Apenas había podido pegar el ojo en toda la noche, temía que en cualquier momento Jacob entrara por esa puerta y me llevara a jalones con él, Alice había dormido plácidamente y Esme, no sabría qué decir de ella.
-Buenos días –Dijo Rosalie entrando sin avisar, llevaba consigo un montón de ropa entre sus brazos - ¿Cómo durmieron? – Dijo tan fresca.
-Bien gracias – Dijo Esme sonriéndole.
-Que bien, les traje un poco de ropa para que se duchen – Dijo dejando la ropa en una de las camas – Iré a ordenar el desayuno – Salió sin decir nada más, fui la última en ducharme, el cansancio me invadía, me arregle rápidamente, no había frio en esta casa, pero las ventanas estaban totalmente empañadas.
-Quiero un chocolate caliente – Dijo Alice colocándose los guantes – Y aquí hacen unos dulces de leche, ¡Deliciosos! – Dijo animada, intente sonreír, pero no pude hacerlo, mire a mi alrededor, Esme no estaba por ningún lado.
-¿Y tu mamá? – Pregunte tomando una de las chalinas, tenía una textura cálida, la coloque sobre mis hombros.
-Salió... - Hubo un pequeño silencio - ¿Sabes que le pasa? – Pregunto mirándome a los ojos, ¿Así que no le habían dicho nada?, por supuesto que no, sería una noticia que la destrozaría.
-Vamos, es tarde – Dije extendiéndole mi mano, ella me miro dudosa, sonrió y tomo mi mano, ambas salimos, no sabría qué contestarle, si volviera a preguntarme, necesitaba hablar con Edward o Esme.
-Buenos días – Saludo Edward a nuestras espaldas, voltee a verlo, me dedico una sonrisa amplia y despeino a su hermana con ternura.
-¡Oye déjame! – Dijo Alice intentando apartar la mano de su hermano de su cabeza, sonreí, escondí mi sonrisa con mis manos.
-¿Durmieron bien? – Pregunto mirándome, pero creo que descubrió mi respuesta, ya que borro su sonrisa en cuanto me miro.
-Perfecta – Dijo Alice aplaudiendo – Como bebe – Continuo, pero creo que Edward no escucho, su mirada estaba clavada en mí.
-Qué bueno – Susurro de pronto, después sacudió su cabeza – Oye... - Dijo tocando su frente, pensativo – Rosalie estaba buscándote – Dijo Edward mirando a Alice – Dijo que quería darte algo – Alice sonrió ampliamente – Esta en el comedor – Alice no dijo nada, solo bajo corriendo las escaleras, hubo un silencio largo, intente evadir su mirada, pero era muy insistente - ¿Qué pasa? – Pregunto colocando su mano en mi mentón y obligándome a verlo.
-No pude dormir – Dije intentando apartar su mano, me miro y la aparto.
-¿Pasa algo conmigo? – Pregunto de pronto, negué con la cabeza.
-¿Bajamos? – Pregunte, bajando las escaleras a paso lento, ni siquiera yo sabía que me pasaba, solo me sentía extraña, tenía tantos sentimientos en mi mente y en mi corazón, me confundían, Alice y Rosalie estaba sentadas, la rubia le mostraba una caja de color plata, Alice reía y aplaudía, Esme tomaba algo en una taza y las miraba atenta, Rosalie nos miró.
-Al fin, muero de hambre – Dijo entregándole la caja a Alice, miro a una chica y ascendió, la chica comenzó a servir el desayuno, paso un momento de silencio.
-¿Necesitas ayuda con algo? – Pregunto Edward, este estaba sentado a mi lado, Alice y Esme frente a nosotros, la rubia estaba a la cabeza de la mesa, ella coloco un dedo en su mentón pensativa.
-Por el momento no – Dijo encogiéndose de hombros – Si necesito algo serás el primero en saberlo – Los mire de reojo, aquello me hacía perder no solo el apetito, rodee los ojos y tome de mi taza de café. El desayuno paso tan callado por todos que parecíamos completos desconocidos, al terminar, fui la primera en ponerse de pie.
-¿Quieres pasear conmigo? – Pregunto Edward, lo mire, todos me miraron, ascendí, se puso de pie y me invito a caminar a su lado, caminamos a paso lento, la nieve mojaba las botas de cuero que Rosalie me había proporcionado, se teñían de un color obscuro - ¿Confías en mí? – Pregunto de pronto, voltee a verlo, pero él no me miraba, tenía la vista al frente, con sus manos en su espalda.
-Por supuesto que si – Dije decidida y confiada en mis palabras.
-Entonces... ¿Por qué no me dices que te sucede? – Pregunto mirándome, pare en seco, él dio dos pasos más y se giró hacia mí.
-No tuve buena noche... Pasaron por mi mente escenarios donde Jacob nos encontraba y... - Pare mi frase y un escalofrió recorrió mi cuerpo, me abrace a mí misma, se acercó a mí, tomo mis manos y las coloco entre sus manos, comenzó a frotarlas con sus manos.
-Estas siendo más o menos sincera – Aparte mis ojos de los suyos – Comprobado – Dijo volteando mi rostro – Cuando escondes algo desvías la mirada, tarde en comprenderlo, puesto que no hablábamos mucho, cuando comencé a percatarme de ello, no pude evitar reírme incontables veces – Me sonroje – Bella... Podrías explicarme, ¿Qué te sucede? – Pidió, mordí mi labio inferior.
-No... No lo sé – Dije avergonzada.
-Mmmm... - No me lo creía, eso estaba claro, solté un suspiro.
-Mmmm... - Copee el sonido que hizo con su garganta, hubo un enfrentamiento entre nuestros ojos, en ese enfrentamiento él iba ganando, me miraba con intenciones de indagarme enteramente, me rendí – Estoy un poco descolocada es todo – Dije intentando sacar mis manos de las suyas, pero él lo evito.
-¿Por qué? – Pregunto buscando mi mirada de nuevo, solté un suspiro fastidiada.
-No me gusta... No me agrada – Me miro confundido – Es que... No lo sé, es que tú y ella... – Me miró y una sonrisa comenzó a formarse en sus labios, soltó un par de risas, aquello me hizo enojar - ¿Qué es gracioso? – Dije sacando mis manos de entre las suyas y comencé a caminar.
-Bueno... Es que, creo que no te estoy entendiendo – Dijo caminando detrás de mí.
-¿Qué no entiendes? – Dije cruzándome de brazos – Rosalie y tú, tienen mucha comunicación – Dije como reproche, él soltó a reír de nuevo.
-¿Estas celosa? – Pregunto tomándome del brazo, aquella minúscula palabra se marcó fuertemente en mi piel, si... Si estaba celosa.
-No... - Dije en un susurro, me sentía avergonzada - ¿¡Que estas diciendo!? – Dije fuertemente, de pronto me atrajo hacia él, me abrazo por la espalda, rodeándome entera con sus brazos, coloco su cabeza en mi hombro.
-Lo que es evidente – Susurro, me tenía atada con su abrazo, me sentía nerviosa – Me haces feliz... Lo prometo – Aquellas palabras me confundieron.
-¿Cómo? – Susurre intentando verlo, pero estaba inmóvil.
-Se dice que los celos están íntimamente ligados al amor – Mi piel se erizo entera – ¿Opinas lo mismo? – Pregunto, me quede quieta pensando mi respuesta.
-Yo... - Dije en un susurro – Quizá, no lo sé – Dije evitando responderla, lo sentí sonreír.
-No sientas celos, en primero porque te amo a ti, solo a ti y en segundo porque, Rosalie es la esposa de mi amigo y tercero esa mujer es como Alice... No espera – Dije apretándome más contra él – Es más fastidiosa que Alice – Reí – Bella... - Me gire para verlo, el coloco sus manos en mi cintura, un contacto tan delicado provocaba miles de sensaciones en mi – Quiero que sepas algo... Te he sido fiel desde antes de conocerte y lo seguiré siendo, me correspondas o no – Me acurruque en su pecho, sentía las palpitaciones de su corazón, me abrazo fuertemente.
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Deseos Compartidos
Fanfiction¿Vivir o morir?, decisiones, decisiones... Decisiones y más decisiones, solo una podría cambiar por completo el curso de tu vida, cambiar todo tu mundo, quisiera yo poder tomar una decisión y poder cambiar el calvario que es mi vida. Cuando escogí...