#106

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Te diriges nuevamente a la planta baja, sin tener una idea clara de qué es lo que debes hacer.

Tú recuerdas entonces que hay una copia de la llave de la habitación de tus padres escondida en un rincón de la cocina, mientras que una copia de la llave de tu habitación y de la habitación de tu hermana menor se haya escondida en librero de la sala.

Podrías valerte de una de esas llaves para abrir los dormitorios, aunque no tienes ni la menor idea de lo que podría estar esperándote en el interior de los mismos. Desde ya, tú intuyes que no puede tratarse de nada bueno, pero una grave preocupación con respecto a lo que pudo haberle pasado a tu familia te carcome por dentro, a pesar de tus malos presentimientos.

Y ya que estás en la sala, lo primero que revisas es el librero, sacando de este una vieja enciclopedia geográfica. Al abrirla, de entre las páginas cae una diminuta llavecita.

"La copia de la llave de la habitación de Ana Lucía..." piensas tú al momento de tomarla en tus manos.

Y ya estás a punto de dirigirte a la cocina cuando en eso la radio vuelve a encenderse sola nuevamente, pero en lugar del desagradable concierto repleto de estática que se escuchó la primera vez que se dio este inexplicable acontecimiento, del aparato brota una delicada melodía, parecida a la de una cajita musical...

Lee la parte #27.

El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora