#84

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No sabes bien porque lo haces, pero aun así decides hacer caso a las súplicas hechas por esas voces de ultratumba...

Con gran esfuerzo, y valiéndote de unas cuantas herramientas que tu padre mantenía guardadas en una caja dentro de uno de los aparadores del baño, quitas el clavo que sostiene el espejo sobre el lavatorio, el cual cae abruptamente, fragmentándose en añicos contra el suelo.

La luz del baño se apaga por unos momentos. En cuanto esta vuelve a prenderse, notas que la sangre en el lavado ha desaparecido por completo. Sin embargo, las paredes están embarradas con abundantes huellas de manos de color rojo...Y en medio de las huellas, puedes ver claramente escrito el siguiente mensaje.

"GRACIAS"

Este es el instante en que también te das cuenta que la puerta del baño se ha abierto de repente, permitiéndote salir al pasillo en el segundo piso de tu casa.

Lee la parte #85.

Lee la parte #85

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El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora