Capítulo 18

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Narra Edward

-Está deprimida, ni siquiera me habla – Dijo Alice mientras colocaba su mejilla contra la mesa, haciendo un puchero – No sé ni que le pasa – Soltó un suspiro ruidoso, mi madre intento animarla.

-Ya... Ya, debes comprender que... - Alice la interrumpió.

-Lo sé, no soy tonta, sé que su vida es un infierno, pero al menos la animaba, la entretenía... - Ella me miro - ¿Qué le dijiste?, porque cuando fuimos a ver a Gitana ella estaba bien, hablo contigo y de pronto ella estaba así, ¿Qué le dijiste? - Esta niña tenía un sentido demasiado agudo.

-¿Por qué tendría que decirle algo yo? – Ella entrecerró los ojos, era demasiado suspicaz, pobre de su marido.

-Porque tienes esa desagradable y repugnante costumbre Edward Cullen – Mi madre solo sonrió y continuo bebiendo de su café, no tenía defensa.

-¿Y que si le dije algo? – Pregunte mirando a la pequeña diablillo.

-Serias un bobo – Dijo molesta.

-Alice – Le llamo la atención, Alice se cruzó de brazos.

-Edward no ha hecho otra cosa que atacarla desde que llego aquí, siempre mirándola con desprecio, ¿Por qué? – Pregunto indignada.

-Alice... - Intente persuadirla, pero ella se puso de pie agresiva.

-¿O es una simple mascara tuya? – Mi piel se erizo completamente.

-Creo que te estas montando una película de muy mal gusto... - Solté.

-Y yo creo que tratas a Bella con esa repugnancia e indiferencia para ocultar tus verdaderos sentimientos querido hermano – Me puse de pie, puse las manos en la mesa y la mire de frente.

-Estoy harto de tus conjeturas de niña... Cállate – Ella rio.

-Tu molestia me confirma lo que ya sabía – Gruñí con enojo.

-Basta los dos – Dijo mi madre dejando la taza de café en la meza – Lo único que nos hace falta es pelear entre nosotros, Edward eres el mayor compórtate como tal y deja de ponerte a la altura de tu hermana de 15 años y Alice no repitas eso de nuevo – Alice sonrió.

-Está bien mami – Dijo con dulzura y tomando asiento de nuevo, a veces creía que mi hermana estaba loca, había ocasiones que actuaba con la astucia de una mujer adulta y otras era lo que aparentaba una niña, pero no estaba loca, gozaba de inteligencia, de imaginación, era una mujer valiosa y un arma de doble filo.

-Ahora quiero que vayas a dormir, mañana saldremos de paseo – Alice se puso de pie, beso la mejilla de mi madre, volteo a verme y me saco la lengua, yo solo me limite a negar, escuchamos la puerta de Alice cerrarse, hubo un minuto de silencio – Sabes que no son conjeturas – Dijo mirándome tan seriamente que por un momento pensé que era frialdad, comencé a reír – Sabes que tu hermana no abre la boca a excepción de la verdad y de lo evidente, Edward... - Solté un suspiro.

-Le repito madre.... Son conjeturas de niña soñadora – Mi madre sonrió.

-Está bien Edward, miéntete todo lo que quieras, haz pasar a tu hermana como una infante si eso te parece bien... Pero no puedes desmentirme a mí, ¿Cierto? – La mire, ella sonrió – Estas enamorado de la mujer de tu primo... - Me quede mudo, era la primera vez que me había permitido escuchar esa frase o pensarla, mi madre había abierto la caja de pandora y aunque lo intentara no podría cerrarla, no pude mirarla a los ojos – Edward... Sabes bien que ese matrimonio es... - La interrumpí

-Es un maldito fraude – Dije golpeando la mesa con mi puño, se escuchó por toda la habitación – Para lo único que mi querido Tío Billy Black, caso a ese maldito idiota de Jacob con Bella fue para asegurarse que su podrido hijo consiguiera cumplir con la maldita cláusula del testamento y la única ingenua que estaba a su alcance era una pobre huérfana que adoptaron como buena acción del año, no me diga nada... No lo haga que sería un gasto innecesario de energías – Ella solo me miraba.

-Es una mujer casada... Edward – Reí.

-Una mujer golpeada, ultrajada, lastimada, con dos intentos de suicidio y que lo único que podemos sentir por ella es lastima – Comencé a negar con la cabeza – He negado en vano lo que siento por ella, he intentado de todo para que esto – Dije golpeando mi pecho con fuerza – No crezca, pero no funciona y tengo que quedarme aquí – Dije volviendo a golpear la mesa – Mirándola llorar y desear estar muerta porque está sola – Solté un suspiro – Cuando lo que más deseo en este mundo es tenerla a mi lado, para amarla como nunca ha sido amada.... Que irónica es la vida madre...– Ella solo me miro y desvió la mirada entristecida.

-Tienes que alejarte y lo sabes – Ascendí y volví a sentarme.

-Esta es la primera vez que difiero a una orden suya... Buenas noches – Susurre.

-No hemos terminado de hablar – Dijo ella poniéndose de pie.

-No tengo nada máspara decirle... - Me encamine para ir a mi habitación y pare en seco – Oh si... SiJacob vuelve a ponerle una mano encima, lo matare... Buenas noches – Repetí,cerré la puerta de mi habitación de un solo golpe, y era por esto que intentabaevitarla, descontrolaba cada parte lógica de mi ser.

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