#102

15 0 0
                                    

Esperas unos cuantos segundos antes de ingresar a la habitación.

Tienes los nervios de punta conforme vas acercándote a la puerta entreabierta de la misma, temiendo desde ya lo peor.

Pero no ocurre nada: Ninguna trampa se desata, ninguna clase de ataque sorpresa tiene lugar.

En vez de eso...Algo mucho más escalofriantemente extraño tiene lugar entonces.

En cuanto enciendes la luz de tu habitación, descubres que sobre tu cama se encuentra sentada una persona exactamente igual a ti.

Lee la parte #103.

El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora