Capítulo 66

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Sentía mis mejillas arder fuertemente, no podía creer lo que había pasado, sin embargo no podía dejar de pensar en ello, me gustaba, me hacía sentir en las nubes, enamorada, querida, de mil maneras que es complicado de explicar.

Flash Back

El deseo de hacerlo era palpable entre los dos, los besos, las caricias comenzaban a ir más lejos de la intensidad, sus labios bajaron a mi cuello dejando pequeños besos, sus manos acariciaban mi cuerpo con delicadeza, no podría describir lo que sentía, era intenso, jamás había sentido aquello, era una sensación desconocida, nueva, sin embargo reconfortante.

-E-Espera... - Susurre apenas con voz audible, Edward se detuvo, su respiración como la mía estaba agitada, mis manos estaban en su espalda y sus manos estaban rozando la piel de mi vientre, me miro, aún estaba muy agitado – P-Perdón – Dije intentando no mirarle.

-No.... No te preocupes... Perdóname tu a mí, me propase... - Dijo quitándose de encima de mí, se sentó en el borde de la cama y soltó un largo suspiro, trague saliva y me senté a su lado.

-No... Yo... - Mordí mi labio inferior – Perdóname – Me puse de pie para irme, pero su mano me atrajo a él, me sentó en su regazo y escondió su rostro en mi cuello.

-No es tu culpa – Beso mi hombro.

-Yo... - No podía completar mi frase – Yo sé que... - Me interrumpió.

-Ya hemos hablado de eso... No lo repitas – Dijo en un susurro tranquilo, o al menos intentaba tranquilizarse – Comprendo lo que quieres decirme y te admiro por eso, sabré esperar por ti, siempre, te respeto – Susurro mirándome a los ojos, me abrace a él.

-Gracias –Dije aferrándome a él, le plante un beso en los labios fuertemente.

-Pero... Puede ser muy complicado – Susurro, aquellas palabras provocaron un sonrojo en mí y risas.

-Perdón – Él negó, nos abrazamos y nos recostamos en un pequeño fragmento de la cama, estábamos abrazados, yo entre sus cálidos brazos, en la protección que me brindaba.

Fin Flash Back

Estaba volviéndome loca, definitivamente, ahora lo admiraba muchísimo más, era un hombre apacible, gentil, amoroso, era mi vida entera, lo seria siempre.

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-Buenos días – Salude entrando al comedor, Rosalie y Esme estaban allí.

-Buen día – Saludo Rosalie, mire alrededor.

-Buenos días Bella, ¿Cómo dormiste? – Pregunto Esme bebiendo de su taza de lo que parecía café.

-Bien... - Dije sentándome en una silla - ¿Dónde están todos? – Pregunte mirando a Rosalie.

-Vino un mensajero de la corte y todos incluyendo a mi marido se fueron – Dijo dejando el tenedor al filo del plato, hubo un largo silencio, aunque nadie quería decirlo, todas sabíamos de que trataba, la herencia... Era el veredicto de la herencia.

-¿Quieres desayunar? – Pregunto Esme haciéndome dar un respingo, ascendí, aunque mi apetito se había esfumado por completo.

Narrador Edward

-Todavía no hace acto de presencia – Dijo Jasper colocándose a mi lado después de haberle preguntado sobre la asistencia al abogado de Jacob – Dice que le dejo en claro, la hora y las circunstancias, el juez comienza a impacientarse – Susurro Jasper.

-No importa – Susurre cortadamente, esto me tenía de muy mal humor.

-El Juez Marco Vulturi llama a la audiencia – Dijo un hombre, este parecía torturado, todos nos adentramos en el edificio. Cada quien tomo asiento en los lugares correspondientes, Jasper a mi lado, Emmett detrás de nosotros golpeteando con su pie el piso, el abogado de Jacob solitario, parecía desesperado, frustrado – De pie para recibir al honorable juez – De nuevo aquel hombre no tenía para nada buena cara y así lo hicimos, nos pusimos de pie y entro con un muy mal semblante.

