Te diriges hacia el resplandor grisáceo.
No sabes bien por qué, pero hay algo en su luz que te transmite cierta familiaridad...Es como si en lo más profundo de tu ser supieras que ya has estado allí antes, en el lugar hacia el que conduce ese misterioso fulgor.
Mientras tu esencia primordial va extendiéndose a través del vacío en que te encuentras (Al punto que por un brevísimo instante te da la impresión de que vas a dispersarse en millones de fragmentos) un espantoso murmullo empieza a resonar desde alguna parte de aquel abismo de oscuridad, tornándose luego en un aterrador y fortísimo bramido...
Tú te esfuerzas por llegar hacia tu destino mientras el caos se desata furioso e incontrolable a tu alrededor...
Dios...
Tienes que llegar hasta ese resplandor grisáceo antes de que tu esencia sea arrastrada también por ese abominable pandemonio.
Tienes...
Tienes que llegar allí como sea...
Debes...
llegar...
a...
la...
...luz...
Lee la parte 66.
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El Diablo está en tu casa
HorrorEs al parecer una madrugada como cualquier otra... Acabas de despertar de una horripilante pesadilla, sintiéndote aliviado de que el horror que presenciaste no fuera nada más que simples imaginaciones tuyas... Y sin embargo.... Sin embargo hay algo...
