Deseos Compartidos

Capítulo 39

Alice me daba la espalda, yo miraba el techo, había pasado más de una hora de estar recostada y en definitiva el sueño no venía a mí.

-Bella – Susurro Alice - ¿Estas dormida? – Negué con la cabeza.

-No – Susurre de regreso, entonces ella giro en la cama, voltee a verla – Pensé que estabas dormida – Proseguí, ella negó.

-Quiero preguntarte algo... - Dijo en un murmullo, ascendí – Mi hermano te dijo lo que siente, ¿Verdad? – Aquella pregunta me había congelado entera, cuando estuve a punto de negar ella continuo – Mentir no te ayudara – Me silencie entera – Te lo dijo – Susurro como si no pudiera creerlo, sonrió y se sentó en la cama – No pensé que fuera a decírtelo nunca... Más bien pensé que continuaría con ese comportamiento amargado y frio de antes – Me senté a su lado.

-¿De qué hablas? Siempre vi a Edward muy... - Me interrumpió.

-Solo cuando te mira o habla de ti, él vuelve a ser espontaneo y normal, creo que intenta consolarte... Todos lo intentamos – Corrigió – Edward tiene muchos problemas desde que murió papá, ese disparo no es el primer intento de asesinato que él tiene, cuando yo tenía 10 años el recibió una golpiza que pensamos que moriría, él tenía 16... Fue un milagro – La voz de Alice estaba tan quebrada que me sorprendió – A sus 18, encendieron fuego a nuestra casa, es por eso que vivimos aquí, perdimos todas nuestras pertenencias, todo... - Dijo apretando sus ojos, lagrimas rodaron por sus mejillas, las limpio de inmediato – Y yo cuando cumplí los 13 recibí un regalo, llevaba una serpiente adentro... - Mi corazón se achico en cuestión de segundos – Edward me salvo la vida y Edward ha hecho hasta lo imposible por sacarnos adelante a mi mamá y a mí y si no nos hemos ido de aquí es por ese testamento... - La mire rápidamente – Por papá... Pensé que no lo volvería a ver sonreír y ahora lo hace con tanta facilidad... Te ama y jamás se ha dado la oportunidad de amar – Hubo un largo silencio.

-Y ahora que se la ha dado... - Me interrumpió.

-Ni se te ocurra decir que pierde su tiempo... - Dijo apuntándome con su dedo índice.

-Estoy casada... - Dije aquello gran obviedad.

-No es un impedimento – Dijo sonriéndome.

-¿Quién te enseña hablar y pensar así? – Pregunte sinceramente.

-Rouse... Pero ese no es el tema – Dijo ladeando la cabeza - ¿Sientes algo por mi hermano? – Aquella pregunta me había congelado de nuevo.

-Alice... - Ella me interrumpió.

-¿Atracción?, ¿Protección?, ¿Admiración?, ¿Amor?, ¿Nada? – Termino sus cuestionamientos.

-Alice – Ella me volvió a interrumpir.

-Muchas mujeres pierden la noción del tiempo al lado de mi hermano, es un hombre atractivo, eso es obvio y lo sabes... - Aquellas palabras no las había escuchado nunca en mi vida - ¿Entonces? – Pregunto al ver mi claro silencio.

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