Capítulo 59

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-El careo será en dos días, no permitiré que él se acerque a ti a no más de lo necesario, y tu – Dijo Jasper apuntando a Edward – Mantén la calma, este caso ya es complicado por si solo – Aquellas palabras venían a mi cabeza duramente, me encontraba golpeando el piso con mi pie.

Hoy era el día, hoy sería el bendito careo, tenía tanto tiempo de no verlo y ahora prácticamente me tenía que enfrentar a él, estaba nerviosa, ansiosa, no quería verlo, quería escapar, pero era algo que tenía que hacer, de pronto una mano se colocó en mi hombro, sonreí.

-No estés nerviosa – Susurro Edward besando mi mejilla, acaricie sus dedos – Estaré a tu lado todo el tiempo – Sonreí.

-¿Lo prometes? – Sonrió.

-Por supuesto que si, por cierto – Dijo quitando su mano de mi hombro, coloco alrededor de mi cuello mi collar, toque el dije con mi nombre – Lo había olvidado, hace mucho tiempo que lo tenía listo.

-También lo había olvidado – Dije sonriéndole – Muchas gracias – Dije colocando mis manos en sus hombros.

-Es hora de irnos – Dijo Jasper interrumpiéndonos, entonces en ese momento mi corazón se encogió, sentía fuertes palpitaciones, Edward coloco sus manos en mis hombros y se colocó a la altura de mis ojos.

-Escucha... - Susurro masajeando mis hombros – Todo estará bien, recuerda que jamás estarás solas y nada... Ni nadie te hará daño nunca más – Aquellas palabras resonaban en mi cabeza fuertemente, pero sin embargo no me podía mover – Te lo prometo – Susurro acariciando mi mejilla, haciéndome volver a la realidad, ascendí, tenía que enfrentarlo, tenía que verlo una última vez, tenía que cerrar este tortuoso ciclo e iniciar mi nueva vida.

-Vamos – Susurre intentando formar una sonrisa, pero solo salió una mueca extraña.

Partimos al pueblo, me sentía extraña, atragantada y sobre todo muy agotada, Edward se mantenía a mi lado, a pesar de las advertencias de Jasper, aquello lo agradecía infinitamente, tenerlo a mi lado, era sencillamente conciliador para mí.

-Hemos llegado – Susurro Jasper saliendo de coche y extendiendo su mano, Esme la tomo, seguido de Alice, me quede estática sentada, no dejaba de pensar en "Cálmate, no estás sola", era hermoso poder decir que no estaba sola.

-En marcha – Susurre, Edward apretó mi mano dulcemente y salió, extendió su mano y la tome, cuando el viento toco mi cuerpo me estremecí, hacía mucho frió, Jasper me ofreció su brazo.

-Eres mi clienta... -Susurro mirando a Edward, este solo ascendió, pero algo se cruzó por sus ojos, ¿Qué era? – Mantente tranquila, todo estará bien – Susurro llevándome con él, antes de que si quiera pudiera reaccionar, sus ojos... Sus ojos me penetraron entera, aquellos ojos negros como el mismo infierno, me estremecí entera, me falto el aire y desvíe mi mirada a Jasper, este me sostuvo con fuerza en un acto imperceptible.

-Caballeros – Saludo Jasper, apreté su brazo con fuerza.

-Maldito hijo de... - Comenzó Jacob a acercarse amenazante, Charlie, el señor Swan lo detuvo.

-¿Quieres calmarte muchacho? – Susurro con fuerza, intento evitar un escándalo, Jasper sonrió – Buen día Señor Hale - Saludo con un tono incomodo, mire atentamente a su alrededor, allí sentada convertida en un ovillo de nervios estaba Rene, mirándome preocupada y con decepción, intente decir algo, pero la voz no salió de mi garganta.

-Es hora – Susurro Jasper haciendo que de nuevo me estremeciera, mire hacia Edward, este tenía tensa la mandíbula y sus manos convertidas en un puño, Esme parecía retenerlo con fuerza, Jasper me guió hacia aquel lugar, el palacio jurídico era aún más frió que el exterior.

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Estábamos dentro de una sala de juicios, Jasper sentado a mi lado, Edward, Esme, Alice y otras personas que conocía de la hacienda estaban sentados detrás de nosotros, al lado de Jacob estaba los Swan y otras cuantas personas más, mire hacia el frente, el estrado estaba vacío.

-Sera un Juez de New York, su nombre Marco Vulturi – Susurraba para mí – Descuida es un Juez muy justo – Aquello no me tranquilizo, pero sin embargo solté el aire que estaba reteniendo.

-Pónganse de pie para recibir al honorable juez – Nos pusimos de pie, estaba intranquila, era un hombre mayor, con la mirada fuerte e imponente, nos miró a todos y se sentó.

-Siendo 10 de diciembre, empecemos el juicio del divorcio de la Señora Black y del Señor Black, se acusa a Jacob Black de violencia doméstica y otras infamias – Dijo posando su vista en Jacob - ¿Cómo se declara el acusado? – Susurro tranquilamente.

-Inocente – Dijo el abogado de Jacob adelantándose a cualquier cosa que se pudiera decir.

-Mmmmm.... – Susurro posando su mirada en mi – Se han presentado pruebas contundentes de la falta del Señor... ¿Sabía usted eso abogado? – Pregunto con ironía, Jasper miraba al Juez, el juez a su vez miraba al abogado de Jacob.

-Son meras infamias Señor Juez – Ascendió sin expresión.

-Eso lo dictaminareyo... - Dijo con seriedad – Señora Black... - Dijo haciéndome que me sobresaltara –Primero que nada... Hemos estado trabajando sin usted, se llegó a este punto porconsideración a su estatus de dama de la sociedad y en favor a sus primospolíticos – Dijo sonriendo tranquilamente – Pero... Es imposible continuar sinusted, la piedra angular de tantas pruebas presentadas, que son contundentespara el divorcio y para... - Dijo regresando la mirada a Jacob – Hacer justicia ydemostrar que hemos avanzado como seres humanos y sociedad – Se enderezo en suasiento de cuero, provocando un ruido incomodo - ¿Podría contarme la versión desu historia? – Pregunto aun sonriéndome, una sonrisa sincera, tranquilizadora,lo mire - ¿Prefiere hacerlo en privado? – Insistió, trague saliva y negué – Muybien... Entonces llamo a declarar a Bella Black – Dijo señalándome un asiento auno de sus costados, Jasper se puso de pie, me ayudo a incorporarme y caminelentamente al lugar donde me había señalado, me senté – No estás sola... -Susurro el juez, trague saliva.  

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