Permaneces en el mismo lugar, inseguro de avanzar hacia cualquiera de los dos débiles fulgores que se han encendido en medio de la oscuridad. Y así permaneces, paralizado por el temor y la duda hasta que finalmente ambas luces se esfuman, no quedándote más opción que la de permanecer dentro de aquella oscuridad infinita, fundiéndose tu esencia más básica con el vacío hasta que dejas de finalmente existir por completo.
Ya no eres más que nada, absolutamente nada por el resto de la eternidad.
FIN
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El Diablo está en tu casa
HorrorEs al parecer una madrugada como cualquier otra... Acabas de despertar de una horripilante pesadilla, sintiéndote aliviado de que el horror que presenciaste no fuera nada más que simples imaginaciones tuyas... Y sin embargo.... Sin embargo hay algo...