#29

15 0 0
                                    

Tartamudeas débilmente, sin saber que decir a continuación.

Esa duda termina siendo tu perdición, puesto que el demonio, harto de esperar una respuesta de tu parte, simplemente te arranca la cabeza y empieza a beber la sangre que brota copiosa de tu cuello cercenado.

FIN

FIN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Diablo está en tu casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora