#37

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— ¿Quién...?

La luz del cuarto de tu hermana se enciende de un momento a otro. No es una luz normal, sino que posee un color rojizo intenso, dándole al lugar una atmósfera terrorífica.

Pero más terrorífica aún es la presencia que se encuentra junto a ti en esos instantes...Una grotesca figura cubierta por vendajes ensangrentados, a través de los cuales sin embargo tú eres capaz de advertir una boca repleta de dientes afilados, así como también dos ígneos resplandores de color escarlata ardiendo dentro de las cuencas vacías que se encuentran en el lugar donde deberían estar sus ojos.

Este personaje de pesadilla permanece sentado sobre el lecho de tu hermana, riéndose con perversidad al momento de presenciar tu espantada reacción al verle. Y mientras ríe, las vendas ensangrentadas lentamente van separándose de su cuerpo, revelándote la nauseabunda de su verdadera apariencia: Es como si fuera la unificación de los cadáveres putrefactos de varias personas diferentes, poseyendo sus facciones un aspecto totalmente inhumano y bestial... El rostro del mismísimo demonio.

Numerosos símbolos blasfemos pintados con sangre adornan su piel corrompida, y abundantes brazos emergen como serpientes de su grotescamente deforme espalda, valiéndose de estos para atraparte por el cuello con fuerza tal que no eres capaz de ofrecer la más mínima resistencia.

—Podría acabar con tu miserable existencia ahora mismo... —te dice esta infernal criatura, sosteniéndote en medio del aire, como si fueses una marioneta —. Y sin embargo, me corresponde darte una última opción, así que escúchame bien, pobre infeliz: Tú puedes escoger entre La Verdad o La Muerte... ¿Qué eliges?

Si eliges la verdad, lee la parte #54.

Si en cambio eliges la muerte, lee la parte #38.

Si suplicas por tu vida, lee la parte #49.

El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora