#91

14 1 0
                                    

Vuelves a la sala, en donde resuena un estridente concierto de ruidos provenientes de la radio.

Intentas apagar el aparato, pero ninguno de los botones y controles de volumen parece estar funcionando correctamente. Y lo más extraño de todo es que el enchufe de la radio ni siquiera está conectado, y tampoco cuenta con ninguna clase de batería interna que pudiera servir para mantenerla encendida.

Sin importar lo que hagas, la música no se detiene, y ha empezado a ensordecerte. Tú sientes los oídos húmedos...Acaso...

¿Estas sangrando?

Tal vez sea una mera impresión tuya, pero te parece escuchar en medio de la estática unos débiles susurros...Una voz de mujer, hablándote muy suavemente:

"Duérmete, niño... Duerme mi pequeño ángel..." son las palabras que crees escuchar, antes de perder el conocimiento.

Lee la parte #92.


El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora