Capítulo 10

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NARRA BELLA

No sabía que dolía más los golpes en mi cuerpo o los golpes que se encontraban en mi alma y corazón, había discutido con mi esposo... Con Jacob, él quería quedarse en mi cama y entre mis sabanas, estaba ebrio y furioso, me golpeo y callo dormido conmigo en una esquina de mi habitación. Aquel momento corría en mi mente una y otra vez, me hacía estremecer y me revolvía el estómago.

Mire a mi alrededor, estaba en la sala del hogar Cullen, había estado aquí antes, mucho tiempo atrás y no había cambiado mucho, seguían allí las mismas fotografías, el mismo color marrón en las paredes, toque mis labios, se sentían hinchados y había sangre en ellos, era la segunda vez que el me golpeaba de esta forma, la postura que tenia se rompió y me deje caer en el respaldo del sofá, el rostro me ardía entero. Lo escucho dirigirse hacia mí y volví a incorporarme.

-Puede quedarse así – Dijo mientras colocaba en la pequeña mesa de madera una botella plateada y trozos de tela, dirigió su mirada hacia mí, a mi rostro, yo evite su mirada, sus dedos me hicieron voltear mi rostro hacia él, apretó sus labios fuertemente, se colocó en cuclillas frente a mí y soltó un suspiro, comenzó a colocar alcohol en un trozo de tela.

-Yo... Le pido perdón no debí aceptar venir con usted... Per... - Sus ojos me miraron silenciándome de golpe.

-No pida perdón – Dijo mirando aquel trozo de tela con alcohol y luego a mi – Ardera – Notifico, ascendí, el coloco el trozo de tela con alcohol en la herida, el dolor recorrió toda mi dentadura y mi rostro, me queje entera – Lo siento – Dijo continuando su cometido, no había expresión en su rostro, parecía querer decir mil cosas, pero sus labios parecían estar sellados.

-Siento que tenga que hacer esto... Si me p... - Negó con la cabeza.

-Siento yo que tenga que pasar por esto – Cambio la compresa por una limpia y volvió a colocarlo en la herida – Esto... - Soltó un suspiro – ¿Tiene otra herida? – Déjeme ver – Llevaba en mis hombros su chaqueta, negué con la cabeza y sonreí y solté un ligero quejido, quito la chaqueta de mis hombros y se quedó paralizado mirando mis brazos, me sentía desnuda ante su mirada, comenzó a murmurar cosas por lo bajo, estaban llenos de moretones, solté un suspiro y me miro – No soy nadie para preguntar, pero... - Lo interrumpí con una sonrisa, ¿Cómo podía sonreír?

-No es la primera vez que lo hace... Si es eso lo que me quiere preguntar – Mi voz estaba siendo quebrada en mil pedazos, pero aun así sonreí como si no doliera, como si fuese un pequeño detalle.

-¿Está consciente de... - Volví a interrumpirlo.

-Nadie podría acostumbrarse a esto jamás... Pero créame cuando le digo que me duele más el alma que todos los golpes y cosas que Jacob pudiese hacerme – Seguí con una sonrisa en sus labios, pero con lágrimas en los ojos – No dudo del silencio de Alice, pero sé que usted sabe que fui recogida por la familia Black... - Desvié su mirada.

-Lamento la indiscreción de mi hermana ella... - Reí y volví a quejarme.

-Ella intenta ayudar – Miro el piso y luego directo hacia mí – Gracias – Dije poniéndome de pie – Por todo – Agrego – Disculpe las molestias.

-No son molestias... - Susurro.


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