Decides darle tu sangre al no-nacido, extendiéndole tu mano derecha y él empieza a succionar tu sangre de la misma manera que lo haría una sanguijuela, acción que de alguna manera parece renovar sus fuerzas.
El recinto empieza a temblar entonces, siendo violentamente sacudido por alguna clase de fuerza exterior...Unos cuantos segundos después, numerosos brazos monstruosos emergen de las paredes, extendiéndose hacia ti.
— ¡Rápido! —Te grita el no-nacido, señalando una abertura que acaba de aparecer en el piso de un momento a otro—. ¡Esta es nuestra única vía de escape! ¡No tendremos ninguna otra oportunidad!
Y habiendo dicho eso, él salta al oscuro interior de esa abertura, donde no puede verse nada en absoluto.
A pesar de tu desconfianza, ya no hay tiempo para ponerse a dudar, por lo que tú también te dejas caer en dichas profundidades sin estar completamente seguro de lo que podría estar esperándote en el otro lado...
Lee la parte #62.
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El Diablo está en tu casa
HorrorEs al parecer una madrugada como cualquier otra... Acabas de despertar de una horripilante pesadilla, sintiéndote aliviado de que el horror que presenciaste no fuera nada más que simples imaginaciones tuyas... Y sin embargo.... Sin embargo hay algo...