narra Bella
Edward había inyectado en mi cuerpo confianza, confianza que cuando pensaba el por qué, no le encontraba una razón. Sabía que la familia Cullen corría sangre extremadamente pacífica y amable, pero su comportamiento conmigo anteriormente no era precisamente buena y desde su disculpa su comportamiento era aún más extraño, si no estaba frio, estaba conciliador y amable conmigo, insistía en afirmar que quizá jamás comprendería a ninguno de los hombres que conocía.
-¿Qué hacen? – Pregunte entrando a la cocina, allí estaba Esme y la cocinera de la casa, ambas me voltearon a ver y sonrieron.
-Buena tarde señora – Saludo la cocinera, ya era una mujer de mediana edad.
-Hacemos una tarta de chocolate – Dijo cerniendo la harina, la cocinera estaba trabajando la mantequilla y el azúcar. Me quede allí mirándolas por un momento - ¿No quieres aprender? – Ofreció Esme mirándome con una sonrisa amable y sincera, reí y subí las mangas de mi blusa.
-Por favor – Dije acercándome a ella.
-Manos a la obra – Dijo Esme pasándome el cernidor y el bol donde caía la harina.
Hacer un pastel es más complicado de lo que yo pensaba, Esme no dejaba de reír al ver mi rostro de confusión.
-Tranquila... - Me dice riendo – Lo estás haciendo mucho mejor que yo la primera vez, metimos la mezcla al horno, yo me encontraba mirando el horno como niña pequeña, estaba entusiasmada.
-¿Cómo quieren decorarlo? – Nos preguntó la cocinera mirando de Esme a mí y viceversa.
-Bella... - Dijo Esme delegándome la responsabilidad, mordí mi labio inferior con ademan pensativo. Me encogí de hombros. Escogimos fresas y chocolate para decorar la tarta, Esme aseguro que quedaría delicioso, yo tenía mis dudas y todo porque metí mis manos en la masa, literal. De pronto la campana de emergencias comenzó a sonar desesperadamente, pasó un segundo cuando todas nos volteamos a ver y salimos corriendo hacia fuera. Cuatro caballos estaban llegando, dos de ellos eran empleados, Jasper venia atento hacia Edward, cuando logre visualizar a Edward me quede pálida, Esme.
-¿¡Qué paso!? – Pregunto caminando rápidamente hacia su hijo y yo detrás de ellas.
-Tranquila – Dijo Edward, su rostro fue turbado por un quejido, este fue ayudado por uno de los empleados y Jasper, el otro traía a un hombre maniatado de manos. Edward traía sangre fresca en sus ropas y un rasgado en el hombro – Estoy bien – Dijo acariciando la mejilla de su madre.
-¿Pero qué paso? – Insistió Esme desesperada.
-Ha perdido sangre – Señalo Jasper – Es mejor que lo curen – Dijo un poco más alterado que Edward, Esme traía lágrimas en los ojos.
-Vamos – Dijo Esme intentando tomarlo del brazo.
-Estoy bien – Repitió caminando frente a nosotras, Esme le daba órdenes a la cocinera rápidamente, solo alcance a entender que pedía agua tibia y toallas limpias, yo iba tras de Edward, mi mente parecía estar en blanco, Edward se tambaleo frente a mí y corrí para evitar que cayera.
-Te ayudo – Dije colocándome al lado opuesto de la herida, el negó e intento hablar, lo interrumpí – No pedí tu opinión – Dije pasando su brazo por mi nuca, su mano estaba helada y húmeda.
-Voy... Voy por el botiquín a casa y por favor Eva – Dijo refiriéndose a la cocinera – Mantén a Alice ocupada que no se dé cuenta – Salió corriendo a lado opuesto.
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Deseos Compartidos
Fanfiction¿Vivir o morir?, decisiones, decisiones... Decisiones y más decisiones, solo una podría cambiar por completo el curso de tu vida, cambiar todo tu mundo, quisiera yo poder tomar una decisión y poder cambiar el calvario que es mi vida. Cuando escogí...