Me quede mirando como el árbol se movía por el viento, hacia formas extrañas en la obscuridad.
-¿Qué tanto miras? – Pregunto Edward haciéndome dar un pequeño salto, soltó a reír, coloco sus manos en mi cintura.
-Nada en realidad – Dije colocando mis manos encima de las suyas – Estaba pensando – De pronto sus manos se apretaron más y me atrajeron más hacia él, una corriente eléctrica me recorrió el cuerpo entero, trague saliva con dificultad.
-¿En qué pensabas?, ¿Te preocupa algo? – Negué con la cabeza, intentando evitar hablar, que si lo hacia mi voz saldría chillante solo del puro nervio – Todo estará bien – Dijo colocando sus manos en mis hombros, comenzó a acariciarlos con delicadeza.
-¿P-Por qué lo aseguras? – Dije intentando sonar calmada, pero eso no funciono, rió.
-Porque estamos juntos – Sus manos recorrieron mis brazos hacia abajo y me abrazo, recorrió con su nariz mi cabello, roso mi piel y me estremecí, mi piel se erizo – Porque te amo – Me susurro cerca del oído, trague saliva.
-Edward... - Lo sentí sonreír contra mi cuello.
-Mmmm... - Aun seguía con su juego seductor y yo estaba allí disfrutando de aquel juego.
-De-Detente... - Suplique, beso mi cuello y se alejó, me sentía acalorada, necesitada de tenerlo cerca de nuevo, me arrepentí de inmediato de mi petición.
-Perdóname – Susurro alejándose – No quería... - Voltee a verlo.
-No... No, está bien, yo...- Coloque mis manos en mis mejillas y solté un suspiro – Perdóname tu a mí, es solo que...
-Ya tranquila... - Me atrajo hacia él y me acurruco en su pecho – Mejor dime en que estabas pensando – Ascendí dudosa.
-Edward... ¿Por qué estás conmigo?, ¿Por qué? – Lo sentí aflojar su abrazo, me miro, creo que intentaba entender mi pregunta – No soy lo que esperas... No soy una mujer como seguro deseas, no soy inteligente, ni fuerte, ni capaz de nada den la vida... Soy una huérfana que se tropezó en tu camino, ¿Por qué yo? – Soltó un suspiro cansado.
-¿Por qué dices eso? – Cerro sus ojos, tenía el ceño levemente fruncido – Tenemos una perspectiva muy diferente de ti misma – Me miro, estaba molesto – Pienso que eres una mujer increíble, única, tienes cualidades que está claro no logras ver, no te menosprecies Bella, tu condición de "Huérfana", no te hace menos que yo, que Alice, que Rosalie o cualquiera de los que estamos aquí. Y tu respuesta del ¿Por qué a ti?, eres una mujer valerosa, valiente, de nuevo única... Con sentimientos amorosos, gentil, te amo... Te amo y no sé cómo explicártelo para que te quede muy claro, sientes lo mismo por mí, lo sé – Sonrió – No necesito que me lo digas, porque me lo dice tu cara, tu cuerpo – Me sentí avergonzada por su comentario sobre mi cuerpo, ¿Era tan obvio que él me atraía tanto?.
-¿Có-Cómo dices? – Sonrió.
-Perdón por la agudeza de mis palabras – Sonrió y beso mi frente – Pero para mí hablar del cuerpo humano es muy normal, mi padre era médico y lo poco que lo conocí aprendí demasiado de él... Puedo leerte, te atraigo físicamente... Y sentimentalmente también, porque lo tuyo no es el descaro, no voy a mentirte – Lo mire atenta – Me gustas, me fascinas y te das cuenta de ello... Te quiero para mí en cada uno de los sentidos mi amor – Aquellas palabras me hicieron estremecer – No sé si me he explicado... - Susurro – Cuando inicie a amarte no lo elegí, hasta me odie por eso... No quería verte, quería que desaparecieras de mi tranquilo y complicado mundo – Agache mi mirada, pero el coloco un dedo en mi mentón y me hizo mirarlo – Pero poco a poco, me di cuenta de lo que eres, de lo mucho muy valiosa que eres, de todo lo que te define y que me encanta, de tu fuerza – Dijo apretando mi mano – Es que me enamoraste enteramente y cuando quise escapar, ya era muy tarde... Solo pensaba en ti... No solo en ayudarte como pensé en un principio, pensaba de otra forma, pensaba como un hombre... Quiero que seas mía – Aquella última frase me sonrojo entera, de nuevo me sentía acalorada, mi corazón comenzó a golpetear fuertemente contra mi pecho, beso mi mano – Mi mujer, mi esposa, mi amiga, mi amante, mi todo... - Me miro atento, sonreí, de pronto se arrodillo ante mí, tenía mi mano tomada – ¿Podría usted hacer mi deseo realidad? – Mi pecho se inflo de felicidad, me sentía en las nubes, dichosa – Cásese conmigo y conviértame en el hombre más dichoso sobre este mundo – No pude evitar llenar mis ojos de lágrimas, me arrodille frente a él y me abrace con fuerza - ¿Por qué lloras? – Pregunto acariciando mi cabeza intentado calmarme.
-Por qué te amo – Dije rápidamente ocultando mi rostro en su cuello, él rió.
-Si es por eso, permito que llores... Aun no me has dado mi respuesta – Sonreí.
-No... - Me alejo, sonreí – Cásate conmigo – Pedí mirándolo a los ojos, él rió.
-¿Me estasproponiendo matrimonio? – Pregunto riendo, ascendí – Déjame pensarlo – Fingíestar ofendida, limpio mis lágrimas - ¿Cuándo y dónde?, no es necesario que melo pidas, me casaría contigo aunque eso fuera lo último que hiciera en toda miexistencia. Te amo – Susurro antes de apoderarse de mis labios con algo quesolo él me hacía sentir, con pasión, con devoción y una infinidad de amor, deese amor que te acorta la respiración, que te llena de felicidad y te haceperder el cielo, la tierra... Y te coloca en una dimensión en donde nada duele,nada molesta y sobre todo no existe nada, más que tú y el ser amado.

ESTÁS LEYENDO
Deseos Compartidos
Fanfic¿Vivir o morir?, decisiones, decisiones... Decisiones y más decisiones, solo una podría cambiar por completo el curso de tu vida, cambiar todo tu mundo, quisiera yo poder tomar una decisión y poder cambiar el calvario que es mi vida. Cuando escogí...