Tomas el sendero de la derecha, adentrándote en medio de lo que parece ser el corazón mismo del bosque.
La neblina parece ser un poco menos espesa en este lugar...Incluso crees advertir el canto burlón de algún ave nocturna en las cercanías. Por lo menos dicho ruido aliviana en cierta manera el espectral silencio reinante, lo cual tranquiliza un poco tu atemorizado espíritu.
Sigues caminando por el sendero, hasta descubrir finalmente un pequeño claro en medio del bosque. Es allí donde descubres un pequeño pozo de piedra, el cual es iluminado por el distante resplandor de la luna llena, que a duras penas consigue refulgir en medio de la neblina que recubre aquel bosque.
A partir de este punto, ya no hay más sendero por donde transitar, perdiéndose el camino en medio de los árboles. ¿Hacia dónde irás ahora?
Mientras exploras los alrededores en busca de alguna otra ruta que te lleve fuera de aquel territorio, crees oír un débil y lastimero murmullo...Alguien está sollozando desesperadamente muy cerca del lugar donde tú te encuentras.
Dicho murmullo parece provenir del interior mismo del pozo de piedra, hacia el cual tú te sientes extrañamente atraído de un momento a otro.
Asomas tu rostro hacia las profundidades del pozo, siendo incapaz de distinguir nada más allá de la oscuridad. Sin embargo, los murmullos y sollozos se repiten con mayor intensidad que antes, produciéndote un escalofrío.
Y sin embargo, tú no eres capaz de dejar de escuchar dichas lamentaciones, a pesar de tu temor. Hay algo que te retiene allí, algo que te impide abandonar ese pozo por mucho que lo desees. Es como si ya no tuvieses dominio de ti mismo.
Tan embargado estás por dicha sensación que no te percatas de la presencia de alguien en las cercanías...Una figura encapuchada, parecida a las que formaban parte de aquel desfile macabro que tuviste la mala fortuna de presenciar.
Esa figura corre hacia ti, empujándote en el acto dentro del pozo.
Tú caes y caes a través de un abismo infinito de oscuridad absoluta...
Tú quieres gritar. Quieres despertar, pero por más que te esfuerces, no consigues hacer que este sueño termine.
Tan solamente puedes unir tu voz al resto de murmullos y sollozos lastimeros que reverberan eternamente en dichas profundidades.
Este es un sueño del que no despertaras jamás.
FIN
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El Diablo está en tu casa
TerrorEs al parecer una madrugada como cualquier otra... Acabas de despertar de una horripilante pesadilla, sintiéndote aliviado de que el horror que presenciaste no fuera nada más que simples imaginaciones tuyas... Y sin embargo.... Sin embargo hay algo...