-¿Qué es lo que paso? – Pregunto Rosalie extendiéndole a Emmett una copa con whiskey, este estaba rendido en el sofá.
-A pesar del deshielo – Dijo Emmett interrumpiéndose solo para beber de la copa – Tuvimos muchas dificultades para al menos controlar el fuego – Dijo dejando la copa en la mesa del centro.
Ahora que los miraba bien, ambos lucían agotados, estaban sucio de tierra y de tizne negro, Edward no había abierto la boca para nada, ni siquiera para corroborar la historia, sencillamente observaba y se limitaba a escuchar, o al menos eso creía, porque seguro estaba hundido en sus pensamientos.
-¿Y es verdad lo que dijiste? – Emmett miro a Esme confundido – Las personas del incendio – Emmett pareció recordarlo y negó.
-No, lo siento, ojala, solo les vimos el maldito polvo a esos cabrones – Dijo en un susurro de fastidio.
-¿Cabrones? – Pregunto Alice, todos incluyendo al silencioso Edward volteamos a ver a Emmett, este rió nervioso.
-Esa es una palabra que no debe usarse – Alice ascendió y sonrió – Bueno... En otras palabras, lo use de pretexto para que ese... Se fuera, aun con 10 hombres seguro todavía no podríamos separarlos – Dijo mirando a Edward, este solo tenso la mandíbula y se puso de pie.
-Con permiso – Dijo eludiendo nuestras miradas y yendo en dirección a las habitaciones, me quede allí sentada mirando la dirección por donde se había ido, mordí mi labio inferior, pero internamente, golpee el piso con mi pie dos veces y me puse de pie.
-Con permiso – Susurre caminando detrás de él.
-Bell... - Intento decir Esme, pero esta fue interrumpida por Rosalie con algo que no pude escuchar, ya estaba demasiado lejos de ellos.
Camine rápidamente, lo vi entrar a su habitación, me quede parada a medio metro de ella y coloque mi mano en el pomo, solté un largo suspiro y entre, estaba de espaldas a mí, tenía sus mano contra la pared y miraba sus pies, cerré la puerta.
-¿Qué vas a decirme ahora Emmett? – Pregunto de pronto, sonreí y coloque mi mano en mis labios para no reír.
-Nunca adivinas – Dije divertida, me miro de pronto, creo haberle dejado sin palabras, ya que trago saliva y hubo un largo silencio.
-Discúlpame... Yo... - Sonreí, negué con la cabeza.
-¿Quieres que me vaya? – Dije retrocediendo hacia la puerta.
-No... - Dijo rápidamente – No – Dijo desviando su mirada a cualquier lugar, hubo otro silencio, soltó un suspiro y paso sus manos por su cabello – Perdón... Estoy cansado – Dijo recargándose contra la pared, ambos estábamos de extremo a extremo, solo cruzando palabras y miradas.
-Lo imagino... - Susurre, ¿Por qué me estaba siendo complicado hablar con él?, hubo un largo silencio, solo mirándonos a los ojos.
-Perdón – Susurro de pronto, lo mire confundida – Te hago pasar malos momentos, lo lamento – Dijo sentándose en la cama, me acerque a él con paso lento y me senté a su lado – Es solo... - Sus manos se formaron en puños – No quiero que este cerca de ti, ni de mi madre, ni de Alice... Yo... - Soltó un bufido y escondió su cara entre sus manos – Se dé que es capaz y sé que no se tentaría el corazón para lastimarlas y... Yo no soy un asesino Bella... No soy un hombre que albergue resentimiento, pero... - Miro hacia el frente, seguí su mirada, miraba su reflejo – Me está costando trabajo no hacerlo – Sonó hueco, cansado.
-Olvídalo – Susurre mirándolo a los ojos atraes de su reflejo – Olvídalo como yo lo hago – Sonreí ampliamente, me correspondió, me puse de pie y me coloque en cuclillas frente a él – Si he aprendido algo en mi vida es no guardar rencor, no tiene caso hacerlo, te distrae de tu presente, de tu vida futura, solo olvídalo... Bórralo de tu mente como yo lo estoy borrando y si no puedes, hazlo por mí – Intento decir algo, pero coloque un dedo en sus labios – Por mí – Repetí acariciando su mejilla, me sonrió, inclino su cabeza hacia mi mano y le planto un beso - ¿Si? – Pregunte arrodillándome, bese su mejilla, soltó un suspiro.
-No se... - Dijo negando con la cabeza, bese su mejilla de nuevo, sonrió – Puede ser... - Dijo señalando sus labios.
-Tramposo – Dije besando sus labios repetidas veces, me atrajo hacia él.
-Me convenciste – Dijo sonriendo contra mis labios, solté a reír, volvió a besar mis labios y coloco su frente contra la mía – Tengo que ducharme, me siento sucio – Ascendí.
-No te sientas así... Déjame decirte que estas sucio – Soltó a reír.
-Interesante opinión – Dijo levantándose y ayudándome a levantar, me acogió entre sus brazos y comenzó a ensuciarme con su rostro, con su ropa.
-¡NO! – Grite divertida y riendo, continuaba restregándome su rostro contra el mío y ensuciándome de tizne y de su sudor – ¡Déjame! – Continúe riendo, de pronto ceso de hacer aquello y solo me miro.
-Así serán todos nuestros días – Susurro solo para nosotros dos.
-Lo sé – Dije dándole un beso en la comisura de sus labios – Me haces muy feliz – Susurre colocando mis manos alrededor de su cuello - ¿Yo te hago feliz? – Pregunte mirándolo a los ojos.
-El más feliz sobre esta tierra, lo prometo – Dijo apretándome a él, sonreí, beso mis labios lentamente, una sensación cálida recorrió mi cuerpo, beso repetidas veces mis labios y de pronto profundizo haciéndolo más lento, más duradero, me envolvió en su olor, en su calor, en sus brazos, era perder el juicio, la razón, comenzó a besar mis mejillas – Debo irme a duchar... - Dijo de pronto – En verdad me siento sucio... - Susurro alejándose de mí y soltando un largo suspiro, ascendí y tome cierta distancia de él, solté a reír.
-Ammm... Yo saldré – Dije señalando la puerta, río.
-Si... - Dijo intentando quitarse la chaqueta.
-Déjame ayudarte – Dije riendo al verlo lidiar con la bendita chaqueta, logre ayudarlo.
-Gracias – Susurro desabrochando los botones de sus mangas. Lo mire y sonreí, mordí mi labio inferior, él también me miraba, hubo un silencio largo, solo había miradas, miradas indiscretas y con un eje de deseo que se palpaba, camine hacia él y cada paso que daba, mi corazón palpitaba más fuertemente.
-De-Déjame ayudarte – Susurre dirigiendo mis manos a los botones de su misa y uno a uno desabotonarlos y así lo hice, uno a uno, sin embargo, mis pensamientos estaban tomando un rumbo que no podía controlar, me acerque a él cuando su pecho quedo desnudo, coloque mis brazos alrededor de su cuello y me acurruque en el calor que su pecho me brindaba, él se quedó inmóvil al principio, parecía dudoso en corresponderme o no, sin embargo poco a poco me envolvió en sus brazos, lo mismo hice yo, lo abrace fuertemente y busque sus labios, aquel acto fue involuntario, pero la necesidad me hizo hacerlo, la necesidad de tenerlo cerca, de abrazarlo, de besarlo, de sentirlo, nos besamos sin freno, sin piedad, sin poder encontrar el fin, al contrario, profundizamos mucho más, mis manos parecían tener vida propia, se deslizaron sus hombros haciendo que su camisa cayera al piso, me abrazo fuertemente y sentí el calor de sus manos en mi espalda y de mi blusa subiendo al mismo tiempo que sus manos me acariciaban, ambos retrocedimos, me deposito cuidadosamente en la cama, sus labios recorrieron mi mentón, mi cuello, sus dedos acariciaron mi piel cuidadosamente, como si de cristal se tratara y de nuevo el descontrol de mis manos, acariciaban su piel delicadamente, era un éxtasis sentir su piel, su calor, un gemido salió de mis labios, no había vuelta atrás, era este momento, solo nuestro.
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Deseos Compartidos
Fanfic¿Vivir o morir?, decisiones, decisiones... Decisiones y más decisiones, solo una podría cambiar por completo el curso de tu vida, cambiar todo tu mundo, quisiera yo poder tomar una decisión y poder cambiar el calvario que es mi vida. Cuando escogí...