Capítulo 28

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Me quede mirando por la ventana, parecía que llovería en cualquier momento, Ya había pasado un rato desde que Esme se fue, Edward por su parte no había reaccionado ni para quejarse, cosa que me mantenía con el alma en un hilo, no sabía si era bueno o malo. ¿Cómo es que esto paso?, ¿Cómo es que lo hirieron de esta manera?, ¿Quién era ese hombre que tenían atado en el almacén?, Jasper no se había aparecido desde ayer y no había explicado nada, los empleados estaban trabajando bajo las ordenes de John.

-No lo entiendo, ¿Qué paso? – Pregunte al aire, sin esperar alguna respuesta, de pronto quejidos me sacaron de mis pensamientos, me acerque rápidamente a la cama, él se quejaba sin abrir los ojos - ¿Edward? – Pregunte colocando una mano en su frente, no tenía temperatura, pero parecía que le dolía mucho, intento ponerse de pie – Oye espera – Dije intentado recostarlo de nuevo.

-Estoy mareado – Dijo arrastrando las palabras como si estuviera ebrio.

-Perdiste sangre y te hicieron una sangría – Dije batallando con su inquietud – Vamos no te pongas difícil tienes que recostarte – Dije regañándole, el rio.

-No quiero estar aquí – Dijo aun sin abrir los ojos – Quiero irme – Insistió.

-Después te iras, por ahora descansa – Pedí con intranquilidad, sus ojos me atravesaron con intensidad, sentí como el corazón se coloco en mi garganta – T-Te lo suplico – Dije con nerviosismo, aun contínuo mirándome – Estas débil - Él se recostó de nuevo.

-Estoy muy mareado – Por su rostro paso dolor – Y dolorido.

-¿Necesitas algo? – Pregunte.

-¿Podrías darme agua? – Ascendí, serví agua en un vaso de cristal, apenas bebió un par de sorbos.

-Esme me dejo esto – Dije mostrándole el pequeño frasco con calmantes, los miro por un instante y rodo los ojos.

-No los quiero – Dijo caprichoso, sonreí por acto de reflejo, esa reacción era tan infantil, me miro - ¿Qué es tan... - Se volvió a quejar - ¿Qué es tan gracioso? – Pregunto en tono serio y molesto, yo sonreí más ampliamente.

-Es que me da tanto gusto que estés bien – Dije con sinceridad, mire de nuevo el frasco y sentí mucha nostalgia – Me alegra tanto – Dije mirándolo, me miraba atento y una pequeña sonrisa se formó en sus labios, le mostré el frasco – Tienes que tomarte una de estas, sé que te duele – Tome una y se la extendí, la miro y volteo a otro lado – Por favor – Insistí, no volteo a verme - ¿Por qué tengo que pedírtelo para que te la tomes? – Dije con humor, me miro y soltó un suspiro.

-Negocias bien – Dijo tomando la pastilla, la coloco en su boca y volvió a beber agua – Gracias – Susurro.

-De nada... ¿Qué fue lo que paso? – Pregunte intentando estar tranquila, él frunció el ceño.

-Estábamos mirando el ganado... - Dijo mirando al techo – Y de pronto se escuchó un disparo, ese no impacto a nadie, el segundo si, a mí – Dijo colocando su mano en la herida – El caballo se asustó y caí ya herido, Jasper me ayudo mientras... - Pareció recordar algo importante ya que, se sentó de golpe en la cama y un quejido fuerte salió de su boca – El hombre que venía con nosotros... Ese hombre me disparo – Intento ponerse de pie, lo impedí.

-¡Espera! – Dije fuertemente - ¿Estás loco? Tienes una herida muy reciente, ¿Qué pretendes? – Dije molesta.

-¿Ese hombre aún está aquí? – Dijo ignorando mi monologo anterior.

-Si... Pero no puedes salir, vas a lastimarte – Dije con preocupación.

-Necesito saber... - Lo interrumpí.

-Te quedaras aquí, sin discutir y lo harás porque te lo estoy pidiendo – Dije rápidamente, me miro atentamente – Por favor – Insistí.

-Pero... - Intento hablar, entrecerré mis ojos.

-Eres un caballero,¿No? – Dije con mi mano en su hombro, no respondió nada – Toma mi petición comoun favor especial – Él pareció rendirse y volvió a recostarse, no me miraba,sonreí – Gracias – Susurre, él ascendió, parecía molesto, así que EdwardCullen, el hombre más serio y taciturno que había conocido tenía un ladoparticularmente infantil, ¿Quién lo diría? 

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