-Buen día caballeros, abogado defensor me parece una falta de respeto a mi persona y a este tribunal, el hecho de que su cliente no esté aquí, dejamos muy en claro, el momento y se notificó aunque con poca anticipación si la suficiente – Estaba furioso.

-Lo sé, su señoría, el señor Black me pidió que me adelantara – El juez soltó un sonoro suspiro, de pronto las puertas se abrieron de par en par.

-Disculpen la demora – Era el Señor Swan – Tuvimos un percance.

-Me imagino – Dijo el juez en tono irónico – Tomen asiento, Señora buen día – Me imagine que era Rene – Espero que tenga una muy buena excusa para esta larga tardanza Señor Black, lo vi de soslayo, se sentó a un lado de su abogado, no tenía buena cara, ni siquiera buen semblante.

-Lo lamento, no he tenido buen tiempo señor juez – Dijo Jacob.

-Mmmm... - Susurro el juez – Bien... - Dijo colocando los codos sobre su escritorio – Hace un más de un mes los bienes Cullen fueron confiscados por investigación judicial, en esta última audiencia se llegó al veredicto siguiente – Dijo mirándonos a todos – El testamento del finado Billy Black fue imputado por ende, invalidado, por que infringe leyes que estaban y están vigentes aun. Queriendo decir que las propiedades del finado Doctor Carlisle Cullen pasan a manos de sus herederos, la menor Alice Cullen y Edward Cullen, por la minoría de edad de la señorita Cullen, su hermano mayor será el albacea de su dote – Escuche un sonoro golpe – Aun no se lamente señor Black, todavía no termino. Las decisiones e inversiones que el señor Black háyase tomado serán disueltas y todo el caudal faltante tendrá que ser repuesto en el tiempo de 1 año, considerando la fortuna que posee por parte legitima de su familia – Apreté mis manos en puños, me sentía liberado, había justicia – La audiencia termina, sin embargo cabe decir que hay otros asuntos los cuales que resolver y los involucra, no sé si habían estado enterados, pero hay en existencia un testamento a nombre de la finada Grace Black que favorece a la Señorita Swan y a tres personas más -

-¿Swan? – Pregunto una voz femenina, Rene.

-¿Swan? – Pregunte extrañado.

-Así es... Isabella Marie Swan – Dijo mirando a Charlie – ¿Tiene algún parentesco con esta Señorita? – Charlie ascendió.

-Es... - Charlie miro a Rene.

-Nuestra hija – Dijo la misma Rene con dolor plasmado en la cara – Nuestra hija, ¿Que es... - Hubo un silencio tortuoso para todos.

-Perdone señora, pero debo proceder, dentro del caudal hay en existencia 3 cartas, una para Esme Cullen, otra para Isabella Marie Swan o sea Bella Black – Me puse de pie de golpe junto a todos los presentes.

-¿C-Como? – Pregunte exaltado, el silencio se hizo presente.

-Déjenme terminar señores, la tercera carta es para Rene Swan – El juez extendió las tres cartas hacia nosotros, Jasper camino lentamente, dudoso de que esto estuviera pasando y quien no lo estaría, me encontraba perdido en mis pensamientos – El caudal monetario queda a Beneficio de Isabella Marie Swan, como penúltima clausula esto es intransferible e irrevocable, como ultima clausula su madre le dedica unas palabras "Por qué te quiero te reconozco todos tus defectos y espero que la maldad que vi en ti solo sea mi imaginación", lamento que su señora madre no se haya equivocado... - Hubo un suspiro por su parte – Se cierra esta sesión y ordeno que sus abogados vengan a mi oficina en una hora, los veo consternados a todos, espero que puedan digerir toda la información recibida, que tengan buen día – Dijo dejándonos a todos sentados en nuestro lugar, con nuestra cabeza hecha un lió.

-Isabella Marie Swan... O sea... - Deje la frase en el aire, sin poder completarla.

-Bella Black... -Susurro Jasper a mi lado, con dos de las cartas en la mano y mirándomeconfundido.    

Deseos CompartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora