#111

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El televisor te muestra una grabación de tus padres durmiendo en su alcoba.

Alguien entra entonces a la habitación, trayendo consigo uno de los cuchillos de la cocina.

Das un respingo al ver de quien se trata...Eres tú mismo.

"No lo entiendo...Qué significa... ¿Qué significa todo esto?"

La grabación continúa, y para tu completo horror, lo que muestra es como pasas el cuchillo por el cuello a tus dos padres mientras duermen, salpicándose las sábanas y las paredes de su sangre. Ambos despiertan en los últimos instantes de agonía, quedando grabada en sus rostros una expresión de terror y desconcierto al momento de ver a su asesino.

Fuiste tú...

Fuiste quién los mató.

— ¡NO! —Vociferas, con desesperada incredulidad—. ¡Nada de esto es verdad! ¡Yo jamás podría haber hecho una cosa semejante!

La grabación continúa, a pesar de tus exclamaciones.

De forma inmisericorde, eres obligado a presenciar cómo fue que también asesinaste a tu hermana menor, de forma todavía más sádica.

A diferencia de tus padres, tú no te conformaste con matarla mientras dormía, sino que empezaste a torturarla espantosamente, riéndote de ella mientras te suplicaba piedad...

—Ya basta por favor... —dices con tono implorante, llevándote las manos al rostro—. ¡Basta!

La grabación sigue. Una vez has terminado con el juego sádico de las torturas, procedes a ultimar a tu hermana asestándole numerosas cuchilladas, que terminan tiñendo de rojo las sábanas de su cama.

Una perversa sonrisa de deleite se dibuja en tu rostro al momento que extraes su corazón todavía latente del pecho. Tú empiezas a devorarlo, como si se tratase de una jugosa manzana.

— ¡No son más que mentiras! —balbuceas débilmente—. Yo jamás... ¡Yo jamás podría haber asesinado a mi familia!

La grabación ha terminado. El televisor se apaga mientras tú sollozas amargamente de forma inconsolable.

Ahora ya sabes la verdad...El único demonio en esta casa fuiste tú todo el tiempo...

¿Eres capaz de aceptar tal revelación?

Todavía le queda una bala a tu pistola...

Si no eres capaz de soportar la culpa por lo que hiciste, lee la parte #113.

Si te niegas a aceptar la verdad mostrada por la grabación, lee la parte #112.

El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora