#46

30 0 0
                                    

No debiste haber dudado.

En el tiempo que te tardas en reaccionar, se produce un violento estremecimiento en todo el recinto, quedando inmediatamente después sumido en sombras.

Llamas numerosas veces al no-nacido, sin que se produzca respuesta alguna, y aunque recorres la habitación de un extremo a otro varias veces, no consigues dar con él. Se ha esfumado de la misma forma repentina en que apareció, dejándote completamente solo en medio de aquella oscuridad, sin que tú tengas la más mínima idea de que será lo que ocurrirá a continuación.

Una serie de aterradores sonidos se producen en los alrededores, sin que tú puedas ser capaz de precisar exactamente de donde provienen...Al principio los ruidos son semejantes a los gruñidos de un animal salvaje en agonía, para luego tornarse en una especie de cántico infernal y lejano que bien podría haber sido pronunciado desde el mismísimo más allá...

Tú quisieras ponerte a rezar, pero la lengua se te ha pegado al paladar, y ni siquiera eres capaz de pensar en forma coherente...Es como si aquel cántico tuviese alguna clase de efecto controlador sobre tu persona, al punto de haberte privado de todo raciocinio.

Ni siquiera eres capaz de gritar en el momento en que sientes como un espantoso brazo se ha aferrado con toda fuerza de ti, arrancándote las extremidades de cuajo.

No puedes ver nada, pero sabes que hay alguien o algo, devorándote con demoníaca voracidad.

Tu corazón es extraído de tu pecho y devorado por una entidad desconocida.

Durante tu agonía, lo último que alcanzas a escuchar es una espantosa carcajada de triunfo, la cual reverbera en medio del vacío, hasta que por fin ya no eres capaz de sentir nada más en lo absoluto.

Al cabo de unos segundos las luces se encienden. Las paredes de la estancia están completamente embarradas de sangre, mientras que los pocos órganos tuyos que no llegaron a ser devorados permanecen desperdigados por el suelo, siendo pisados por un extraño personaje que ha aparecido junto a tu cadáver destrozado...

Se trata de un hombre joven, de aspecto imponente y bella presencia, que bien podría haber pasado por un ángel, de no ser por la diabólica sonrisa que ha empezado a dibujarse en su rostro...La sonrisa del mismísimo demonio.

Una puerta se abre en una de las paredes del recinto, y aquel hombre pasa a través de la misma en cuestión de segundos: Es así como el Anticristo ha sido liberado al mundo, listo para traer la perdición de toda la raza humana...

FIN

El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora