Deseos Compartidos

Capítulo 51

Esme no había soltado ni una sola lágrima, tenía el diario entre sus manos y miraba algún punto existencial del salón, había leído la última parte, la misma que Edward leyó y estaba tan quieta, tan relajada que asustaba.

-Ahora lo entiendo todo... - Susurro Esme haciendo que Edward y yo la miráramos – Ella me miraba con mucha vergüenza un tiempo después de que Carlisle muriera... Ahora lo entiendo – Dijo con voz suave, relajada, tanto que mis cabellos se erizaron, me miro - ¿Dónde lo encontraste? – Pregunto levantando el diario para que pudiera verlo.

-En... En un libro con recetas medicinales creo... Estaba buscando libros, lo tire por accidente y el diario... - Me quede callada, no podía terminar la frase, miro el diario y se puso de pie, lo coloco frente a nosotros.

-Madre... - Susurro Edward, Esme esbozo una sonrisa, pero aquella sonrisa para nada se reflejaba en sus ojos.

-Quiero... Quiero descansar un poco, el viaje fue muy largo a pesar de estar tan cerca, nos vemos en un par de horas – Dijo dándonos la espalda y apresurando a irse, ¿Por qué aguantaba su dolor?, Esme desapareció, mire a Edward y este soltó un suspiro muy cansado y agacho la cabeza mientras pasaba sus manos por su cabello.

-¿Estas bien? – Pregunte colocando mi mano en su hombro, él coloco una mano encima de la mía y la acaricio repetidas veces.

-Estoy bien... Solo estoy en shock, creo que... Día tan cargado de emociones como este... - Me sentí culpable, parte de todo lo que estaba pasando era mi culpa, yo estaba escapando de mi marido, su primo, que era un hombre potencialmente asesino.

-Cuanto lo siento... - Dije con preocupación – Todo esto es mi culpa... - Continúe, intente apartarme de él, pero retuvo mi mano y me sentó a su lado.

-Nada tienes que ver con todo esto – Susurro colocando su frente en mi hombro – Estas aquí porque voy a ayudarte cueste lo que me cueste, y esto era algo que estaba previsto desde que tuve consciencia de lo que estaba pasando por mi vida – Suspiro de nuevo – Ustedes son mi razón para no rendirme, así que no te culpes, más bien gracias – Susurro, aquellas palabras fueron sinceras, no necesitaba verlo a los ojos para saber que era totalmente sincero, siempre lo había sido.

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La noche se había cernido sobre nosotros como una manta llena de angustias, Edward no demostraba preocupación alguna, pero pude sorprenderlo pensativo y no tendría que ser adivina para poder saber en lo que pensaba, a estas horas Jacob estaría como loco buscándonos y seguramente estaría movilizando a toda su gente a cargo, aunque en toda mi estadía pude ver más complicidad por parte de los empleados hacia la familia Cullen que al mismo Jacob, me supongo que así como todo el pueblo los quiere, de la misma forma es con los de la hacienda.

-¿Crees que... - Me anime a preguntar, pero la frase quedo en el aire cuando él me miro, sus ojos no demostraban preocupación alguna, pero había algo en ellos y no podía descifrarlo.

-¿Qué el este buscándonos?, Efectivamente que lo creo... - Dijo mirando atento a las personas que se dispersaban con antorchas y lámparas por todo el terreno - ¿Qué nos vaya a encontrar? – Ascendió – Nos encontrara, porque a pesar de que contamos con él silencio de todo el mundo, algo como esto no se puede ocultar mucho tiempo – Algo le preocupaba, estaba más que segura.

-¿Qué es lo que sucede? – Pregunte insistentemente mientras buscaba su mirada.

-Hay mucha gente en medio de él y yo, personas inocentes que nada tienen que ver con este problema, me preocupan... - Susurro.

-Oigan ustedes dos – Aquella voz nos sobresaltó a ambos - ¿Qué están haciendo aquí? – Pregunto cruzándose de brazos – Es de noche y la situación no es para tomar aire fresco, entren – Pidió Rosalie un poco molesta.

-Disculpa – Dijo Edward esbozando una media sonrisa – Por cierto, no me has dicho donde esta Emmett – Dijo Edward colocando una mano en mi espalda para que caminara a su lado.

-Tiene negocios con los Denali y salieron a ver algo sobre ganadería, pero vendrá pronto, ya estaba ansioso por ya sabes que... - Dijo dedicándole una mirada divertida, Edward esbozo una sonrisa divertida y negó con la cabeza.

-Entiendo – Murmuro Edward, él lo entendía, pero yo no y comenzaba a fastidiarme de esta mujer, solté un suspiro intentando que fuera imperceptible.