Aquel personaje de pesadilla que tú creías una simple alucinación te ha encerrado dentro del baño de tu casa, y por más que tú esfuerzas en abrir la puerta, no consigues hacerlo puesto que esta sido trabada desde fuera.
Das varios golpes a la puerta al tiempo que gritas a viva voz, llamando a tus padres y a tu hermana, pero nadie acude en tu ayuda.
Estás atrapado, y en cuanto por fin te das cuenta de lo inútil de tu esfuerzo, te percatas de que el lavatorio se ha llenado de sangre casi por completo. Sin embargo, lo más aterrador de todo el asunto es que esta vez tú si eres capaz de escuchar claramente a una espeluznante voz llamándote por tu nombre detrás del espejo...Una voz inhumana, suplicante...
Vuelves la mirada hacia el espejo, y este te devuelve un patético reflejo en cuanto esa voz tenebrosa se dirige a ti nuevamente, formulando el siguiente pedido lastimero:
"Déjanos salir...Déjanos salir..."
Una sustancia negra y viscosa fluye por la pared mientras estas palabras son pronunciadas. Su origen parece ser el clavo que sostiene al espejo por encima del lavatorio.
Para tu horror, las voces no tardan en volver hablar, usando una vez más aquel desagradable tono plañidero que te hace pensar en almas condenadas comunicándose contigo desde el mismo infierno:
"Déjanos salir...Por favor..."
"Seremos buenos esta vez..."
"Libéranos...Sólo tú puedes liberarnos..."
"El clavo... ¡El clavo!"
"El dolor... ¡Qué terrible dolor!"
"Ese clavo maldito..."
"Oh por favor, quita ese maldito clavo..."
"Nos produce mucho dolor...Mucho dolor..."
"Ayúdanos..."
Si quitas el clavo, lee la parte #84.
Si no quitas el clavo que sostiene el espejo, lee la parte #90.
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El Diablo está en tu casa
HorrorEs al parecer una madrugada como cualquier otra... Acabas de despertar de una horripilante pesadilla, sintiéndote aliviado de que el horror que presenciaste no fuera nada más que simples imaginaciones tuyas... Y sin embargo.... Sin embargo hay algo...