#10

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El miedo te domina de tal forma que actúas sin pensar, corriendo inmediatamente de vuelta hacia tu habitación.

¿Qué diablos ha sido aquel ruido? ¡Nunca antes en tu vida habías oído algo tan espeluznante!

Parecía...Parecía una especie de cántico infernal, pronunciado en alguna clase de lenguaje completamente desconocido para ti.

Y la voz que recitaba dicha salmodia tan sólo podría ser descrita como inhumana.

Ninguna persona, bajo ninguna clase de circunstancia podría ser capaz de hablar de esa manera.

Apenas han pasado unos cuantos segundos desde que corriste de vuelta hacia tu habitación, pero tú sientes cómo si hubiese transcurrido toda una eternidad desde que aquella voz terrible habló.

Ahora que la casa ha quedado en silencio, eres capaz de reflexionar sobre tu última acción, y sientes vergüenza de ti mismo. Vergüenza por tu cobarde comportamiento. Tu hermana y tus padres podrían estar en peligro, y en vez de acudir en su ayuda, tan sólo corriste a esconderte.

Por más miedo que tengas, sabes que no puedes abandonar a tu familia a su suerte, así que te dispones a dejar tu escondite, preparado para afrontar lo peor.

Sin embargo...

Sin embargo, no bien intentas abrir la puerta de tu cuarto, alguien o algo se apresura en cerrarla de inmediato desde afuera, dejándote completamente desconcertado. Y por más que te esfuerzas en salir, quien quiera que esté del otro lado de la puerta es muchísimo más fuerte que tú, impidiéndote dejar el lugar en el que te encuentras durante estos momentos.

Lee la parte #16.

El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora