Capítulo 70

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Saldríamos de la hacienda McCarthy esta misma mañana, habíamos empacado nuestras pocas pertenencias y ya todo estaba casi listo, solo faltaba despedirnos de nuestros amables anfitriones, yo solo podía imaginarme todos los problemas que le habíamos causado, tantos enfrentamientos, el incendio, todas las molestias causadas, habían sido pacientes y demasiado buenos.

-No sé cómo voy a pagarles esto – Dijo Edward estrechando la mano de Emmett.

-Por favor, ¿Qué tontería es esa? – Dijo colocando una mano en el hombro de Edward – Somos familia – Edward sonrió.

-Aun así... Estamos en deuda – Dijo imitando el gesto de Emmett.

-Yo tengo una forma de cobrarles – Dijo Rosalie pasando su brazo por mis hombros y abrazándome cariñosamente.

-¿Así? – Pregunto Emmett riendo y mirando a Edward esperando la ocurrencia de su mujer.

-Ser los padrinos en su boda... - Dijo apretándome cariñosamente, me sonroje de inmediato, no habíamos vuelto hablar de ello, Edward y yo cruzamos miradas, él sonrió.

-¡Que buena idea! – Dijo Emmett festejando a su esposa - ¿Qué les parece esa idea?, nosotros enormemente encantados – Dijo él sonriendo y mirándonos a ambos, Edward extendió su mano hacia mí, yo la tome y me coloque a su lado, el paso su brazo alrededor de mi cintura.

-¿Qué dices? – Pregunto Edward en mi oído, sonreí.

-Es una hermosa idea – Dije recargando mi cabeza hacia él.

-Pues ya está – Dijo Rosalie – Solo tienen que elegir la fecha de bodas, que sea pronto – Dijo animada.

-¡Si! – Chillo Alice apareciendo dando saltitos – ¡Que sea pronto! – Todos reímos – De pronto Esme apareció y soltó a reír.

-Ya está todo listo – Dijo Esme entrelazando sus manos entre si - ¿Y de que hablaban? – Pregunto sonriendo.

-De la boda de mi hermano y Bella – Dijo Alice saltando frente a su madre, Esme rio.

-¿Así? – Pregunto mirándonos, me sonroje inmediatamente, Esme sonreía complacida, era una mirada maternal, alegre – Que esperemos sea pronto – Dijo señalándonos.

Partimos en cuanto las despedidas se acabaron, volvíamos a la hacienda... Ya no más la hacienda Black, si no nuevamente la hacienda Cullen, en cuanto más nos acercábamos aquella casa, más apretaba la mano de Edward, tenía pánico, pero así como había olvidado las sensaciones que Jacob había dejado... De esa misma olvidaría los recuerdos de este lugar, lograría vivir con bellos recuerdos a su lado.

-¿Estas bien? – Pregunto Edward en un pequeño susurro, ascendí – Bella... - Mire a Alice y a Esme, ellas hablaban entretenidas, lo mire a él.

-Estoy bien... - Dije en un susurro, intentando convencerlo, pero no podía ni convencerme a mí misma.

-Bella... Podemos volver, no es necesario que... - Lo interrumpí.

-Está bien... Todo está bien, lo prometo – Sonreí, apretó mis dedos cariñosamente.

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Un fuerte golpe, eso sentí al volver allí, era la misma mansión, la misma tierra, el mismo olor, pero algo era diferente, se sentía nuevo, aunque habían muchas cosas que olvidar. Bajamos del coche, no despegue mi mano de la suya, estaba conmocionada, eran muchas cosas que pensar, entramos en la casa, estaba tal y como la recordaba.

-Señora – Dijo Eva con una enorme sonrisa en los labios, parecía emocionada – Señora Black... - Dijo mirándome entusiasmada – Joven, señorita – No cabía en emoción.

-¡Eva! – Chillo Alice emocionada – Como extrañe tu comida – Dijo tomándola de las manos y dando saltitos.

-Pues dígame que se le antoja y se lo hago enseguida – Alice rió - ¿Les apetece de comer algo a los señores? – Pregunto mirándonos.

-Gracias – Dijo Esme asintiendo – Déjame voy contigo a la cocina... - Dijo tomando a Alice los hombros y empujándola amable, e invitando a Eva a seguirla, hubo silencio, hasta que nos quedamos solos.

-Parecen muy contentas – Dije abrazándome a mí misma.

-Lo están... - Dijo en un susurro, voltee a verlo - ¿Cómo te sientes? – Pregunto extendiendo su mano hacia mí, la tome.

-Te prometo que bien... - Dije mirando alrededor, en aquel salón, donde venían a mi mente muchos recuerdos - ¿Tu cómo te sientes?, ¿Feliz?, ¿Conmovido? – Sonrió.

-No lo sé... Me siento extraño... Esta casa era de mi padre, mi vida entera está aquí... - Apretó mis dedos con delicadeza – Aquí te conocí – Sonreí, sentí mis mejillas arderse – Pero no es lo importante lo que siento yo... Si no tú – Sonreí y negué con la cabeza.

-Me he propuesto a olvidar... Ah eliminar de mi memoria todas las cosas que me han pasado – Coloque mi mano en mi oreja, tocando la cicatriz con delicadeza, sonreí – Esta casa no tiene la culpa de nada... - Coloque mi cabeza contra su hombro – Al contrario... Ha sido algo maravilloso, por ti, por mi... - Acaricio mi mejilla con delicadeza y la pellizco – Te quiero – Susurre, lo escuche reír y de pronto me atrajo a él, me atrapo entre sus brazos con fuerza aunque había delicadeza, comenzó a llenar de besos mi cara.

-Te amo – Susurro antes de acortar la distancia entre nosotros colocando sus labios contra los míos, en un beso lento, pero lleno de emociones, emociones que me daban felicidad y no había palabras para describirlo.

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