Regresas a tu habitación. Una vez allí, tomas el teléfono celular que habías dejado sobre tu velador, e intentas marcar el número de la policía, pero la pantalla no se enciende.
Por más botones que presionas, no ocurre nada. Es como si aquel aparato hubiese dejado de funcionar por completo.
No te queda más opción que ir acudir a tus padres por ayuda...
Si vas con tus padres, lee la parte #89.
Si en cambio sigues intentado activar el celular, lee la parte #104.
ESTÁS LEYENDO
El Diablo está en tu casa
HorrorEs al parecer una madrugada como cualquier otra... Acabas de despertar de una horripilante pesadilla, sintiéndote aliviado de que el horror que presenciaste no fuera nada más que simples imaginaciones tuyas... Y sin embargo.... Sin embargo hay algo...